loa del santisimo cristo VALERIO: Qué hermoso día se presenta. Abandonar quiero hoy del Madroñal el ganado y a Monforte quiero ir pues me tienen invitado. Mis compañeros de oficio me han mandado fiel recado: Que a la función no le falte del Santo Cristo este año. Y yo, como agradecido, de seguro no le falto pues de corazón me quieren Domingo, Antonio y Gonzalo. Que lleve las castañuelas me ha recomendado Lázaro. Vaya si las llevaré, ha sido cuerdo el muchacho. Echaremos cuatro bailes después de cuatro parlaos, yo luego me volveré para cuidar el ganado porque el tunante del lobo me ha hecho muchos estragos: diez cabezas me ha comido en menos de medio año. No quisiera recordar aquel día tan aciago que por buscar una cabra estuve a punto si casco, pues me caí de una altura de siete metros de alto y por mullica encontró mi cabeza un gran peñasco. Como muerto me quedé y al volver de aquel letargo me encomendé al Santo Cristo del Humilladero un rato y le ofrecí colocar esta vela en su altar santo y oir con fervor la misa y al punto voy caminando. Mas ¿qué veo?, alli viene mi Jeroma mascullando. Esperaré a ver si llega ese cachito de trapo. JEROMA: Hola, Valerio, ¿tú aquí y el ganado abandonado? VALERIO: Hola, salero, ¿y cómo tú sola por estos campos? JEROMA: A Monforte a la función deseo llegar temprano y quiero en la procesión descalza andar paso a paso, manda que tengo ofrecida al Santo Cristo este año para librar del Servicio a mi querido Luciano, y a cumplirla quiero ir como todo buen cristiano. VALERIO: Pues espérate un momento y en seguida al punto vamos. JEROMA: Gana tenía que vinieras, muerta de miedo he estado. Me aterroriza ese hombre, no parece ser humano, nada le parece bien y dice que ha de estorbarnos que vayamo( s) a la función del Santo Cristo este año. DEMONIO (Sale y estorba el paso a los pastores que van a la fiesta del Santo Cristo): Abrase la tierra en pleno y trague a estos malvados antes de que sus proyectos ellos vean realizados. Oscurézcase la luz que despiden hoy los astros y el sol deje de lucir si no les estorbo el paso. Ni Valerio ni Jeroma verán hoy al Cristo Santo. ¿Luzbel el que siempre hizo resistencia con su brazo a ángeles y serafines no vencerá a estos beatos? Astucia, ponerle fuego, vengan acá mis vasallos, que si mi poder no basta yo llamaré a mis soldados que me ayuden a la empresa pues muchos tengo a mi mando. Yo mismo he de ir y traeré esta vela hecha pedazos. (Rompe la vela que lleva el pastor.) ANGEL (Detiene la acción del Demonio y lo arroja al Infierno. pudiendo de este modo los pastores acudir a la función del Santo Cristo): No irás porque estoy aquí para perturbar tu paso. Ante todo, yo no temo ni a ti ni a tus soldados. (Se dirige a los pastores.) Fuera sin miedo, salid, que Gabriel a los devotos del Cristo del Milladero siempre os ampara celoso JEROMA: A los pies de nuestra Madre arrodillémonos, Valerio, y demos infinitas gracias al Cristo del Milladero. Adiós, Madre del Señor, y para siempre adorada, que seais reverenciada en toda la religión. VALERIO: y con esto me despido, que me echéis unos aplausos si los tengo merecidos |