Quizás sea esta estación del otoño, la más bonita del pueblo. Es una pena que le falten sus alhajas que son los chopos que se cortaron y no se han plantado, pero a pesar de todo, hay rincones como este y muchos más. La vista del pueblo desde Las Suertes, de sur a norte, con la iglesia en primer plano es muy plástica, y si me permites, unos metros más atrás y más hacia los Vallejos donde se ve toda la extensión del pueblo y las montañas, aún es más bonita. Por esos parajes iba la mocedad en los años caurenta y cincuenta a pasear y buscar pareja los días de fiesta. Me apena que las tapias de la huerta de "la Señorita". (¿Recordáis que buena fruta tenía?) estén llenas de espinos, arbustos, y los prados sin segar lo que denota abandono.
Me imagino que el autor debe ser Marcianín. Si es así, ánimo y pon más fotos que debes tenerlas Un saludo