El Sahugo - Salamanca

Estamos criando vagos?
Hay que llamarlos varias veces por la mañana para que vayan al Colegio. Se levantan irritados, pues se acuestan tarde hablando por teléfono, viendo tele o conectados a Internet.
No se ocupan de que su ropa esté ordenada o limpia y mucho menos echan una mano en las tareas del hogar.
Idolatran a sus amigos y viven poniéndole "defectos" a sus padres,a los cuales acusan a diario de que "están pasados".
No hay quien les hable de ideologías, de moral y de buenas costumbres, pues consideran que lo saben todo.
Hay que darles su "paga" semanal, de la que se quejan a diario porque "eso no me alcanza".
Cuando van al botellón lo que menos uno sospecha es que regresarán con un embarazo, borrachos o saturados de porros.
Definitivamente estamos rendidos y la tasa de retorno se aleja cada vez más, pues aun el día en que consiguen un trabajo hay que seguir manteniéndoles. (Me refiero a un segmento cada vez mayor de los chicos de clases medias urbanas que bien pudieran estar entre los 15 y 25 años y que para aquellos padres que tienen dos o cuatro hijos, constituyen un verdadero dolor de cabeza.)
En que estamos fallando?
Para los nacidos en los años cuarenta y cincuenta, el orgullo reiterado es que se levantaban de madrugada a ordeñar las cabras, ovejas o vacas con el abuelo; que tenían que limpiar los establos diariamente; que se limpiaban sus botas; algunos incluso tenían que repartir la leche a diario; otros ayudaban en algún pequeño almacén o negocio de sus padres,etc. etc. Lo que pasó a esta generación es que elaboramos un discurso que no dio resultado: ¡Yo no quiero que mi hijo pase las fatigas o trabajos que yo pasé!.
Usted ¿por qué tiene lo que tiene?Porque le costó esfuerzo, sacrificios,
y así es como se aprende a valorar los esfuerzos de los padres y no acostumbrar a nuestros hijos a recibir todo por obligación.
Nunca conocieron la escasez, se criaron desperdiciando, a los 15 años ya habían ido a cinco o seis excursiones, cuando sus padres, la mayoría, ni a los veinte sabían lo que era viajar. El "dame" y el "cómprame" siempre fue generalmente complacido y ellos se convirtieron en habitantes de una pensión con todo incluido (Tv,DvD,Móvil,equipo sonido,internet,comer en la cama,recogerles el reguero que dejan porque siempre se les hace tarde para salir). ¡Cualquier cosa es mejor que sus padres!.
Quien les suministro todo eso a nuestros hijos, nosotros mismos, solitos y sabiendo que no estaba bien.
Al final se marchan de nuestra casa por la conquista de una pareja y muchas veces vuelven al hogar paterno divorciados o porque la cosa "se les aprieta" en su nueva vida-
Los que tienen hijos pequeños denles tareas, pequeñas responsabilidades de la casa, pónganles los domingos a ordenar su habitación, colaborar en las faenas del hogar a compartir, por ejemplo, el lavado del coche o a limpiar sus zapatos.
Eso genera un sentido de responsabilidad y pertenencia al hogar.
Estamos forzados a revisar los resultados, si fuimos muy permisivos o si sencillamente hemos trabajado tanto, que el cuidado de nuestros hijos
quedo en manos del personal de las guarderías y en un medio ambiente cada vez más deformante y supuestamente por nuestro cargo de conciencia de no tener mucho tiempo con ellos, lo hemos remediado con cosas materiales.
Ojala que este mensaje, fruto del estudio de bastantes años, llegue a muchos de los que tienen niños pequeñitos, pues los abuelos pagaron y están pagando la transición, nunca es tarde para cambiar y recuerden que es mejor tarde que nunca, nuestros hijos algún día lo van a agradecer.

Èvoramonte, Abril 2014

Ahí queda eso, si señor.

Un saludo.