El vanderillero Los Timbales y El Clarín tocan a Tercio en La Fiesta en una tarde en que el sol quiere verla muy de cerca. Llaman a un hombre que viste traje Tabaco, sin Oros, con bolas de seda negra que le cuelgan de lo hombros. Sus tobillos de diamante, con Medias de rosa seda marcan músculos y nervios que sustentan su potencia. En su cabeza, Montera, de la que Coleta cuelga adornada con Patillas que a su faz le da presencia. En la cintura una Faja de sarga negra le aprieta que sirve de pedestal a su torso de veleta. Este hombre de excepción juncoso y escurridizo es un requiebro del aire con bello y grandioso oficio. Se llama: El Banderillero. Siendo sus obligaciones burlar con el cuerpo al Toro clavándole dos Rejones. ¡Eh... toro..toro...torito..! Comienza La Suerte rauda que en unos minutos cesa con Gloria o Abucheada. ¡Eh... toro..toro...torito..! El animal azuzado mira hacia el pecho de plata con el testúd levantado. Rasca el suelo para armarse. Nervioso... babea en la arena, mientras apunta su ira hacia esas manos que vuelan. ¡Le estorba la osada imagen que le achucha a la pelea obligando a su nobleza a demostrarle su fuerza! Y en un arranque imprevisto, envuelto de arena y sol como un rayo va hacia el hombre que le reta como un dios. Son décimas de segundo... Roza el pitón la pernera, a punto de hacer brotar la sangre raza torera. Pero entonces, como un ave, el ágil Banderillero da un quiebro con la cintura burlando el asta del fiero. El mostrenco poderoso levanta el pecho y las patas en un esfuerzo mortal de atrapar a aquel fantasma. Pero éste, experimentado, con arrogancia serena da media vuelta en el aire burlando una muerte cierta. El minotáuro se frena. Reintenta en un cabeceo enganchar con sus dos cuernos a ese enemigo inconcreto. Hincha el pecho a reventar El Bailarín de La Plaza elevando sus dos manos con un gesto de arrogancia. Le atosiga el Mastodonte mugiéndole con potencia... Pero el Torero reprime a pecho abierto a la fiera Y de golpe... Verbenean, como mariposas negras, dos Enseñas de Colores entre los Cuernos y Testa, que le besan desde el cielo en el cuello de brea negra, adornandole los lomos con Rejoneras de Feria. La camisa del torero gotea de vino cereza que es Savia del Negro Toro que de España es Santo y Seña. El Animal despistado mira al Coso sin conciencia con un Par de Banderillas geométricamente puestas. ¡Y en ese instante se escucha la emoción cuando revienta! ¡Que son Olés y Ovaciones desde Palcos a Barreras.! El Banderillero aspira La Gloria que da La Fiesta alzando el brazo hasta el cielo quemándose en su proeza. Da una vuelta entera al Ruedo. y en El Centro de La Plaza levanta un rojo clavel que le ha lanzado una Dama. Vuelve ausente al Burladero Mira al viento.Bebe un trago. Respira.Quiere volver. ¡Pero todo ya es pasado! Pues Los Clarines resuenan cambiando al Tercio Final y El Maestro en Plata y Oro va a Presidencia a Brindar. Quieto ahí, Banderillero...! ¡Goza y bébete La Gloria...! ¡Pues dentro de unos segundos la miel se irá de tu boca...! Pero ese Par que has Plantado en nuestro Toro valiente quedará en la eternidad esculpido para siempre. ¡Olé la raza de Astados que luchan hasta el final! ¡Olé Las Ganaderías que hacen al mundo vibrar! ¡Olé y Vivan Las Cuadrillas! Ángeles de El Matador que en Banderillas y Picas y en Quites, dan su fervor. Y a Ti, Hoy, Banderillero... ¡Que sepa toda la gente que en Las Corridas de Toros eres de los más valientes! Pues ese instante que a muerte expones, con Arte, el pecho, una odisea es de los hombres que solo escriben Los Genios |