Almendra - Salamanca

EL TIO ADOLFO
Yo vestía sandalias y pantalón corto sobre unas piernas torcidas, era un niño de seis años, en un país donde reinaba un tal Francisco. Todo era divertido, incluso jugar a pistoleros, pues disparábamos con el dedo y el otro niño caía al suelo muerto y así, - nunca pasaba nada…
Solo algunas veces pasaba algo, cuando el tío Adolfo, pariente del cura, amigo del cabo y enemigo del maestro, se reunía con sus parientes y amigos en el salón de plenos del ayuntamiento.
Allí, entre ellos, se hablaban a las orejas, insultaban al vecino, llamaban tontos a los niños del pueblo y los expulsaban del salón de plenos, un día me tocó a mí y con gesto vergonzoso, salí a la calle, empecé a jugar y a reírme del tío Adolfo, del cura y del cabo y si pasaba por allí el maestro, levantaba la mano y con gesto feliz le decía, -hola Don Manuel…
El tío Adolfo era eso, un tío que ponía su nombre en una fuente, en una cosa como una placa que decía: “Yo Adolfo H. siendo alcalde de… hice esta fuente… año de 1900” y yo que solo era un niño, allí me quitaba las sandalias y sentado en el primer escalón sin agua me mojaba los pies hasta las rodillas riéndome de aquel tío que escribió la placa y que un día me expulsó del pleno y todo ello -porque tenía un garrote que lo llamaban “el bastón de mando”.
De esto hace la friolera de 45 años.
El pasado día 11 de junio del siglo XXI, acudí a la toma de posesión de los Concejales Electos en el mismo pueblo, pero allí no vi o no estaba el tío Adolfo, ni el bastón, había desaparecido de tal modo o forma que ni el alcalde entronante lo encontró, yo tampoco vestía pantalón corto ni usaba sandalias y me dicen que no se puede estar en ese Pleno municipal…- oh lo que la secretaria diga…
Fui el único asistente del público, de pies, sin decir palabra, reunidos en torno a la mesa de secretaria, Toñina en lugar de aceptar tomar el cargo de presidir la mesa de edad, dice solemnemente –“eso mismo, yo esto, nunca lo había hecho”… y para que conste en la hemeroteca, porque dudo de conste en el acta del pleno (tras doce años en el ayuntamiento).
Y recordé a aquel tío, ya que la candidata dijo lo mismo que yo cuando era un niño de seis años y fui expulsado del pleno y que cuando estaba jugando en la calle, me encontré con el maestro Don Manuel y me dijo: -tú juega y lee, que este es amigo de Francisco… -ahora 45 años después, lo he entendido, nunca es tarde… Paso aquí el 11 de junio de 2011