Santibáñez de la Peña - Palencia

La Audiencia Provincial número 2 de Guipúzcoa ha confirmado el error y vicio en el consentimiento en la firma de una permuta financiera. La empresa afectada contrató el famoso seguro de protección ante la subida de los tipos. Este fue propuesto de forma verbal, sin ningún tipo de documentación escrita. El tipo de producto contratado era un Swap Bonificado 3×2 con Barrera Knock-In, aunque un año más tarde fue cancelado y sustituido por un Swap Bonificado Reversible Media. La Audiencia ha recordado que por aquella época este tipo de productos además de especulativos y de alto riesgo eran muy novedosos.

En Cataluña, la Audiencia Provincial número 2 de Girona ha revocado la sentencia que desestimaba la demanda de una empresa que solicitaba la anulación de un swap ligado a la inflación. La audiencia discrepa frente a la primera sentencia y considera que la obligación probatoria de haber informado correctamente cae sobre el banco. Estima que siendo el cliente de un perfil minorista, y ante la falta de pruebas sobre la correcta aplicación de la Ley del Mercado de Valores con respecto a la venta de este tipo de productos, no cabe otra que declarar error y vicio en el consentimiento a la hora de la firma. De hecho, al parecer el cliente ni si quiera leyó el contrato.

Ahora en Zamora. La Audiencia Provincial de la ciudad ha confirmado la sentencia que declaraba la nulidad por error y vicio en el consentimiento del contrato de riesgos financieros, Swap Bonificado Reversible Media. El Banco Santander alegó que el ingeniero encargado de la contratación del producto tenía un Master en Dirección de Empresas y por lo tanto poseía suficientes conocimientos como para entender la permuta. El Juez ha declarado que aunque el cliente tiene una formación superior a la media no quiere decir que esta abarque conocimientos sobre el mundo financiero.

Por último, la Audiencia Provincial número 1 de Álava ha confirmado la cancelación de otra permuta financiera que adquirió una PYME con el Santander. En este caso el cliente rechazó en un primer momento el swap, pero no tuvo más remedio que aceptarlo ya que según el banco era necesario contratarlo si querían seguir recibiendo otros activos.