A el santo patron San Sebastian. En completo desaliño Sus vestiduras están, Pero parece un titán Con sus brazos amarrados Y su cuerpo azaetado. . . ¡el Mártir San Sebastián! A un tronco de árbol asido Con su mirada hacia el cielo, Y con un total desvelo A pesar de estar herido, Orando al Cristo ha pedido Sin temer al “que dirán,” Desviados del Camino ¡el Mártir San Sebastián! En el nombre del Señor Nunca cesó de luchar, Se dejó martirizar Por principio y por honor, Siempre fue su gran amor Su amuleto y talismán Que atrajo como un imán Los soldados de la fe, ¡así de grande es que fue el Mártir San Sebastián! Así yo lo conocí Y así lo aprendí a querer, Y me acostumbré a tener Su retrato junto a mí, Más con el tiempo entendí Que de Roma hasta San Juan, Todos venerando van Al soldado valeroso Que fue cristiano glorioso. . . ¡el Mártir San Sebastián! |