A nuestros mayores A NUESTROS MAYORES Atrás quedó el verano. Ya no hay coches a las puertas de las casas, ni niños en el parque, ni bullicio en el bar. Ahora esas mismas casas estan cerradas, el parque esta vacio y en el bar apenas hay gente. Ya no huele a humo de las barbacoas, los patios estan vacios. Ahora solo sale humo de las chimeneas de las pocas casas habitadas. El tiempo pasa lentamente. Los dias empiezan a ser cortos. Pronto llegará el largo invierno. Soledad, frío y silencio. Silencio sólo interrumpido por las campanadas de la iglesia o por los pitidos de la furgoneta del panadero o del frutero. Sólo quedan unas pocas personas y, la mayoría, muy mayores. Son los cuidadores de Alameda de Gardón. Su presencia caldea, ilumina y da vida al pueblo a la vez que sostiene la prestación de servicios básicos (médico, cura repartidores, incluso autobús de línea). Representan la delgada línea que separa el "pueblo" del "despoblado". A todos ellos muchas gracias. Porque sería muy triste ver abandonado el pasado, el presente y el futuro de nuestro pueblo. Ellos son los que nos recuerdan y mantienen, con sus costumbres, un pedazo muy valioso de nuestro pasado. |