Navasfrías - Salamanca

En el Bardal había una vez una rosa verdaderamente hermosa y bella, que se maravilla al saber que era la flor más bonita de todo el complejo. Pero sin embargo, se preguntaba diariamente por que la gente la veía de lejos y no se le acercaba para poderla admirar u oler su exquisito aroma.
Un día observo a su alrededor y se dio cuenta que, al lado de ella, había un sapo grande y oscuro e inmediatamente dedujo que era el motivo que nadie se acercara a verla de cerca.
Totalmente indignada ante lo descubierto le ordeno al sapo que se fuera inmediatamente de su lado; el sapo muy obediente le dijo: "Esta bien, si así lo quieres".
Poco tiempo después el sapo paso por donde estaba la rosa y se sorprendió al verla totalmente marchita, sin hojas, sin pétalos, en fin, casi seca y le dijo: "Te veo muy mal, ¿que te paso?.
La otrora hermosa rosa le contesto muy triste: "Es que desde que te fuistes de mi lado las hormigas e insectos me han comido día a día, y nunca pude ser igual". A lo que el sapo le contesto: "Pues claro, cuando yo estaba aquí junto a ti me comía a esas hormigas y demás bichos, por eso siempre eras la más bella del Bardal.
Muchas veces despreciamos a los demás por creer que somos más que ellos, más guapos, o simplemente que no nos sirven para nada. No sobra nadie en este mundo, todos tenemos algo especial que hacer, algo que aprender de los demás o algo que enseñar y nadie debe despreciar a nadie. No vaya a ser que esa persona nos haga un bien del cual ni siquiera seamos conscientes.

Un saludo para todos.