El Bodón - Salamanca

Sandro Rosell deberá aclarar hoy ante el juez todas las dudas que no pudo o no supo explicar a los socios del Barça a propósito del fichaje de Neymar. El expresidente azulgrana declara hoy en la Audiencia Nacional, como imputado, por las presuntas irregularidades en el fichaje del jugador brasileño. Junto a él declarará el representante legal de la entidad, Antoni Rossich. Ambos están imputados por fraude fiscal, lo mismo que el Barça como entidad.

La Fiscalía y el magistrado Pablo Ruz ven indicios de que el Barça pudo haber defraudado algo más de nueve millones de euros al no haber pagado a Hacienda por la totalidad de los contratos que condujeron hasta el fichaje de Neymar. Rosell era el máximo responsable del club cuando se cerraron los acuerdos y, en consecuencia, su firma aparece estampada en los acuerdos.

Un informe de la Agencia Tributaria señala que el Barça no satisfizo sus deudas con el fisco por pagos por valor de 37,9 millones, en los contratos que se firmaron en 2011 y 2013. En el primer año, la deuda asciende a 2,4 millones, y el segundo a 6,7, según Hacienda, que señala otro posible fraude por valor de 2,6 millones correspondientes a 2014.

Está previsto que hoy el juez Ruz interrogue además, en calidad de testigo, al auditor de la empresa Deloitte, Artur Amich, que firmó los informes de las cuentas anuales del Barça, que fueron entregadas al juez.

El caso Neymar obligó a dimitir a Rosell, después de que el juez admitiese a trámite la querella presentada por un socio del club, Jordi Cases. En febrero, el Barça pagó 13,5 millones al fisco para “saldar cualquier posible deuda”.