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VILLAMBROZ Y LA CARRETERA

Poblacion:
España > Palencia > Villambroz (Villarrabé)
VILLAMBROZ Y LA CARRETERA
La carretera que cambió la imagen de un pueblo: Villambroz

Con satisfacción contenida –después de tanto tiempo de espera- estamos asistiendo al arreglo de la C-624, transformada en la P-235, para cubrir la distancia, desde la salida de la autovía Camino de Santiago de Ledigos, hasta Saldaña, pasando por Villambroz, Villarrodrigo y Quintanadiez. Es el momento, pues, de hacer un pequeño balance de lo que significa una carretera para la mejora y desarrollo de un territorio.
Ha escrito un famoso ingeniero de caminos que si en un territorio no existe algo que a los que no viven en él interese, es difícil se construyan infraestructuras de comunicación que lo relacionen con el exterior… Pero también es difícil encontrar espacios en los que no exista nada interesante, pues hasta los desiertos pueden llegar a ponerse de moda en nuestros días e
históricamente fueron lugar de paso entre zonas ricas, por lo que siempre se generan actividades asociadas a las infraestructuras hasta en las zonas menos dotadas (Borrajo Sebastián, 2001).
El trazado de la carretera actual responde, sin duda, a su emplazamiento geográfico y a las características del terreno. Y en ello debió pensar el ministro de Fomento Ulloa (1864) cuando realiza su Plan de Carreteras que establece que deben suprimirse los caminos proyectados, pero que han sido reemplazados por la ventaja del ferrocarril, construyendo nuevas carreteras que atraviesen comarcas no suficientemente atendidas y facilitasen el acceso a aquél.
La C-624 no pertenecería a las carreteras autonómicas que nacieron de la mano de intereses particulares al amparo de la Ley de carreteras de 1877, pero sin otra justificación económica y social. A principios del siglo XX, con Alfonso XIII, se pone fin a la política de prelación de la construcción de las carreteras parlamentarias, y una Ley de Caminos Vecinales (1904) da prioridad al sistema de vias de comunicación para zonas necesitadas y útiles socialmente. Esa ley de caminos suponía que en la construcción de los mismos intervenía la prestación de todos los habitantes, entre 16 y 50 años, de los pueblos beneficiados.
Y aquí comienza ya mi memoria histórica. Nuestros abuelos nos contaron lo que ellos tuvieron que ver en esto. Todos ellos participaron, con su trabajo, en la construcción de esta C-624 que cambió el rostro de Villambroz. Cuenta la tradición que hubo vecinos que se oponían a esa construcción porque facilitaba que los maleantes llegasen hasta el pueblo. Pero también se dice que la influencia del propietario del monte Juan impidió que el trazado de la nueva carretera se hiciera por el tradicional camino que lleva a Sahagún.
Nos toca ahora a nosotros el balance. Podemos ya decir que el tráfico entre la Meseta y el Cantábrico ha tenido un lugar de paso privilegiado –el más recto y el más llano- en esta nuestra carretera. Los arrieros de Tierra de Campos (Villarramiel, Villalón, Cuenca de Campos, Villada, Baltanás, hasta Paredes de Nava, Toro, la comarca de Sahagún, etc.) –tras recoger su cosecha- enganchaban sus pesadas carretas para llevar sus productos, vinos, granos y lanas) hasta Liébana y Santander.
Las mismas fábricas de harinas tenían sus propias yuntas para el transporte de los propios productos. Y, a su vez, en la tierra de Campoó, con su centro en Reinosa, carreteros profesionales se dedicaban al transporte, con varios viajes al año, en dirección Tierra de Campos (Santos Madrazo, 1984).
Si el camino de Saldaña a Villada y a Cea ganó la vez a su alternativo el camino de Saldaña a Sahagún por Villarrobejo, las consecuencias han sido notorias para los pueblos colocados en su recorrido, pero voy a referirme únicamente a Villambroz, por razones obvias. Con la nueva carretera el pueblo cambió de imagen. Giró su mirada hacia levante, hacia la salida del sol, como si el horizonte se le ampliase. Poco a poco se fue construyendo el barrio de la carretera - por su parte interior tiene paralela la calle de la Rapa- que lleva el sello del nuevo Villambroz, con un estilo y formas nuevos de ver las cosas y la vida. Y eso se ve comparando la nueva realidad con sus construcciones antiguas: las casas están replegadas sobre sí mismas. A la vivienda se llega a través de un patio que separa su puerta de entrada y la de la calle. Las ventanas de la vivienda no dan directamente a la calle, sino al corral. En resumen, miran hacia dentro, quizás por miedo a los extraños y para protegerse. En las nuevas casas, las que dan a la nueva carretera y la Rapa, desaparece arquitectónicamente el miedo. La puerta principal de la vivienda y sus correspondientes ventanas dan directamente al exterior, a la calle. El pueblo que vivía tapado sobre si mismo, se descubre a los demás Pero el antiguo camino convertido en carretera abre al pueblo también a los de fuera, a los que van de paso, y a los que vienen atraídos por las posibilidades de Villambroz con la nueva carretera. Porque el pueblo no sólo cambia de físico, también social y económicamente da un giro hacia arriba. Las familias Barrionuevo, Fernández, los Rios, Santervás, Santos, todas ellas procedentes de pueblos circunvecinos –la mayoría emplazados en el antiguo camino de Saldaña-Sahagún- , se instalan en Villambroz, en los barrios de la Rapa y de la Carretera. Así se ensancha el antiguo casco del pueblo, habitado en exclusividad por pastores y pequeños labradores, a otros vecinos que mirarán hacia las posibilidades que ofrece la carretera, Pues el emplazamiento en el ensanche, sobre la carretera, conlleva que los llegados inicien nuevos oficios y modos de ganarse la vida: progresivamente en las viviendas de la Carretera y de la Rapa se colocaran los servicios de bar, de tiendas de comida y de ultramarinos, de transporte, de panadería, de distribución de correo, etc. Hasta recientemente en que el transporte se ha agilizado y centralizado en las poblaciones mayores, Villambroz era el núcleo comercial del ayuntamiento de Villarrabé, pero también el punto de distribución y venta de productos de la contornada del páramo más allá del propio ayuntamiento.
La nueva carretera trajo ciertamente nueva vida.. Del nuevo arreglo también la esperamos. Porque un pueblo es no es sólo lo que tiene, sino lo que puede llegar a tener. E infraestructuras como las carreteras, las buenas carreteras, siempre abren una esperanza.
Esteban Pérez Delgado
Universidad de Valencia
Enviado por: vodagled | Ultima modificacion:18-06-2006 16:29
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Foro-Ciudad.com - Ultima actualizacion:15/01/2020
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