Aldealengua - Salamanca

Parece que tampoco podemos pasear por el campo.

Por si fueran pocas nuestras desdichas, mencionadas con anterioridad y sin esperazas de ser resueltas a corto plazo como los cortes de suministros de agua y luz cuando menos te lo esperas, un servicio de correos incompetente, problemas en las comunicaciones con el móvil y la recepción de TV, la falta de cobertura de ADSL, de TDT, de cable, la carretera -con más tráfico cada día- cruzando el pueblo sin apenas tramos de aceras, la vía del tren cercada y dividiendo al pueblo, un río descuidado y lleno de mierda por la costumbre de usarlo como vertedero, falta de alcantarillado para gran parte de las viviendas... se suma ahora un peligro real: cazadores sin escrúpulos que, por lo que nos ha tocado sufrir en carne propia, disparan a "cualquier cosa" que se interponga en su camino:
el pasado domingo día 9, mi perro Yoni fue abatido de un sólo tiro en el cuello durante su paseo. Se adelantó unos pasos, le perdimos de vista un momento y no lo volvimos a ver... vivo. Los disparos se oían cerca y al llamarle y no volver iniciamos el camino de vuelta pensando que nos seguiría en unos minutos. Pero los minutos se hicieron horas, volvimos a salir a buscarle y nada. Toda la noche con la puerta abierta y nada. Por la mañana apareció en el camino que solíamos seguir y a menos de cincuenta metros de donde le perdimos de vista y no respondía a nuestra llamada. Suponemos que en ese momento ya estaría muerto, quizás uno de esos disparos que oimos cerca y por los que decidimos volver fue el que nos ha privado de su compañía... pero ¿qué habría pasado si en vez de decidir esperarle le hubiéramos ido a buscar? ¿Qué habría pasado si vemos cómo le disparan?... Mejor no pensarlo.

Para los que conocéis la zona os diré que solíamos ir por el camino que sale a la derecha de la carretera al comenzar el viaducto -dirección Salamanca- y seguíamos todo ese CAMINO durante una hora para luego volver. Los días de caza volvíamos antes para no acercarnos mucho a los disparos, puesto que un accidente siempre puede pasar y el coto está cerca (si nos fiamos de la señalización).
Nunca pensamos que algo así podía pasar porque NO ES UN ACCIDENTE, en eso coinciden Guardia Civil, veterinario, cazadores amigos y la lógica: el tamaño de Yoni, lo acertado del disparo, y la zona donde estaba el cadáver, hacen que sea imposible creer que fue un accidente.

Por suerte, Seprona se ha interesado por el caso y aunque Yoni no va a volver, esperamos que se asegure de que, al menos, se deje de disparar a todo lo que se mueve y en el lugar que les apetezca.

Acabo de leer tu relato y decirte que no me extraña nada. Ya no es que no se pueda salir al campo a pasear, pronto dejaremos de salir de casa. Por la zona cercana al río algunos escopeteros campan a sus anchas, y será preciso esperar a que caiga herido, en el mejor de los casos, cualquier convecino para que se tomen las medidas oportunas, pues un simple perro (dicho con mucho cariño) o un gato doméstico, por poner otro ejemplo, empiezan a ser objetivo de esos sujetos con licencia para matar que esconden su hombría detrás de su escopeta, auténticas escopetas con patas, sin escrúpulos, que descargan toda su ira sobre indefensos animales domésticos que ningún daño hacen. Repito, se precisará que alguna persona resulte lesionada para que se tomen las medidas necesarias, pues vuelvo a repetir que en determinadas ocasiones los tiros los sentimos como si estuvieran dentro de nuestras casas, lo que quiere decir que muy lejos no pueden andar. El miedo te impide salir a ver quien anda por allí.
Yo, desde mi sensibilidad y aprecio al reino animal, sólo puedo decir una cosa: "Malditas sean las armas y cien veces más malditos los miserables que las disparan".

Siento mucho lo del perrito,pero sentiré aun más al pobre diablo que algun dia me dispare.Mi padre es agricultor y cada verano lo mismo,los cazadores a menos de 100 metros de nosotros disparando.Cuando realmente más miedo paso son los domingos a esto de las 7 y media 8 de la mañana,que digo yo,con lo agusto que yo estaria en la cama y ellos se levanten a cazar y dentro de poco esporo que no tenga que decir cazarnos.A mi me dan realmente miedo,a mi abuela ya la dispararon una vez y tiene algunos balines de un cartucho en una de las piernas.Yo no puedo hacer nada para que no cacen,pero si podemos hacer algo para que no lo agan tan cerca de las personas,que pasean,trabajan..por los alrededores del pueblo.

Gracias por lo del perro. Mi marido iba con él y gracias a que no pudo ver quién fue el rambo que le disparó que si no... no sé lo que hubiera pasado. Y es verdad, disparan a todo lo que se mueve y donde les da la gana. Todos los vecinos con los que he hablado tienen alguna mala anécdota que contar con los cazadores... menos el alcalde, al que le hablé del tema y como si decía misa.