Villalba de Guardo - Palencia

PUESTA DE SOL EN EL OTOÑO DE VILLALBA

Del Soto a los Zaldejales
viene muriendo la tarde.
Es, como un fino cuchillo
que corta la luz del día
para que la noche pase.

Y…mansamente, sin querer
entre la arboleda.
Se van dejando sentir
las dudas y los pesares.

El viento desde la Peña,
antes de que el día acabe,
da sus últimos suspiros,
baila los últimos valses…
entre los chopos del rio,
entre las hierbas y zaldes

El pueblo de Villalba
recobra calma y aliento
que inunda todo su valle.
Sólo el rio Carrión,
sorteando los canchales
murmura viejas historias
y sueños de rio grande.
Que quiere llegar a ser…
Pero se queda en pañales

El día, se va muriendo,
dejando sombras y males
para un futuro lejano
¿Cuánta promesa incumplida
sueña con realizarse!
Y cuanto sueño perdido
que nunca podrá lograrse,
se queda para mañana,
o tal vez, para más tarde.

El día lo arrastra todo,
hasta los interrogantes
que se fueron con el cierzo
y sin respuesta de nadie.

Tarde, viento, luz y sueño
se juntan en un instante
para despedir el día
y, dejar que por delante,
venga la noche sin miedos
diciendo al viento que calle.

Que ya no hay luz en la vega
ni habrá silencio bastante
para escuchar el latir
que corre por nuestra sangre.

Remolino de arreboles
pone la tarde en la cuesta,
y el día pone su fin,
mientras la noche se acerca.

Rojos, naranjas y añiles,
amarillos y violetas
puestos sobre el horizonte,
cómo una firme promesa
hecha entre Dios y los hombres,
hecha entre el cielo y la tierra.

Del Soto a los Zaldejales,
ya no se muere la tarde
se ha dormido en nuestros ojos
y se ha hecho eterna al instante.

Villalba duerme tranquila,
ya nadie queda en sus calles.
Sólo el lamento de un perro
rompe el silencio del valle

El otoño en el pueblo es una maravilla. Sobre todo en esas tardes serenas en las que la calma lo llena todo y los atardeceres son increibles.
Se ve avanzar la puesta de sol desde el Soto hasta el pueblo y como por la cuesta arriba va subiendo la sombra.
Afortunados los que podéis comtemplarlo a menudo.
A los demás, nos queda soñar con ello