Muñoveros - Segovia

De nuevo soy Merce; me he encontrado una nueva sorpresa con el gobierno muncipal, más bien las "opiniones". Pero cómo se puede opinar sin haber iniciado, cómo se puede pedir que no se vote a alguien, cohartando la libertad de expresión, de opinición y de derecho constitucional.
La verdad es que no quiero criticar; solo quiero hacer una crítica constructiva a todo aquello que sí es de interés para todos, y es que repito no se convierta en negatividad todo lo que aquí se manifieste, hay que saber utilizar la educación que todos tenemos, y debemos elegir los momentos, saber lo que queremos transmitir y cómo y donde lo hacemos.
Debemos convertir los foros en encuentros de personas con sentido común y responsabilidad ante lo que se dice, desde un mismo punto de partida, pueden darse muchas vueltas a las cosas.
La hipocresía no es un sentimiento, es una personalidad de los hombres y mujeres que desean conseguir aquello que necesitan o no, a consta de la libertad de la gente y por encima de los derechos o preferencias de cada uno individualmente. Genera la hipocresía, emociones y sentimientos negativos, aparentamos una personalidad y un interés para quedar bien ante los demás porque interesa ser líderes, crear simpatía, y lo único que no hace es provocar serenidad en las personas que escuchan y conocen lo que esa otra pretende; cuando dice "se le ve el plumero".
En fín, quizás le demos más importancia a las cosas de la que tienen, pero sí es cierto que hay que saber hasta dónde tenemos que llegar y conservar las cosas que tenemos, que es el pueblo, conservar también el ánimo de la gente, apaciguar las malas intenciones, interpretaciones y críticas negativas, que lo único que hacen es destruir lo bonito del pueblo.
No hay que destruir la natural naturaleza de este espacio, de todos los espacios incluido el pueblo, no hay que ambicionar la terraza de la pisicina solo porque no la tenga Josito, porque creemos que gana mucho y se lleva nuestro dinero; eso sabemos que no es así, y no hay que ser malos en esta vida; la bondad permanece y se agradece y supervive, la maldad se destruye y cae por sí sola, porque al final los malos siempre vivirán en soledad el resto de los días cuando se les ha visto el plumero.
Gracias por prestarme unos minutos de vuestro tiempo y hasta el fin de semana. Un abrazo.