CANTOS DE REIS _2 Aquí vos deixo a letra dos cantos de reis. Espero que agora non haxa escusas para non cantalos ese día. A ver se o ordenador me deixa envialos esta vez xa que da outra non me deixaba e non sei por qué (dicíame que era correo "spam"). Por outro lado encántame ver que hai interese por cantalos este nadal, alégrame moito. CANTOS DE REIS Valgamé nuestra señora la del rosario María que va entre dos romeros a cumplir su romería. Uno era San José y otro la Virgen María. La Virgen tan delicada el camino no podía. Se arrimaron a un roble junto a una fuente fría. Aguardando por el alba, tras del alba viene el día. San José fue buscar lumbre que otro remedio no había. Cuando San José llegó la Virgen parida iba. Tanto era su pobreza que un pañuelo no tenía. Echó mano a su cabeza a un velo que traía. Lo partió en tres pedazos donde Jesús envolvía. Después de Jesús envuelto la Virgen llorar quería. ¿Por qué lloras Madre Santa? ¿Por qué lloras Madre Mía? Lloro por los pecadores que tanto en el mundo había. De los andar Madre Santa, de los andar Madre Mía, de los andar a mi cuenta yo cuenta d'ellos daría. Bajó un ángel del cielo ricos pañuelos traía unos eran de Holanda otros de Holanda fina. Tornose subir al cielo rezando un Ave María. Del cielo le preguntaron, cómo queda la parida. La parida queda buena, buena queda la parida. Queda "vestidiña d'ouro", calzada de plata fina. Caminaron "pra" Belén era más noche que día. Cuando a Belén llegaron tódala gente dormía. Abre las puertas portero a San José y a María. Estas puertas no se abren mientras que no venga el día. Allá por la medianoche las puertas abiertas iban que las abrieron los ángeles y más la Virgen María. Misa nova "quier" decir, misa nova que es cantar. Con el cáliz en la mano y la ostia consagrada. Alegría, alegría que naceu o neno Dios. Véñanos a dar os reis e "osté" se quede con Dios. Estes reis tan ben cantados segundo o meu parecer. Se a súa cuba ten viño véñanos dar de beber. No hay hombre como Dios ni mujer como María ni santo como San Juan ni claridad como el día. En el cielo manda Dios en los pueblos los alcaldes, en las iglesias los curas y en los hombres todo fraile.
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