Fiesta del Almendro. hoy en la raya se celebra una fiesta curiosa "la fiesta del Almendro": Fiesta del Almendro, de convivencia hispano-lusa a exaltación primaveral en la raya Esta celebración comenzó en 1960 con marcado carácter popular y apertura de fronteras para visitar el mercadillo portugués y se ha convertido en un jornada de marcado carácter político. Este año corresponde el pregón a Juan Francisco Blanco 07/03/2010 Juan Francisco Blanco, el pregonero este año Entre finales de febrero y principios de marzo, siempre en domingo, La Fregeneda, un pueblo sito en los confines de la provincia de Salamanca en su raya más cercana con Portugal, a la que une un moderno puente sobre el río Águeda, se celebra la Fiesta del Almendro o Día del Almendro, cuya floración ofrece una de las maravillas naturales de la comarca. La fiesta de la primavera, del inicio del año, de la nueva vida que simboliza la plantación del almendro en un acto político y de hermandad con Portugal lo simboliza la Fiesta del Almendro. Esta celebración comenzó en 1960 con un marcado carácter popular en el que se celebra la llegada de la primavera, cuyo mayor reflejo es la floración del almendro. En sus primeros años, el Día del Almendro era una jornada de convivencia hispano-lusa, una relación entre vecinos muy próximos, unidos entonces por el puente del ferrocarril Vega Terrón-Barca d’Alva. Ese día había paso libre, sin frontera, y eran muchos los salmantinos que aprovechaban la jornada para comprar productos portugueses, sobre todo café. Las autoridades salmantinas y las portuguesas mantenían una jornada de convivencia que aún hoy se celebra, como también se mantiene la costumbre de los salmantinos de acudir a Barca d’Alva para comprar en el mercadillo que allí se instala, a lo que ha contribuido la construcción del puente internacional sobre el Huebra. Programa oficial Los actos oficiales, no populares que van por otro camino, comienzan con la recepción de las autoridades españolas y portuguesas, el pregón del Almendro que corresponde ofrecerlo a Juan Francisco Blanco, y la alocución de las autoridades presentes en la Plaza de España, donde se ‘prometen’ actuaciones en infraestructuras y turismo. A continuación llega la entrega de los premios del concurso de artículos literarios y del concurso local de poesía infantil. Seguidamente, los bailes tradicionales animan la mañana en el pueblo, y un almuerzo a las autoridades cierran el programa oficial. Componente etnográfico Popularmente, la Fiesta del Almendro es día de campo y merienda, en el que las gentes disfrutan sentados en cualquier lugar de la benevolencia del clima a la orilla del Duero, del perfume de los almendros en flor y del silencio que inunda los tajos de los ríos Águeda y Duero. Inicialmente, la noche del último día de febrero, ‘los marzantes’ (comparsas de mozos que recorrían el pueblo para recaudar dinero o especies con las que hacían después una buena merienda) cantaban sus ‘marzas’ en las noches de ronda, de aguinaldos y regalos. La palabra marza proviene del latín ‘Kalendae Martiae’ y tiene una tradición de siglos, probablemente incluso anterior a la llegada de los romanos a la península. Como su propio nombre indica, son cantos que se celebran en el mes de marzo (último día de febrero o primero de marzo). En el año 1925 el Diccionario de la Lengua Española las definía como coplas que los mozos cantaban de noche por las casa de las aldeas, en alabanza de la primavera, de los dueños de la casa, etc. Los grupos estaban constituidos por varones solteros que se organizaban en cuadrillas o comparsas que se denominan marzantes o marceros. La tradición dice que al anochecer recorrían una por una todas las casas de los vecinos pidiendo el aguinaldo a cambio de los cantos que entonaban. Lo primero que hacían era pedir permiso, comunicándolo oralmente al alcalde, al cura y al maestro del lugar. Una vez obtenido, los marzantes encabezados por el mozo soltero más viejo, abrían la ronda a base de grandes voces que alertaban a los vecinos para que no se fueran a la cama antes de tiempo. Al llegar a una casa, cuando el dueño abría la puerta, se preguntaba: «¿cantamos, rezamos o nos vamos?», por si en la casa había un enfermo grave o luto reciente. A cambio de sus cantos, los marzantes recibían el dao o limosna, donativo en especie o en metálico que la familia de la casa daba a los mozos. Si los dueños habían sido generosos, se les daba el ‘buen dao’ a base de vivas. Sin embargo, los más tacaños recibían las marzas ‘rutonas’, dándoles una cencerrada. Marzo florido (marza) De casa salimos con mucha prudencia, a cantar las Marzas si nos dan licencia. A cantar las Marzas vienen los marceros, como las cantaban sus padres y abuelos. A cantar la Marzas vienen los del pueblo. A esta casa saludamos con alegría y sumiso. Vamos a cantar las marzas si ustedes nos dan permiso. Buenas noches caballeros, vamos a cantar la Marzas Las Marzas son... Venimos a cantar Marzas, es estilo que tenemos de nuestros antepasados y no queremos perderlo. Buenas noches caballeros, vamos a cantar la Marzas Las Marzas son... Marzo florido qué bonito entras, regando los campos con tus flores bellas, y los pajaritos en las arboledas, cantando disfrutan lo que ellos desean. A los de esta casa solo les queremos, dichas y alegrías y también dinero. Adiós hasta el otro año, hasta el año venidero, que si Dios nos da salud, a cantarlas volveremos. Marzo florido qué bonito entras. Fecha: 07 de marzo de 2010 Autor: Luis Falcón. fuente:https://ww.salamanca24horas.com/noticias/fiesta-del-almendro-de-convivencia-hispano-lusa-a-exaltacion-primaveral-en-la-raya-22402.html |