Salamanca - Salamanca

No podemos sembrar mala semilla, Devemos dejar al autoctono que se pronuncie con libertad.
“salamanca” en hispanoamérica es lo que dices, pero yo creo que si que puede estar relacionado con “la famosa ciudad española” :-)
La famosa Cueva de Salamanca es más que un buen motivo para asociar, en esos países, por un lado el nombre de “Salamanca” con lugares como las cuevas donde se reúnen los brujos y otros seres “oscuros” como duendes y demonios. La leyenda de la Cueva de Salamanca traspasó fronteras. Por otro lado supongo que también “salamandra” suena parecido a “salamanca”, y no digamos a salamanquesa, bichos estos a los que en algunos lugares se le atribuyen poderes demoníacos.
Podemos decir que estan ustedes perdiendo la posibilidad de hacer historia.

Si miramos al pasado, el mismísimo Miguel de Cervantes escribió en su Novela Ejemplar “El Licenciado Vidriera” esa frase histórica que tanto nos gusta hacer leer a quienes nos visitan: “Salamanca, que enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado”.
No habla de piedras ni de monumentos, habla del cariño con el que los salmantinos de 1.613 trataban a los que nos visitaban. La pregunta actual sería: ¿Tratamos bien a nuestros forasteros?
Te doy pequeñas ideas…puedes proponer un “paquete turístico” para recorrer el Cuerpo de Hombre…Puerto de Béjar, Jardín Romántico, Montemayor del Rio, Puente de la Malena, Cabeza de Béjar, Valdelacasa, Fuenterroble la Alberca, las batuecas…autobús…y marcha…seguro que sería bueno para los nuevos visitantes.

Con toda su ciencia y sus galanas retóricas, y eso que por sus
venas corría savia de cristianismo, le son atractivas las formas des-
nudas de los delirios paganos que bullían en su sangre africana.
Con toda su ciencia, le vemos ir á perderse en el error maniqueo,
secta concebida en las indolentes horas del árabe Escitiano, doctri-
na revolucionaria y socialista, *la doctrina más ridicula», como dice
Tillemont {Hist.-edes). Con toda su ciencia, su espíritu va sufriendo
las quiebras del tropiezo, y, á tiento, en busca de la verdad, se extra-
vía en el intrincado laberinto de una filosofía sensualista, y sucumbe
á las caricias del amor de una mujer... perfumado ropaje de las
grandes prevaricaciones de la razón.

¡Vanidades de un saber abstracto... que acorchan el espíritu!...
Podemos tener la tranquilidad que los L0c0s son buenas personas.