La Alameda de Gardón - Salamanca

Cuando yo era pequeña y acompañaba a mi abuela Escolastica, a cuidar los marranos que solia tener en las Matas. Y entre las multitud de cosas que me contaba habia una cancioncilla sobre una riada en ciudad rodrigo en 1909.

Pues bien ayer en ciudad Rodrigo han conmemorado este echo:


Ciudad Rodrigo homenajea a las víctimas de la riada del Águeda de 1909



El Ayuntamiento ha levantado un monolito en la Plaza del Toral, del barrio de El Puente, una zona que en numerosas ocasiones ha sufrido la fuerza devastadora del río Águeda, que desde que se construyó siempre ha estado en alerta ante las posibles crecidas del río.

Lo recuerda con especial emoción la vecino del barrio Agustina Benito, que recuerda a su abuelo, Tomás Benito, como "aquel pastor que hace cien años ahora se lo llevó la riada".

Fue una de las cuatro víctimas mortales que se recuerda de forma especial ya que descendió por el río encima de una de las vigas de la caseta en la que se había subido, "cuando le pilló la riada, justo cuando cuidaba de sus ovejas", ha explicado su propia nieta.

Este pastor, dicen los mayores del barrio, fue río abajo saludando con su sombrero a las gentes que había en la orilla, con su perro delante, "hasta que llegó al segundo ojo del puente, donde perdió el equilibrio y se ahogó", ha asegurado Agustina Benito.

Otras dos personas que trabajaban en un molino harinero de Ciudad Rodrigo también se murieron, "ya que les sorprendió la riada cuando estaban trabajando en la fábrica de harinas de La Concha", ha asegurado el historiador Tomás Acosta Píriz.

La cuarta víctima mortal fue un hombre de la localidad salmantina de Navasfrías, donde nace el río Águeda, que fue arrastrado por la corriente.

El 22 de diciembre de 1909 fue un día trágico en Ciudad Rodrigo, que llenó los diarios nacionales de aquellas Navidades.

El diario ABC decía en su página 8 del 26 de diciembre (4 días después) que "en la fábrica de harinas de Iglesias, además de los dos ahogados, quedaban en peligro varias personas que hasta hoy no pudieron ser salvadas; las casas destruidas son unas 50, y las restantes quedan inhabitables y con grandes deterioros".

Los vecinos de este barrio también han recordado esta efeméride con una ofrenda floral en la que han lanzado claveles al río Águeda, desde el Puente Romano.

Las última riada de consideración se produjo el 7 de diciembre del año 2000, cuando muchas casas del barrio fueron anegadas por el desbordamiento del río y, además, murieron muchos animales.

La solución a este problema se produjo en septiembre de 2007, cuando se inauguró la presa de Irueña en la cuenca alta del río Águeda, que previene las avenidas. EFE 1010438 cgg/jcp