mas palabros de nuestro pueblo rute : voz, que gritada y repetida, servía para espantar al milano cuando venía a por los pollos: rutea hijo, rutea, y tú ruteabas y la gallina torcía la cabeza para mirar pa arriba, mientras los pollos corrían a esconderse; era bonit.A.G.F.. sabañones vendo, aquí los dejo y me voy corriendo: en los terribles inviernos el frío se cebaba en los pies y en las orejas, que calentados a toda prisa en lumbres y braseros producían sabañones. La creencia popular (o las ganas de librarse de ellos) decía que soltando un puñado de sal en la casa del vecino a la vez que gritabas este dicho, te los quitabas de encima y se los pegabas a él, no se recuerda la efectividad, pero las grescas que se armaban a costa de ello son inolvidables. sede: sed de agua de beber. sentajo: asentajo: asiento rústico o natural que hace el oficio de silla. serano: en las largas noches de invierno, las gentes de mi pueblo se pasaban largos ratos compartidos antes de irse a acostar, se iban de "serano" con los vecinos o ellos venían a tu casa, tenían en esta época un final precipitado, cuando Correlindes, el lucero, daba los tres guiños con la luz eléctrica y apagaba el motor de la luz al rape . Aquellos seranos se acabaron con la tele. silbaera: con un pequeño trozo de azulejo, y un clavo como herramienta se hacía un silbato que podía aturdir al más pintado... era la silbaera. sobeo: dícese de la pieza, al principio coyunda y luego soga, con la que se une el yugo a la pértiga del carro. Enseñando la osa mayor, se dice de una estrella pequeñina que está junto a la 2ª de la pértiga, que es la orra que está royendo el sobeo; a mí me lo dijo el Sr. Abundio. sojao: los carros de labranza solían tener un armazón fijo y dos tableros móviles, que colocados delante y detrás hacía un cajón fijo; estos tableros eran muy graciosos y verdaderas obras de arte. Solían contener alguna frase del estilo: “viva mi amo”. Bueno, a lo que íbamos, quítele Vd. los tableros al carro y lo que queda del cajón es el sojao. soplamocos: manotazo, cachete, solía ser pura amenaza : como no dejes de gimplar te sacudo un soplamocos... y tú te callabas. soplique: soplillo muy rústico: una rueda de paja trenzada y un mango de palo; se utilizaba para la hornilla, en la lumbre baja levantaba morceñas. sostribarse: apoyarse con todo o con parte del cuerpo en una pared, cayada, etc. sotabanda: paliza, sobre todo a trabajar, jupa. tabarro : Tábano, mosca enorme que solía despertar a los trilliques de muy mala manera, estos en venganza la pillaban, le metían una paja por el culo y la soltaban para que volase, el mosco se iba cabreado con el apósito, pero hacía un prumrumrum delicioso mientras volaba. (delicioso para el trillique) talanca: lo decíamos cuando de niños jugábamos a los toros (con cuerna y todo) y se llamaba así cualquier altito natural o artificial que servía de refugio cuando el de la tora se ponía furioso y corneaba, lo cual era su deber. Quizás venga de ahí talanquera. taparse: Cubrirse una hembra, preñarse, sólo se aplica en los animales: este año, con venir la primavera retrasada se me quedaron machorras la mitad de las ovejas, el año pasado se taparon (cubrieron) casi todas. targa: ¿targá? tarea larga y penosa de algo que cansa por aburrimiento: me espera una tendalá de ropa y una targá de plancha. tarja: es una tabla en forma triangular que se utiliza como moneda de cambio, la daba el panadero, tío Nisio, por una saca de harina, y cada vez que ibas a buscar el pan, el medio pan o el cuartal te hacía con su navaja una muesca en la estría correspondiente al pan, al medio o al cuartal. En cierta ocasión, cuando niño me dediqué a terminar de hacer todas las muescas posibles a la tarja, porque quedaba más bonita completa, me libró de la calienta la bondad de tía Tiva agf tartera: tapadera de corcho o madera con la que se cerraba la ciambrera (fiambrera) y la boca de las cántaras. tená: tenada, cobertizo para el ganado, generalmente dentro del corral. tendalá: tendalada, conjunto de ropa recién lavada y dispuesta para tender. tengo atronao : significa exactamente : tengo oído, cuando lo que se tiene oído o es un rumor lejano o no se quiere decir que se sabe con toda certeza: tengo atronao que nos van a cobrar por cada matanza diez duros pal veterinario o pal Ayuntamiento( y los truenos eran ciertos). tesar: acción de hacer retroceder a la pareja de vacas "uñida" al carro: estaba tesando, no calculó bien y espanzurró el esquinazo de la pocilga. tiberio: (disturbio) es nombre común para indicar lío, follón, cisco: vaya un tiberio que formaron en plena calle. tiesto: además del significado general tenía el propio de tirar tiestos: manía propia de las noches de invierno, por el tiempo de las matanzas, etc. que consistía en coger un cacharro roto: cántara, barril, botijo, jarra, botella, bombilla etc. y, previo manotazo a la parte superior de la puerta de la casa del vecino, se arrojaba con toda la violencia posible contra el suelo; rara vez se disfrutaba del asunto, pues entre el dueño de la casa y los perros salía el tiestero que perdía el culo. tío : se designa con este honroso título y sin artículo a todas las personas respetables de cierta edad sean parientes o no. tío tenéis lumbre: con esta expresión se corta al interlocutor toda posibilidad de dar la monserga: no me vengas ahora con tío tenéis lumbre . tirabeque: artilugio lanzador de piedras consistente en un palo (manillar, manija o manilla) en forma de Y de cuyos extremos superiores salen dos gomas unidas por un trozo de material (así se llama a este trozo de piel), en el que se coloca la piedra. Tiene gran precisión a corto y medio alcance. tirarse como gato a bofe: ir con prisa y avidez hacia algo o alguien. tó: exclamación para empezar una frase de sorpresa: estando el marido tirando los pantalones detrás de la puerta de la cuadra, sintió pasos y con una mano se sostribó en la puerta para que no le pillaran en tan vulgar y común faena, pero como dejara una ranura, por ella la mujer metió la garrota y sacudió duro, lo que al sentir en propias carnes hizo blasfemar al hombre, ante lo cual la sorprendida mujer respondió ¡To! si creí que eras el burro, ¡Cómo iba a pensar que estabas moviendo el vientre tan cerca de la calle!. toba: así el dueño llama a su perro para que venga, el antónimo es chucho. tocar a comer: antes se tocaban las campanas para rezar las oraciones: al amanecer, al mediodía y al atardecer (se llamaban el toque de la oración, y el de la noche era la señal de irte a casa) ; pero a falta de devotos voluntarios para tocar a deshoras, sólo el alguacil y por obligación, subía a la torre para dar cuerda al reloj, lo hacía a la una en punto (las 13) y tocaba el Ángelus, el pueblo paraba toda actividad y se disponía a comer. Con el tiempo se olvidó el origen del campaneo, pero no el hecho de comer a la una y el dicho de “tocar a comer” era la referencia para salir de la escuela, parar de segar o trillar etc. había animales que el tercer día de trilla, al sonar las campanas, se paraban solos. tocón: adobe más grande que el normal, con poca o ninguna paja de centeno y secado al sol, los hacía tío Tomás (el toconero) y su técnica era la misma que, según Plinio era trabajada en Numancia, donde las paredes de tierra (formaceos dixit), se hacían colocando el barro entre dos tablas y apisonándolo : resistían a los siglos y ni los vientos ni las lluvias las destruían. tora: con los dos cuernos de una cabra (vacíos de tuétanos) y un palo de encina que los uniera se hacía una tora (cornamenta) imprescindible para jugar a los toros, las había de Mihura, del Cristo, de casta , de Sageras etc. todas muy bravas. |