El Sahugo - Salamanca

UNa FOTO MUY BONITA DE LA ENTRADA DEL SAHUGO LO MEJOR DEL MUNDO,,CREO QE SE QIEN LA HIZO CREO,,MUY BONITA POR CIERTO

Desde luego ,si que es bonita la foto y que recuerdos... cuando nos ibamos saltando los pollos y las mujeres como chencha, adela,tia demetria ,juliana y otras nos decian a voces ´´DAGALAS VAJALVOS DE AI QUE VOS VAIS A CAEL PAL RIO´´nunca nos caimos ninguna, pero si un tractor de uno de martiago que llevaba estiercol a la parte de arriba menuda espectacion hubo entre la chiquilleria.

A ese puente por las noches iban las parejitas a hacer manitas que era lo unico que se hacia entonces. Se sentaban en los poyos.

Despues de San Caitano haciamos un repaso con todos los chicos que habiamos bailado, que si con fulanito me pidio 2 pasodobles, el otro la gibraltareña y los agarraos que se dejaban para los que te gustaban etc ...pues ...siempre habia alguna que preguntaba y...¿te fuistes pal puente?

Es que estaba muy mal visto eso de "bajarse p'al puente".
Pero claro, la naturaleza manda.

También cayó alguna mula, alguna vaca... y algún pino de los quintos en San Caitano.

Pues,sí:El puente era a donde se iba con los ligues.
Por eso os mando esto del romancero gitano.
Espero que os guste.



Y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.

Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.

Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.

En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.

El almidón de su enagua
me sonaba en el oído,
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.

Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.


Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.

Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón con revólver.
Ella sus cuatro corpiños.

Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.

Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.

No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.

Sucia de besos y arena
yo me la llevé del río.
Con el aire se batían
las espadas de los lirios.


Me porté como quién soy.
Como un gitano legítimo.
La regalé un costurero
grande, de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río