pueblo de desengaños Pueblo de los desengaños Pueblo de los desengaños calle de la fantasía. Si seguís por ese camino, ya veremos si algún día, por haceros de ilusiones y un poco de presumir, la escoba de limpiar santos a vuestras manos ha de ir. Cuando tienen quince años, las enseñan a bordar; luego tienen veinte años y no saben remendar. Apenas llega un domingo, si no un domingo otro día, ya las ves por esas calles haciendo coqueterías. Y todo esto lo hacen por ver si les sale un novio, y ninguno se aproxima como no sea un demonio. Y si alguno se aproxima, por una casualidad, le dan una calabaza que de ella no puede tirar. Si lo quieren con corbata, gabardina o reloj, ustedes pidan la muestra que aquí llevamos de “tó”. Si lo quieren con corbata, que eso es lo mas elegante, ustedes pidan la muestra, que aquí llevamos bastante. Nos despedimos cantando con mucha felicidad, nosotros a beber vino y ellas al Romeral. |