Vallejo de Orbó - Palencia

Jorge B. C. olvidó cambiarse los pantalones cuando acudió, después del crimen de Mataporquera, al concurso de karaoke que se celebraba aquella noche del 15 de mayo de 2009 en el Haddock (León). Las cámaras de seguridad del pub captaron su entrada, ataviado con una americana blanca, junto a Erika A. M. a la 1.16 de la madrugada (y no a las 23.00, como dijeron). Venían de casa de Jorge, donde hicieron una parada de una hora desde que llegaron de la localidad cántabra, y donde aprovecharon para asearse y trazar una coartada que incluía película y videoconsola. A las tres de la madrugada ambos fueron detenidos en el mismo karaoke, instantes después de que el tercero, Ángel Manuel R. M., fuese interceptado en una plaza de León aparcando el coche. Su Audi tenía las luces de la matrícula tapadas con papel de aluminio.
El jefe del departamento de Biología de la Guardia Civil prestó declaración ayer en el juicio con jurado que se sigue, desde este lunes, en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, y señaló que se realizaron análisis de restos biológicos, para trazar los perfiles genéticos, en «veintidós evidencias» recogidas en el maletero del coche, en la calle de Mataporquera, en las ropas de los detenidos y en la casa del propio Jorge. Pues bien, en el pantalón que éste llevaba puesto esa madrugada hallaron el ADN de la víctima en varias manchas de sangre. Además, el pañuelo tipo palestino que encontraron en el coche -y que los tres dijeron ignorar de quién era- estaba impregnado de la genética de Erika. Dos testigos del suceso afirmaron que uno de los dos sujetos que atacaron a Valentín Fernández llevaba un pañuelo similar en la cabeza.
Fue la de ayer una sesión dura, en la que los miembros del jurado y los familiares de Valentín y de los acusados vieron las imágenes del cadáver y escucharon a las médicos forenses que practicaron la autopsia. La víctima recibió cuatro puñaladas, dos de ellas «mortales de necesidad», dijeron, una con afectación al corazón y la otra en el abdomen. Una tercera, por la espalda, le alcanzó un pulmón y un riñón. Tenía además, tres «heridas de defensa» en un brazo y en dos dedos. Las doctoras dijeron que todas las heridas se realizaron con un arma «de punta cortante y un solo filo». La agente judicial les mostró un cuchillo encontrado dentro de una mochila que había en casa de Jorge: «sí, es compatible con las heridas», afirmaron. Los agentes que recogieron ese cuchillo dijeron que estaba metido en una funda «mojada, como si la acabaran de lavar». En casa del acusado también encontraron una pistola simulada sobre la cama y manchas de sangre en las paredes.
Mentalmente sanos
El informe presentado por las psiquiatras forenses destaca que Erika «está psicológicamente bien y no padece ninguna enfermedad». Tampoco se han encontrado «elementos sugestivos de la existencia de malos tratos», y tan sólo un cuadro de ansiedad «motivado por su situación penitenciaria». Una psicóloga y una trabajadora social que la atendieron confirmaron esta tesis y dijeron que Erika tiene «una desviación psicopática caracterizada por la falta de respeto a la autoridad, a las normas sociales, morales y de conducta, irresponsabilidad y comportamiento antisocial», cuadro que no merma sus capacidades intelectuales a la hora de actuar. Detectaron su tendencia a «exagerar» los malos tratos, de los que les contó varios episodios «poco verosímiles».
En el informe psiquiátrico de Jorge se destaca su «indiferencia afectiva», aunque también se señala que no sufre patologías ni trastornos de la personalidad. Se da la circunstancia de que su padre también falleció apuñalado cuando él tenía tres años, y pasó una infancia «traumática» en centros de acogida. Contó a las psiquiatras su preocupación por sus dos hijas, una de 12 años (con la que no tiene contacto desde que la niña tiene tres) y otra de cuatro, con dos madres diferentes -de la segunda está en trámites de separación-, y que le preocupaba especialmente la pequeña, que vive en Santander, porque al estar en prisión no puede pagar la pensión alimenticia.

explicarnos mejor de que va nosotros no sabemos de que va darnos mas pistas porfa

son los de la casa barrutia vaya follon hay con esto hay dios si es que en vallejo somos todos demoniossss.el que fallecio era medio hermano del leiras mañana os digo mas preguntare a sardina que el sabe toda la movida

El abogado de Erika A. M. ha pedido hoy al Tribunal del Jurado que condene a su defendida por un delito de homicidio a la pena de 10 años de cárcel, y abandona la petición de libre absolución que mantuvo al principio del juicio que se sigue en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial por el asesinato de Valentín Fernández, en mayo de 2009, en Mataporquera.
Eso sí, sostiene que no fue un asesinato al no considerar probado, a la vista de la veintena de testimonios escuchados desde el lunes, que existiera un plan preconcebido entre Erika y los otros dos acusados (Jorge B. C. y Ángel Manuel R. M.) para acabar con la vida del que fuera expareja de la primera y con quien tenía un hijo pequeño.
En la sesión de esta mañana los letrados dieron lectura a sus informes y modificaron las calificaciones. Así, el Ministerio Fiscal ha ampliado la solicitud de penas con la aplicación de la máxima, 20 años de cárcel para cada uno de los acusados por asesinato.
La acusación, ejercida por la familia de Valentín, elevó a definitivas las penas de 20 años solicitadas desde el principio. Por su parte, la defensa de Jorge B. C. persiste en la petición de libre absolución para el amigo de Erika que entró en el portal de Valentín aquel 15 de mayo, y añadió como alternativa la condena por un delito de lesiones con resultado de muerte, en concurso con un delito de homicidio imprudente, a la pena de cinco años de cárcel.
En cuanto a la abogada de Ángel Manuel R. M.(el que los llevó a Mataporquera en coche desde León) solicita su libre absolución como autor del asesinato y, subsidiariamente, plantea que se le considere cómplice de un delito de lesiones con resultado de muerte, que lleva aparejado una pena de dos años de cárcel.
Última palabra
Los acusados, Erika A.M., y sus dos amigos, Jorge B.C. y Ángel Manuel R.M., han hecho uso hoy de su derecho a la última palabra en el juicio con Jurado popular que celebra la Audiencia de Cantabria.
La acusada de matar a su expareja en Mataporquera (Valdeolea) en mayo de 2009 ha asegurado que su "única intención" fue ver al hijo que tuvo con este hombre, mientras que los otros dos procesados, que supuestamente la ayudaron en este crimen, han negado que conocieran de antemano lo que iba a suceder.
Erika A.M. declaró el primer día del juicio que se trasladó desde León a Mataporquera para poder ver a su hijo y que, cuando se tropezó con su expareja en el portal de su casa, éste la amenazó e hizo amago de agredirla.
Según manifestó, en el forcejeo, cuando la estaba defendiendo Jorge B.C., sólo vio como este hombre caía al suelo.
Hoy, la defensa de Erika A.M. ha admitido que cometió un homicidio y ha pedido que se le imponga la pena en grado mínimo (diez años), pero ha rechazado que sea autora de un asesinato, tal y como sostienen las acusaciones.
El abogado de Erika A.M. ha considerado que la petición de la acusación particular, para que en la condena se imponga a su defendida una medida de alejamiento respecto a su hijo es "ilegal".
Hoy, en su derecho a la última palabra, Erika A.M. ha asegurado que su única intención fue ver al niño.
"Mi única intención fue ver al niño, y nada más. Es por lo único que vivo y seguiré viviendo", ha dicho esta acusada, que al igual que sus amigos, se encuentra en prisión preventiva.
Por su parte, Jorge B.C. y Ángel Manuel R.M., cuyas defensas entienden que sólo se les puede imputar un delito de lesiones con resultado de muerte, han dicho que sienten el fallecimiento de la víctima.
"Jamás pensé que por defenderme y defenderla de que la pegara iba a pasar esto", ha subrayado Jorge B.C., que el primer día del juicio declaró que agarró a la víctima del brazo porque intentó pegar a Erika.
Ángel Manuel R.M., que conducía el coche en el que los tres viajaron a Mataporquera desde León y en el que huyeron, ha señalado que no tuvo "nada que ver" con el crimen y que se ha visto envuelto "en una movida muy rara".
La resolución, el martes
El próximo martes, día 25, tendrá lugar la deliberación del veredicto por parte del jurado.

y nosotras en suspense esperando el final de la pelicula.