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LA PASTORADA

Poblacion:
España > Palencia > Villambroz (Villarrabé)
LA PASTORADA
L A P A S T O R A D A

representación navideña
Autor: Anónimo


VILLAMBROZ ( Palencia )




P E R S O N A J E S

1 Rabadán
2 Pastor 3 Blas
4 Pascual 5 Chamorro
6 Zagalín 7 Pastoras
8 El Angel 9 Antón
10 El Niño 11 Juan Lorenzo
12 Pastores 12 La Virgen
13 Zagalón 14 José
15 Zagaleto 16 Otros





LUGAR DE LA REPRESENTACIÓN


En la iglesia de Villambroz. Según referencias, fue representada a principios del siglo XX por los entonces jóvenes del pueblo de Villambroz

Entrada: en el atrio de la iglesia. Con las puertas cerradas (entreabiertas)

Primera escena dentro: al aire libre, un cobertizo, una hoguera: diálogo de los pastores, y primer anuncio del ángel

Segunda escena: en el bosque, canto del gloria del ángel, reunión con las pastoras para ir al portal

Tercera escena: canto del ángel, dialogo con el Rabadán, ofrecimiento... en el Portal

Despedida, vuelta al final de la iglesia.


E N T R A D A

Aquí estamos los pastores,
reunidos en la sierra.

Hemos tenido noticias,
de que en esta noche llegan
la Virgen Santa y su Esposo,
sea muy enhorabuena.

Sabemos que su morada
es el hueco de una peña,
porque la pobre Señora
no halló posada en su tierra.

Venimos a visitarla,
dentro de su casa mesma.
Las puertas están cerradas,
mejor estaban abiertas.

Abre la puerta, portero,
que queremos entrar dentro,
a ver a la Virgen María,
y el Divino Sacramento.

Nosotros los pastorcitos
de rodillas nos postremos,
y, dichas estas palabras,
agua bendita tomemos.

Tomemos agua bendita,
que nos sirva de consuelo.
Con esto vamos a ver
a la Reina de los cielos.


Escena 1ª

DIALOGO ENTRE LOS PASTORES.
Y ANUNCIO DEL ANGEL


Rabadán:
¿Qué os parece, compañeros,
ya será llegada la hora
de dedicarnos al descanso?

Pastor:
Tienes razón, Rabadán,
que la noche se ha hecho para dormir
y el día para velar.

Rabadán:
Y el ganado,
¿quedó resguardado del enemigo?

Pascual:
Pues allá quedaron los mastines.

Zagalín:
Allá quedó mi leal
que dejándole de guardián,
no habrá quien se arrime
hasta la hora de soltar.

Rabadán:
Pues entonces ya podemos reposarnos
en este humilde cobertizo
Y dormir lo que resta de la noche.

Con que hagamos la cama, y
¡Buenas noches, compañeros!

(se acuestan...duermen...)

El Angel: (cantando)


¡ Alerta, alerta, pastores!
¡ Alerta, alerta, un momento,
que el Niño Dios ha nacido
y es para vuestro remedio!
Marchad a Belén, pastores,
a prisa, luego y corriendo,
que allí hallaréis al Niño
entre unas pajas envuelto!

Rabadán:
¡Jesús, Jesús, qué prodigios;
Jesús, Jesús, qué portentos!
Qué voces serán esas
que estando yo en un profundo sueño,
me despiertan y me dicen
que a Belén vaya corriendo.
Parece la voz de un ángel...
y lo es, no puede menos...

Mas ya se apagó aquella luz...
¡qué tristeza es la que yo tengo!
¿Qué hago en este caso?
Llamaré a mis compañeros
y les contaré el suceso.
pero será muy difícil
persuadirlos de hacerlo.

Volvámonos, pues, a echar,
y haré que duermo y no duermo
y, si se vuelve a repetir,
yo les llamaré con tiempo.

El Angel: (cantando)

¡Alerta, alerta, pastores!
¡Alerta, alerta, un momento,
que el Niño Dios ha nacido,
y es para vuestro remedio.
Marchad a Belén, pastores,
a prisa, luego y corriendo,
que allí hallaréis al Niño
entre unas pajas envuelto!


Rabadán: (levantándose)

¡Arriba, mis amigos!
¡Arriba, mis compañeros!
Gozaréis de mis delicias,
quiero quitaros el sueño
que nos priva
de gozar un grandísimo Misterio


Juan Lorenzo: (se levanta medio dormido)

Déjame dormir, Rabadán,
quítate de chichiribeos,
que si dormir no me dejas,
armaremos paloteo,
y veremos quién de los dos
es el más majo,
grandísimo majadero.


(vuelve a acostarse)
Rabadán:

Al oir yo la respuesta
del airoso Juan Lorenzo,
ya se volvió a deslumbrar,
aquel brillante lucero.
Volveremos, pues, a echar;
yo haré que duermo y no duermo,
y si vuelve a repetir
la duce voz de su soneto,
usaré de alguna industria
para que mis compañeros
gocen de aquestas delicias
y admiren estos portentos.

(medio pensativo)

Dije, pues, que a echar me iba...
ya digo que no me acuesto...
A llamarles voy de prisa,
despertándoles del sueño,
llamándoles por su nombre,
de esta manera y diciendo:
¡Tente arriba, tú, Chamorro,
y tú también, Juan Lorenzo!
¡Tente en pie, tú, Zagalón,
y tú también, Zagaleto;
Antón, Pastor, Pascual y Blas,
que vayan haciendo lo mismo!
Y tú también, Zagalín,
¿no te cansas de dormir?


Juan Lorenzo: (preguntando)

¿Qué nos quiere el Rabadán,
que nos llama tan de presto?

Rabadán:
¿No queréis ver y gozar
de lo que yo gozo y veo?

Todos:
¡ Sí !

Rabadán:
Pues sabed
que en aquellas alturas,
y en aquel iluminado cerro,
un parafino celeste,
que por dos veces me ha dejado
su soneto, confuso y suspenso.
Sin duda que aquí se encierra
un grandísimo Misterio.

Juan Lorenzo:¡Qué soneto, ni qué soneto!
¿Tú faltar a mis cantiñas,
cuando yo de hambre estoy muerto?

Yo voy a hacer unas migas
para alimentar el cuerpo.
Y tú también, Zagalón,
que te tienes casi yerto
de hambre y necesidad,
vente conmigo al momento.
Haremos unas miguitas
bien componidas con sebo.

Zagalón:
Tienes razón, Juan Lorenzo,
que, como dice el adagio:
De la panza sale la danza.

(haciendo las migas...)

¿En qué piensas tú, Zagaleto?
Zagaleto:
En almorzar con vosotros las migas,
que eso es muy bueno.

Juan Lorenzo:
Bato, come a menudo,
que el viejecillo
tiene el diente agudo.

Blas:
La bota ande
para que el viejecillo
no se atragante.

Chamorro:
La longaniza está buena
y los demás enredos;
pero tras de las migas
se van los dedos.

Zagalín:
Las migas no están blandas,
y el Niño es tierno
y no podrá pasarlas.

Zagaleto:
Compañero, ¿tienes pan?


Juan Lorenzo:
Quítate de pan, ni pana,
que ahora no estamos en eso

(dirigiéndose al Rabadán)

Come migas, Rabadán,
ahora que tienes tiempo;
y veremos en qué para
lo que tú estabas diciendo.

El Angel: (cantando)
¡Alerta, alerta, pastores!
¡Alerta, alerta, un momento,
que el Niño Dios ha nacido,
y es para vuestro remedio.
Marchad a Belén, pastores,
a prisa, luego y corriendo,
que allí hallaréis al Niño
entre unas pajas envuelto!

Rabadán:
Atención, atención que se repite
la dulce voz de su soneto.

Chamorro:
¡Ahora sí que yo lo oigo!

Zagaleto:
¡Ahora sí que yo lo veo!

Juan Lorenzo:
¡Ahora sí que al Rabadán
a juntos pies yo le creo!

Zagaleto:
Yo ya no quiero almorzar.

Pastor:
¡Yo,ni aun pensar en ello!

Juan Lorenzo:
Yo me muero por saber
y averiguar el suceso.
Y para hallar esta dicha,
¿qué hemos de hacer en ésto?
¿Quién guardará el ganado
si a buscarle resolvemos?

Chamorro:
Pues ir unos y quedar otros,
porque si arrastrados
del prodigio, del deseo
dejamos solo el ganado,
¿quién detiene al lobo fiero?
Pues ir unos y quedar otros.

Zagalón:
¿Y quién querrá quedarse
aunque suertes nos echemos?
Qué corazón sufrirá
el no ir y quedarse quedo?
Y para no errarla,
¿qué hemos de haced, Juan Lorenzo?

Juan Lorenzo:
Ea, en reparos no andemos;
vayamos a Belén
y veamos al Verbo,
esta Palabra hecha carne
quien el Padre y el Espíritu Santo
patente lo han hecho.

¡Piérdase el ganado,
piérdase la hacienda!
Con tal que veamos a Dios
no nos es menester la hacienda.

Con que, pastores y zagales,
sacudamos la pereza
y con alas a los pies
vayamos a ver al Verbo


Escena 2ª

CANTO DEL ANGEL.
LLAMADA A LAS PASTORAS.
CAMINO DEL PORTAL


El Angel: (cantando con otro son)

Gloria a Dios en las alturas
y paz a las criaturas
de mi buena voluntad.

Rabadán:
¿Oyen mis compañeros
los cánticos sonoros del ángel?

Juan Lorenzo:¡Qué melodía
experimenta el alma mía!

Rabadán:
Pastores y zagales, venid conmigo.

Blas:
¿Quién llama a las pastoras?

Zagaleto:
Que las llame el Rabadán


(lo siguiente, cantando...)
Rabadán:

Dónde está la mi pastora
dónde está la mi zagala
que las quiero yo encontrar.

Pastores:
Sal al campo
y ve las huellas
del ganado
que por ellas
a quien buscas hallarás.

Rabadán:
Ven pastora del collado
caminemos hacia el prado
las ovejas a pastar.

Pastoras:
Vamos, pues, pastor amado,
que las flores han brotado
con hermosa humildad.

Rabadán:
Y veremos con amores
que las plantas y las flores
sus pimpollos brotarán.

Pastoras:
De la tórtola amorosa
ya se oyó su voz preciosa,
que la tierra fruto da.


Rabadán y Pastoras: (juntos y con otra melodía)

Venid, venid conmigo,
veréis la maravilla
que jamás habréis visto:
a la Virgen María.

Pastores:
Vamos, vamos allá
alegres y festivos
y en tanto que llegamos
referid lo que eis visto.

Pastoras:
Una zagala hermosa
más blanca que un armiño
en un portal oscuro
parió un precioso niño.
Pastores:
Venid, venid conmigo
veréis la maravilla
que jamás habréis visto:
a la Virgen María.
Todos:
Venid hacia Belén
en un portal pajizo
hallaréis tres personas
de rostro cristalino.

En un pesebre le tiene
Prodigio de prodigios,
Cuantos le ven le ofrecen
a aquel divino hechizo.

Compendio de hermosura
es el recién nacido;
Las gracias y virtudes,
en El se ha reunido.

Un venerable anciano
de unidos atavíos
parece ser el padre
del Niño que ha nacido.

Venid, pues, y veréis
qué amante y compasivo
recibe a los que le miran
postrados y rendidos.

Absortos de alegría
y llenos de cariño,
mirad, del tierno infante
amor tan excesivo.


Escena 3ª


EN EL PORTAL DE BELÉN

El Angel: (cantando con la misma melodía anterior)

Gloria a Dios en las alturas
y paz a las criaturas
de mi buena voluntad.

Rabadán: ¿Quién es ese tierno Niño
que entre tanto desaliño
descubre su majestad?

El Angel:
El Niño es Dios Encarnado
que al portal y esclavizado
vino a dar la libertad.

Rabadán:
¿Quién es aquella doncella
tan hermosa como bella
y llena de urbanidad?

El Angel:
No tiene en la tierra padre
y la doncella es su madre
sin perder su integridad.

(sin cantar, recitado)
Rabadán:

¡Caso pasmoso, gran maravilla!

El Angel:
Conmigo el Niño adorad.

Rabadán:
Mil benes enhorabuena
Venga ya Niño divino
a honrar el mundo
con vuestra persona divina,
a librarle y rescatarlo
de las culpas y pecados.
Y a Vos, Virgen Santísima,
os damos la enhorabuena
parabién de este feliz pastor.


El Angel: (cantando con la melodía anterior)

Hoy, pastor de cielo y tierra
de las almas dulce imán,
los pastores a tus plantas
obsequios os quieren dar.
Hoy el cielo nos previno
un pastor amante, fino,
es tu Niño celestial.
Y su madre peregrina
esta pastora divina
que a los hombres guardará.
Ay pastor del alma mía
¿dónde haces tu mediodía
que te quiero yo encontrar?

(bajándose el Angel de donde está,
dice sin cantar)

¿Traéis algo qué ofrecer al Niño?


Todos:
¡Sí!

El Angel: ( ofrece cantando con otra melodía)

Una manzana bella
Niño aquí tienes (bis)
Que por una manzana, ¡sí! ¡sí!
sé yo que vienes (bis)
y no lo extrañes (bis)
que por ella te veas, ¡sí! ¡sí!
en este lance (bis)

Todos: (estribillo)

Ay, que eres lindo,
Ay, que eres bello.
Tú de mi gusto, ¡sí! ¡sí!
Tú de mi afecto
Tú de mi afecto

(el ofrecimiento lo hacen cantando cada uno y contestan todos con el estribillo)

Pastora:
Recibe Niño hermoso
desta pastora
desta pastora
un poquito de queso, ¡sí! ¡sí!
que traigo ahora
que traigo ahora.

Te lo he dado
Te lo he dado
por ser el más querido, ¡sí! ¡sí!
y el más amado
y el más amado.

Todos:
Ay que eres lindo...
Rabadán:
Una rosquilla blanca
Niño aquí tienes
Niño aquí tienes
que por una rosquilla, ¡sí! ¡sí!
sé yo que vienes
sé yo que vienes.

Es cosa clara
es cosa clara
que a los recién nacidos, ¡sí! ¡sí!
no les amarga
no les amarga.
Todos:
Ay, que eres lindo...

Pastor:
Miel virgen traigo a mi Niño
porque pretendo
porque pretendo
que a la miel se aficione, ¡sí! ¡sí!
mi dulce Dueño
mi dulce Dueño

Y es cosa clara
y es cosa clara
que a los recién nacidos, ¡sí! ¡sí!
no les amarga
no les amarga.

Todos:
Ay, que eres lindo...
Antón:
El turrón de Alicante
yo darte quiero
yo darte quiero
por estar aliñado, ¡sí! ¡sí!
con grande esmero
con grande esmero.

Y su dulzura
y su dulzura
es para que me alcances, ¡sí! ¡sí!
buena ventura
buena ventura.

Todos:
Ay, que eres lindo...

Blas:
De avellanas un puño
traigo a tu gracia
traigo a tu gracia
por ser hijo de nave, ¡sí! ¡sí!
siempre segura
siempre segura.

Que es cosa llena
que es cosa llena
que me libres del pecado, ¡sí! ¡sí!
de Adán y Eva
de Adán y Eva.

Todos:
Ay, que eres lindo...

Pascual:
Un pero muy hermoso
yo te presento
yo te presento
porque bien sé que el Niño, ¡sí! ¡sí!
no tiene pero
no tiene pero.

Y por la victoria
y por la victoria
pido a Dios que me lleve, ¡sí! ¡sí!
a esa tu gloria
a esa tu gloria.

Todos:
Ay, que eres lindo...

Zagalín:
A la Virgen la ofrezco
esta cordera
esta cordera
la mejor que ha criado, ¡sí! ¡sí!
la primavera
la primavera
Tuya es la cordera
tuya es la cordera
y por ella te pido, ¡sí! ¡sí!
la gloria eterna
la gloria eterna.

Para que no se pierda
esta cordera
esta cordera
salga el mayordomo, ¡sí! ¡sí!
a recogerla
a recogerla.

Todos: (juntos cantan con otra melodía)

La cordera no es muy grande
ni tampoco muy pequeña;
la lana que tiene es poca
pero la que tiene es buena;
en echándola a la rueca
se hilará como la seda

(Se levante el mayordomo
si está por ahí sentado
y recoja la cordera
pa la Virgen del Rosario.
Se la entregue a buen pastor
y si acaso se le pierde
que pague otra, tal como ella.
Y si acaso se le muere,
que pague con la pelleja).

Todos: (cantan con otra melodía lo siguiente)

Mírale, mírale pastorcito.

La noche estaba muy fría;
al ir corriendo tras dél
en tanto calor entramos
que nos vino Dios a ver.
Mírale, mírale pastorcito.
Entramos allá y dijimos
viendo una mula y un buey
y tal Niño en un pesebre
"Verbum caro factum est".
Mírale, mírale pastorcito.
Cómo se llama ese Niño
que hoy ha nacido en Belén
El Angel fue el que nos dijo
que se llama Enmanuel.
Mírale, mírale pastorcito.
En carnes mortales vino
más hermoso que un clavel;
muy bello estaba el cielo
pero no tiene que ver.
Mírale, mírale pastorcito
Vino a remediar el mundo
que hoy tan perdido se ve
y el remedio que ha dejado:
el poder de Dios cual es.
Mírale, mírale pastorcito.

Todos: (cantan con otra melodía)

Cuando por el Oriente
sale la aurora
caminaba la Virgen
Nuestra Señora,
tan linda y tan bella
que a los cielos lleva
¡bendita sea!

En sus entrañas lleva
con alegría,
lleva al Rey de la gloria
la Virgen pía,
fragante rosa.
¡Qué madre tenemos
tan hermosa!
Montes, prados y selvas
plantas y flores
a la Virgen la ofrecen
dulces favores.

Ay, qué dulzuras
alcanzan de María
las criaturas.
San José que a la Virgen
va acompañando
con humildes suspiros,
dice llorando:
prenda adorada
y lo que siento
que estás fatigada.

Ay, paloma divina,
Ay, mis amores,
quién albricias pudiera
nuestro favores.
Ay, qué tormentos
el alma se anega
de sentimientos.

Todos: (con otra melodía)

Preñadita y hermosa
niña y doncella,
¿Quién ha visto en el mundo
cosa como ella?

A quien tiene dinero
mi casa asiste
pero el que no lo tiene
que se desvíe,
que se aleje
y en pacífica calma
mi casa deje.
A un portal venturoso
se retiraron
donde un buey y una mula
les abrigaron.
¡Dos animales
enseñan a los hombres
a ser filiales!

Era la media noche
del mayor día
cuando nació de su Madre
Virgen María;
¡Ya qué delicias!
Serafines del cielo
¡Albricias!

Envuelvele la Virgen
para adorarlo
y San José bendito
quiere arrullarlo.
¡Que mi Niño duerme
no me lo inquiete nadie!

Los cielos se adornaron
para esta noche
Viendo al sol que nacía
a la media noche.
Los ecos resuenen:
Gloria a Dios en las alturas
Paz en la tierra.
Un ángel como un cielo
de resplandores
les llevó la noticia
a los pastores.
Desde el Egipto
van a ver al Infante
recién nacido.
Aquí en esta corte
osea selva
Dios nació de su Madre
el gozo nos vuelva;
suenen sonajas
asistan tamboriles
oigan monajas.

Toca el rabel, Domingo
con mil piquetes
y María y Tomasa
los panderetes;
Gil la zambomba
Bato las castañuelas
y la zambomba.

A Belén presurosos
fuimos llegando
a Niño muy humilde,
Dios, le adoraron;
Ay, qué bendito
¿no ves qué serio
Jesús bendito?
Su venerable padre
cómo tirita
pero su Madre
cielo, fue señorita.
Bella serrana
¡Bendito sea
el fruto de sus entrañas!
Unos le dan mantequilla
y otros pañales
y fajas y baberos
muy especiales;
dulces, jamones
corderos, mantillas
y requesones.

Todos: (con otra melodía distinta de la anterior)

Cómo alegres, brindaron
la Noche Buena.
Delante del sol tienes
toda la cena.
Saca pan blando
y una bota bien llena
para echar tragos.

La longaniza cuelga
sin más enredos,
pero tras las longanizas
se van los dedos;
Y alegres comen
sin dejar cosa viva
en los zurrones.

En mascullar parecen
lobos perversos
pero se ve que roen
poco los huesos
y las cecinas
a medio asar
y con cenizas.
Oyes, Mingo, tu comes
salchichas rancias
Parece que te embobas
con las ganancias
y el que come torreznos
no asa castañas.
Lleva aquesta presa
a la parida.
Que sea a nuestro valle
muy bienvenida.
Ay, qué tesoro
los cielos la bendigan
que es como un oro.
Venga, dijo Pipote,
la bota amada,
que las migas se pegan
a la garganta
y el picadillo
vaya al tio Calzorras
y eche un traguillo.

No te descuides, Bato,
come a menudo.
Mira que el viejecillo
tiene un diente agudo.
La bota ande
para que el viejecillo
no se atragante.

Antón cayó de hocicos
entre unas pajas
y Pepucho le dijo:
¿subes o bajas?
Y al final brindaron
que salud del cielo
por muchos años.

Acabada la cena
tan excelente
ante el Niño bailaron
alegremente
Blas con Antonia
Juan salió con Dominga
Gil con Romana.

Luego se despidieron
del tierno Infante
besándole las manos
a cada instante
les dió las gracias.
Una estrella fama
reyes condujo a adorar
al Lucero de la mañana
y reverentes
de incienso, oro y mirra
le dan presentes.

Bendito sea el fruto
que hoy nos recrea.
Y su Madre preciosa
bendita sea.
Flores de palma
salud, vida y consuelo
de nuestras almas.

Oh maravilla rara
hace Dios hombre
para ofrecer sus días
por sus amores;
con tal victoria
a todos nos ofrece
la eterna gloria.
Amén.

Pastores y Pastoras: (cantando con otra melodía)

Los pastores y pastoras
todos corren a Belén
y le llevan por ofrenda
tarros de leche y miel.
Y por eso los pastores
parabién en salida
porque saben que han logrado
un Pastor en sin igual.
¿Qué es aquello que reluce
que está vestido de verde?
Es el Hijo de la Virgen
reclinado en un pesebre.


D E S P E D I D A

Pastores y pastoras: (cantando con otra melodía)

Quedaos con Dios, Señora
con tu adorado clavel
hasta la misa primera
que te volvamos a ver.

Quedaos con Dios, Señora
la del rostro colorado.
Echanos la bendición
que nos vamos al ganado.

Quedáos con Dios, Señora
la del rostro cristalino
que mañana volveremos,
si Dios quiere,
a ver al Niño.
Echanos la bendición
que nos vamos de camino.

Adiós, casto san José
que al Niño besas alegre.
Siendo Hijo del mismo Dios
nazca en mísero pesebre.

Quedáos todo con Dios
Santa Familia, en Belén.
Guárdanos la gloria eterna
por siempre jamás. Amén.



Todos: (cantando con otra melodía distinta)


En el portal de Belén
y en el pueblo de Judea
se celebra el nacimiento
se celebra el nacimiento
de Jesús de Nazareth.


En el portal de Belén
ponen lumbre los pastores
para calentar al Niño
para calentar al Niño
que ha nacido a media noche.


En el portal de Belén
hay una carpintería
que debajo de los bancos
que debajo de los bancos
hay más ángeles que astillas.


En el portal de Belén
hay una fuente que mana
donde lava los pañales
donde lava los pañales
la Virgen por la mañana.


En el portal de Belén
hay una peña redonda
donde el Niño puso el pie
donde el Niño puso el pie
para subir a la gloria

Y en el cielo hay una estrella
que alumbra noche y día
para anunciar a los hombres
para anunciar a los hombres
la venida del Mesías.



F I N

Enviado por: vodagled | Ultima modificacion:21-11-2006 23:46
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