El Bodón - Salamanca

Hoy tienen mucha importancia los PRL’s y los EPI’s. Por supuesto que todos sabéis lo que significan estas siglas, (que manía de ponerle siglas a todo). PRL son Prevención de Riesgos Laborales y EPI Equipos de Protección Individual. Yo para abreviar digo siempre los “perreles” y los “epis”. Y esto es lo que os quería contar hoy, se acabó.

La vida en la antigüedad del pueblo transcurría plácida, sin perreles ni epis, como es normal, no los habían inventado. Porque, te levantabas para ir a la escuela, y te hacían lavar la cara, más que con agua con carámbano puro. Siempre llegaba tarde, me distraía mirando los “pingulines”, y el maestro me decía: “de rodillas y con los brazos en cruz”. Por si fuera poco en una mano te caía El Quijote y en la otra la Biblia, siendo generoso, y no te ponía un garbanzo en las rodillas porque la comida era escasa. Si fuera ahora le hubiera dicho: ¡Eh! que según los perreles en curso no me ha dado los epis así es que, vamos a ver, quiero unas rodilleras, los libros no se ponen encima de las manos sino una pila de ellos debajo de cada brazo para sujetarlos, y como me va a caer una “mantapalos “ el casco es necesario, si no, no vale. Pero claro, siempre me tenían el móvil sin saldo y no podía llamar al 112 por lo que hacía lo que quería el tío. ¡Bonita infancia!

Al salir de la escuela, por la tarde, iba a merendar a casa de mi abuela. Antes hacía con los amigos un par de “pesqueras”, el agua siempre me “salvaba” (creo que me compraban las botas de agua cortas, adrede). Y cuando iba llegando a casa pensaba, que perrele me aplicará, que epi tengo que ponerme. No se las dudas existenciales que tenía si siempre era el mismo procedimiento: ¿ya has andao con pesqueras”?, ¡tienes los calcetines mojados! ¡vas a coger una pulmonía! Y me caía un leñazo de órdago, antes de la merienda. No se que es peor si morir de pulmonía o a base de leñazos, pensaba yo. Porque a los burros se le daban palos a nosotros leñazos que era lo mismo pero el troncho sin recortar, ¡digo!

Luego empezaba la ruta turística por "Bodón-cá", y lo he dicho bien, porque todos los trabajos infantiles acababan en –cá. Teníamos que ir a la burricá, a la cabrá y a la porcá. ¿Y cuando tocaba jugar? Pues alguna –cá nos saltábamos y llegabas a casa, al fin, remanso de paz. Te preguntaban: ¿has ido a buscar las cabras? Te ponías colorao y todo el orbe comenzaba a gravitar por tu cabeza. No te daba tiempo a explicarle lo de los perreles del momento ni te daba tiempo a ponerte los epis, las estrellitas bailaban a tu alrededor como si fuera la vía láctea entera pasando por tu cocina.

Ale, a hacer los deberes te decían. Y empezabas 2x1=2, 2x2=4… y te dormías, como era natural. La lluvia de estrellas de San Lorenzo volvía a girar, como una noria, alrededor de ti y hasta en colorines. ¡Nunca vas a llegar a nada en la vida! Y tú pensabas, cáspitas si el cura me ha dicho que el domingo me vista de monaguillo para llevar la “naveta”, ¿acaso se puede aspirar a más? ¡si lo de sacristán ya estaba ocupao y con lista de espera!

Se pasaba mucha hambre. Recuerdo un día que vino el Obispo y nos vio a todos los monaguillos muy delgaditos, yo debía estar más porque se fijó en mí, debí darle pena y me dijo: ¡“Ven aquí niño”! Yo pensé que iba a darme “pan de ángel”, pero no. Me acerco, me da unas tortitas en la cara (otro más por si éramos pocos) y me dice: “hay que comeeeerrrr masssssssss” ¡Y se quedó tan fresco!, como si con eso entrara colesterol.

Otro día volvía a la escuela y estaban los vecinos acorralando a un garrapo para la matanza. ¡Daba unos gruñidos! Yo sabiendo la que me iba a venir en unos instantes, por lo que fuera, pensé en mis adentros: “No sé de qué te quejas, si tuvieras que ir a la escuela como yo!

Creo que en Bodón-cá, por lo explicado no hacía frío antes, siempre estábamos calientes, o calentaos mejor dicho. Ahora me dice la gente del pueblo cuando voy en invierno, ¿“pallí” donde estás tu hace mucho calor, verdad? (porque yo no vivo en un pueblo, no señor, vivo en “Pallí” por lo visto). Sonrío y pienso, je je je ¡no sabéis lo fresquito que estoy!

Impresionante relato una vez más.
En este foro no cabe el aburrimiento.

Muy bueno.
Me ha recordado algún verano de ir "a acalcar" me daban como EPI un saco para la cabeza y espalda, al cual se le pegaban las pajas y ufffff......, no sabría decir yo si aquel EPI estaría homologado, pero recuerdo que aquello picaba......., y no te digo nada del pañuelito dentro del pajar.

Divertido escrito. Muy bien miguel a. con tu apreciación. Yo ahora tengo dudas de si ir a las vacas con el epi correspondiente, o sea con capote y montera o no.

genial, genial animo que no nos aburrimos de leer monologos saludos