Lodoselo - Orense

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TENGO 3 HIJOS DE1,5,6 AÑOS DE EDAD Y NO QUIERO UNA SOCIEDAD MALA PARA ELLO .SOY CONSTRUCTOR Y PODRIA AYUDAR

Saludos:
Aquí van unos cuantos enlaces gallegos de organizaciones libertarias. Echar un vistazo.

www.unionlibertaria.org
www.cntgaliza.org
www.cgtgalicia.org

Promotores libertarios
J.F. Rodil Lombardia


Viernes, 30 de junio de 2006

Que la Federación de Promotores de la construcción y ciertos ediles pongan el grito en el cielo ante la anunciada Lei da Paisaxe es síntoma inequívoco de que la Xunta ha metido el dedo en la llaga. Porque la mayoría de las empresarios de la construcción, a menudo en connivencia con ediles y corporaciones locales y provinciales, han ido convirtiendo a Galicia en un ejemplo lamentable de lo que no debe ser el urbanismo, y devastado, sin consideración y escrúpulo alguno, el característico paisaje de nuestra tierra, valor natural, cultural e identitario de primer orden.

Salvo tan contadas excepciones que yo no me atrevería a nombrar una sola, los promotores inmobiliarios actúan como insaciables depredadores del territorio. Infinidad de ejemplos podemos encontrar por toda la geografía gallega. En nombre del desarrollo económico de Galicia, con la permisividad oficial y la ayuda extraoficial de los muchos espabilados que ven en la política local y autonómica el modo fácil de hacer las américas, se han cometido y se siguen cometiendo las más grandes cafradas, agresiones irreparables contra el paisaje y el medio ambiente a las que ha llegado la hora de poner freno, ya que el remedio, me temo, sería una labor imposible. Sobre el papel, la "Lei da Paisaxe" anunciada por Touriño es una última esperanza.

El proyecto de Lei da Paisaxe -así lo explicó el presidente de la Xunta- "no tiene una vocación urbanística" ni tampoco pretende enmendar la plana a las tantas veces incumplida Lei do Solo, pero sí pretende poner coto a la presión avarienta de las promotoras inmobiliarias en determinadas zonas naturales de especial conservación. La presión urbanística "a pie de playa", que afecta a áreas cada vez más extensas de la costa gallega, supera ya algunas zonas del Mediterráneo donde la sobreexplotación urbanística y la masificación está poniendo en fuga a los visitantes europeos, principal fuente de riqueza de aquellas comunidades. En Galicia, la sobreexplotación urbanística y ciertos planes de futuro suponen ya algo más que un riesgo.

En la Consellería de Medioambiente se observa una preocupación inédita por los temas de su competencia, que no observábamos en el anterior gobierno. Asistimos a un goteo constante de iniciativas y acuerdos, algunos muy valientes y polémicos para un país acostumbrado a ver como sus gobernantes prefieren templar gaitas antes que gobernar. Porque gobernar, por más que a la oposición no le guste y lo critique, es tomar decisiones políticas que no siempre satisfacen a todos. Se han paralizado proyectos urbanísticos especulativos, se están revisando algunas licencias dadas a las empresas eólicas por el anterior gobierno, y se miran con lupa planes, recalificaciones de terrenos y acuerdos de las corporaciones locales y provinciales que afectan a la conservación medioambiental del territorio.

No es de extrañar que la patronal de la construcción se revele ahora con ínfulas libertarias en contra de la necesaria reglamentación, y califiquen de intervencionismo abusivo de la Xunta la aprobación de la anunciada ley del paisaje. Hasta ahora, los promotores han campado por los muchos fueros que les otorgan los ayuntamientos, (un buen asunto para investigar). Es llegado el tiempo de acabar con la barbarie especulativa y salvar del cemento lo que aún se pueda salvar, en un intento de encontrar el equilibrio entre el desarrollo económico y el respeto y conservación del entorno natural.