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Asvai abre el primer piso para mayores con familia hospitalizada
La residencia Nuestra Señora del Carmen suma una lista de espera de 400 ancianos asistidos
23.05.12 - 10:23 - ANA SANTIAGO | VALLADOLID Fiesta del mayor con baile, coros, reyes y premios
Tiene su propia publicación que recoge los eventos más importantes y las historias de cada nuevo residente y en la que participan los mayores. Multitud de talleres que llenan sus días y hasta una fiesta del mayor. Proclamación de la reina y el rey, con sus damas de honor, actuación del grupo las Rocieras del Camino, misa y coros y danzas en el primer día de sus fiestas, este lunes 28 de mayo. Abierta la fiesta, la semana acoge múltiples actividades como la entrega de los premios a los residentes colaboradores, actuación del grupo Bailes en Línea, excursión a Aguilar de Campoo con merienda en Baños de Cerrato, conferencias, actuaciones y homenaje a los voluntarios completan la semana de los mayores, ya toda una tradición en la residenciaDormir en un sillón junto a la cama de un familiar hospitalizado es duro a cualquier edad, hacerlo cuando se rondan las siete u ocho décadas de vida es un verdadero sufrimiento que suma desgaste emocional y dolores. Pero es habitual. Hay muchas personas mayores, procedentes sobre todo de los pueblos y sin familia en la capital, que no tienen acomodo en la ciudad cuando su pareja tiene que ser ingresada para realizarse pruebas o intervenirse. No necesitan pasar la noche junto a su cama, pero no hay opción salvo la de un hotel o pensión. Esta es la realidad que ha llevado a la asociación Asvai, de ayuda a la ancianidad y a la infancia, a poner en marcha una vivienda para acoger a los mayores cuando sus familiares están hospitalizados.
Este piso, ubicado en el número 14 de la calle Santa Clara y que este jueves estrenará, ha sido rehabilitado por la Obra Social de La Caixa para estos alojamientos temporales. Siete plazas, una de ellas en habitación individual, dará respuesta a estas personas siempre que sean pensionistas y sin tener que pagar por ello. Otra cuestión es que esta asociación vive y realiza sus tareas por el apoyo de donativos.
Existen, destaca su presidente Jesús Blanco, «recursos similares para familiares de niños enfermos o pacientes con cáncer o trasplantados; pero faltaba esta experiencia para personas que además tienen limitaciones económicas».
La cercanía al hospital Clínico da al nuevo servicio «una utilidad potencial importante ya que en la provincia de Valladolid adscrita a la zona es de 11.3000 mayores de 65 años, en torno al 22%».
Es esta una iniciativa más de esta fundación sin ánimo de lucro que lleva a cabo la atención a los más mayores en la Residencia Nuestra Señora del Carmen, bajo el cuidado de la Congregación Religiosa de la Orden de las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones de Jesús y María. La fundación ha logrado poner en marcha el proyecto; pero aún no ha conseguido dotar de televisión a esta vivienda para que resulte más acogedora.
La céntrica ubicación, en la calle Chancillería, su cercanía al hospital Clínico que da seguridad a los familiares y a sus inquilinos y unas sorprendentes instalaciones con jardines, amplias habitaciones y pasillos llenos de luz y flores hacen que esta residencia tenga una alta demanda. Más de cuatrocientas personas, lo que supone unos dos años de demora, esperan plaza en la misma que cuenta actualmente con capacidad para 135 residentes. Además, la mayoría de los demandantes son personas asistidas, es decir, sin autonomía suficiente para desenvolverse en las tareas cotidianas de la vida, desde su higiene personal a hacer la compra o la comida.
D e hecho, Nuestra Señora del Carmen hace tiempo que adaptó sus instalaciones y levantó un nuevo edificio para centrar su atención en los mayores más dependientes porque cada vez hay más demanda de este grado de discapacidad y los propios residentes, conforme envejecen en la residencia, van necesitando más ayuda. La edad media actual de 87 años. La más joven tiene 66 y 99, la más veterana y, como es habitual en estas edades, hay muchas más mujeres que hombres.
Demanda
La residencia cobra un precio variable –se mueve entre los 877 euros para válidos y los 1.518 para asistidos totales–; pero «no dejamos a nadie fuera por falta de ingresos, se estudia cada situación, gestionamos las ayudas a la Dependencia y buscamos la forma de que puedan costear el servicio en función de pensión y patrimonio. La lista de espera la gestionamos dando prioridad a los casos más necesitados, personas solas, en pisos sin ascensor, en situaciones de mayor desamparo», explica Noemí Rico, trabajadora social del centro.
Talleres de todo tipo que potencian la memoria, las habilidades físicas, informática, terapia ocupacional, musicoterapia, de bingo, de juegos, y un largo etcétera para todos los gustos, llenan las horas de los más mayores junto a excursiones, fiestas y concursos en unas instalaciones abiertas. El envejecimiento activo es la apuesta de esta residencia ya centenaria, suma 105 años, que fundó la madre Carmen del Niño Jesús, entonces un asilo de caridad.