La Alameda de Gardón - Salamanca

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El jabalí regresa a monterías y ganchos con unas buenas perspectivas en la temporada
Enviado por Miguel Corral en 22 septiembre, 2011 – 13:01Sin Comentarios.Con el desarrollo de la temporada de caza mayor sobre el jabalí, desde este domingo y hasta el segundo domingo de febrero, conviene extremar todas las medidas de seguridad, en especial recordar que tanto cazadores en puesto como perreros deben portar prendas reflectantes y que todos los accesos a la mancha deben estar señalizados



Después del cierre de la Media Veda el pasado domingo, el jabalí vuelve a hacerse con la actualidad cinegética a partir de este domingo. Monterías y ganchos hasta la apertura de la General, el 23 de octubre, centrarán la atención de miles de cazadores en nuestra provincia, y en ellos, el jabalí, especie reina en la mayor de los campos salmantinos, pondrá la emoción en las armadas dispuestas en sierras y arribanzos.

Ya era hora que el sentido común se impusiera en el Consejo Territorial de Caza y corrigiera el desaguisado de temporadas anteriores. Finalmente la temporada de mayor se inicia un domingo y concluye también en domingo, mucho más acertado que fijar una fecha determinada que como estos años de atrás coincidía en muchas ocasiones en un día no hábil para la caza, vamos, que se pone fin a un auténtico despropósito como tantos otros que imponen en la práctica de la actividad cinegética, de los que tampoco queda exenta la pesca.

Por ello, sin prolegómenos como temporadas anteriores a partir de este domingo dará comienzo una temporada más de caza mayor, una época en la que además de cochinos, podrán abatirse venados, gamos y muflones, especies de ungulados -por otro lado- casi anecdóticas en los cotos charros.

Así las cosas, jarales, escobales y zarzalones, aguardan ya el sonido de cuernos y caracolas que dispuestos desde hace días anunciarán la presencia de los perreros. Serán estos el aliento de ánimo a las rehalas para que con su voz pongan música a la carrera de piaras de guarros, hasta ahora dueños y señores del monte.

Aunque son dos temporadas ya desde su aplicación por primera vez, conviene recordar la obligatoriedad en los puestos de que los cazadores porten alguna prenda reflectante de tal forma que puedan ser vistos por las escopetas colindantes, bien sean brazaletes, gorras o chalecos.

Otra de las medidas en aras de la seguridad en estas cacerías, y que entró en vigor entonces, es la señalización de todos los accesos a la mancha que se va a batir, para lo cual será suficiente con la colocación de un cartel que indique que se está celebrando una cacería colectiva.

Además de estas normas de aplicación desde 2009, nunca está de más recordar otras recogidas en la Ley 4/1996 de 12 de julio de Caza de Castilla y León, y que son fundamentales para la seguridad de cazadores y rehaleros. Entre ellas no se puede olvidar que está totalmente prohibido abandonar el puesto mientras no sea requerido por el organizador o sus representantes, que en el caso de monterías y ganchos corresponde a los postores de cada armada.

También, es de obligado cumplimiento que cada cazador establezca contacto visual y verbal con los puestos más próximos para señalizar su posición, así como que los perreros o rehaleros porten como vestimenta chalecos o prendas reflectantes que permitan visualizar su posición a larga distancia.

Como recomendación, debe evitarse encarar el arma hasta que no se tenga la certeza de que lo hacemos hacia la pieza, pues en muchas ocasiones, perros y rehaleros sufren las consecuencias de la precipitación del cazador a la hora de disparar en rasante hacia el interior de la mancha. Del mismo modo, cuando la pieza se encuentra entre la armada y las rehalas es norma del buen cazador dejar al jabalí cumplir en la postura y disparar cuando haya atravesado la línea de escopetas.



Una temporada con buenas perspectivas

En cuanto a las previsiones en esta primera parte de la temporada del jabalí, los censos realizados durante las cacerías de la temporada anterior, así como las buenas condiciones climatológicas de la primavera pasada, hacen prever una buena temporada, pues cabe precisar que este omnívoro carece de depredadores naturales en nuestra provincia y que es el hombre, mediante la actividad cinegética, quien ejerce el control de unas poblaciones que van a más por el abandono del campo.

Cosa bien distinta serán los resultados en este inicio de temporada, pues ya se sabe que el calor, la falta de humedad y el escaso campeo de las rehalas perjudican enormemente el desarrollo de las cacerías sobre guarros que ya saben lo que les aguarda por delante, por lo que de manera generalizada muchas de las piaras no abandonarán sus encames si no sienten la ladra sobre sus lomos