Vigo - Pontevedra

Las encuestas del PP aseguran que el Concello está en el aire

El voto oculto e indeciso conceden tanto a Caballero como a Porro posibilidades para hacerse con la alcaldía el año que viene

En el entorno del PP aseguran tener la explicación al repentino ataque en tromba que el alcalde, Abel Caballero, y su partido en Vigo protagonizan desde hace unos días contra Corina Porro, antes incluso de ser nominada candidata a alcaldesa, circunstancia que está al caer. La respuesta está en las encuestas, la otra herramienta que condiciona la actividad política tanto al menos como la importancia que los dirigentes otorgan a la visión que de sí se proyecta en los medios de comunicación.

La dirección gallega de los populares recibió hace dos semanas las conclusiones de los sondeos realizados en las principales ciudades gallegas, y que en Vigo determinan que lejos de la continuidad que dibujan los pronósticos socialistas, hay partido de sobra que jugar antes de dar por perdida la alcaldía. Los resultados del trabajo demoscópico no son determinantes de por sí, pero al menos establecen unas horquillas tan amplias, que a falta de un año para los comicios podría decirse que tanto Corina Porro como el tándem PSOE-BNG parten con posibilidades de hacerse con el poder local.

La clave, según el análisis de las opiniones de los encuestados, estaría en una bajada en la popularidad de Caballero, que vería diluirse el efecto contra la fusión de las cajas a causa de su excesiva tendencia a la confrontación y su incapacidad para propiciar acuerdos que permitan a Vigo recibir inversiones de la Xunta. La misma encuesta da cuenta de una creciente desmovilización de la izquierda, causada tanto por los efectos de la crisis y el crecimiento del paro como por un populismo, como el del alcalde, que el progresismo nunca ha aceptado. En el mismo sentido incidiría además una caída notable del Bloque, que, según el sondeo, no lograría diferenciar su gestión municipal de la de su socio.

Voto oculto

El alto porcentaje del voto oculto es interpretado desde los analistas del PP como un futuro voto de castigo o abstención de los votantes clásicos de la izquierda, mientras que los populares se ven capaces de movilizar a su parroquia, por ahora dormida, desactivada e incluso dividida. Para ello, José Manuel Figueroa ha recibido el mandato directo de Alberto Núñez Feijoo de recuperar a todos los componentes del partido que en los últimos años se han ido alejando por su animadversión a Porro. La foto de Manuel Pérez besando a la presidenta del Puerto el día de su reelección como presidenta del PP local no es más que su ejemplo práctico, aunque para ello haya que haber dado muestras de que la repesca política podría llevar aparejada la futura integración en la Administración autonómica de algunos de los vueltos al redil. El Puerto, por ejemplo quedará libre en breve y habrá que buscar perfiles que lo puedan ocupar.

La confección de las candidaturas se antoja también como un elemento clave para mover voluntades electorales y el capítulo de recepción de currículos está abierto, para presentar fichajes con los que elevar el tono de una corporación floja como la actual.

Falta un año exacto para resolver la incógnita, pero la campaña está a punto de empezar de verdad. Y por cierto se antoja que será más que sucia.

https://ww.lavozdegalicia.es/vigo/2010/05/02/0003_8456999.htm