Sanchonuño - Segovia

Sanchonuño
La historia de la villa de Sanchonuño está muy ligada al devenir histórico de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar, a la que pertenece.
Poco se sabe de su historia más antigua lo cierto es que en el año 1247 ya aparecía citado el lugar como Sancho Nunno y desde entoncés el nombre no ha variado, simplemente se ha escrito unido en ocasiones. El nombre del pueblo se debe a su repoblador que se llamaba Sancho y era hijo de Nuño. En estas tierras de Cuéllar se registran numerosos hagiotopónimos, típicos de la repoblación. Sancho deriva del latín Sanctius, forma adjetivada de santo y Nuño procede del latín nonius “noveno”, en relación al parentesco familiar -hijo-.

Se sabe que en los siglos bajomedievales Sanchonuño participaba en constantes pleitos contra los eclesiásticos por el pago de sus diezmos. Uno de esos casos ocurrió en el año 1425, cuando el afamado cuellarano fray Gómez González otorgó las rentas pagadas por Sanchonuño y otros pueblos, en presencia del obispo de Ostia, en Roma. En dicho acto estuvo presente el notario Juan Montan. Dichos beneficios debían aplicarse al desarrollo del Estudio de Gramática de Cuéllar.

Al finalizar el llamado Trienio Liberal en 1823, se organizó una misa solemne en la Iglesia de San Miguel de Cuéllar y a ella asistió el cura de Sanchonuño, Antonio Belicia, para oficiarla con todo lujo de honores y detalles. Unos años más tarde, concretamente en 1832 los vecinos de Sanchonuño solicitaron que no se les cobraran los tres celemines y medio de renta por cada una de las obradas que labraban en los roturos de la Comunidad y Villa de Cuéllar. Estaban dispuestos a pagar celemín y medio.

El reglamento de la Comunidad y Villa de Cuéllar de 1895 dejaba a Sanchonuño dentro del Sexmo de Navalmanzano junto a Navalmanzano, Pinarejos, Zarzuela del Pinar, San Martín y Mudrián, Navas de Oro, Gomezserracín y Chatún, Campo de Cuéllar.

A finales del siglo XVI, su población era de 49 vecinos, entre los que había un hidalgo y un clérigo.
A mediados del siglo XIX, Sancho-Nuno –como se conocía entonces al pueblo– tenía 100 casas, ayuntamiento, en el que estaba la cárcel, un pósito y escuela de instrucción primaria. Se cultivaba trigo, cebada, centeno, patatas, sandías, melones, cáñamo, titos, muelas, garbanzos y yedras. Además cazaban liebres y perdices y tenían ganado lanar y vacuno. Su población era de 101 vecinos y «363 almas».
NO A LA TALA

Sanchonuño pertenece al partido judicial de Cuellar y también forma parte de la comarca natural de "El Carracillo", en la que en las últimas décadas aprovechando las apropiadas condiciones agroclimáticas de la zona, se ha desarrollado con excelentes resultados de producción y calidad el cultivo de productos hortícolas, entre los que destacan la endibia, la zanahoria y el puerro. A mediados del siglo XIII al lugar se le mienta como Sancho Nunno, en clara referencia al nombre del repoblador que ocupó el lugar. La villa perteneció a la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar.
La iglesia parroquial se dedica a Santo Tomás Apóstol, y es un buen edificio barroco construido con ladrillo y piedra, sobre cuya fábrica destaca una airosa espadaña de dos cuerpos que se instala sobre la cabecera del templo, reconstruida totalmente en época moderna. Dentro del templo nos llamará la atención su retablo mayor manierista, muy recargado, en el que sobresalen siete pinturas de buena calidad, a ello también hay que unir, una buena pila bautismal románica y una mejor colección de orfebrería sacra, entre las que destacan la cruz procesional de la primera mitad del siglo XVIII, y la custodia de sol hecha en talleres segovianos a finales de la misma centuria.

NO A LA TALA O QUEDAREIS SEÑALADOS POR LA HISTORIA.