Historia de Lodoselo

HISTORIA SOBRE LA ALDEA DE LODOSELO

Lodoselo es una aldea de más o menos 160 habitantes. Los municipios más importantes que están a su alrededor, además de "Sarreaus" como capital del concello, son Xinzo da Limia ( que queda a 13 km). A 54km está la capital, Orense a la cual, cogiendo la autovía se llega en 30 minutos.

Lodoselo existe desde el siglo XIX pero los primeros asentamientos en la zona de la Limia fueron muy antiguos. Los más antiguos datan de finales del neolítico, como muestran los hallazgos de flechas de sílex. También se documenta la existencia de población a comienzos de la Edad de Bronce con los vestigios encontrados en el yacimiento de Roufeiro.

Con la llegada y el asentamiento de los romanos se produjo la romanización de toda la zona y de los habitantes indígenas. Se cree que estos, conocidos como los Límicos, tenían su capital en el mismo lugar en el que los romanos asentaron la ciudad ‘Civitas Limicorum’. Hoy este lugar es conocido con el nombre de ‘A Cidade’ situado en el monte de O Viso en la aldea de Nocelo da Pena, aldea que dista a 1.5 km (más o menos) de Lodoselo.

A lo largo de la Edad Media esta zona estaba bajo la jurisdicción de los condes de Lemos y Monterrei, junto con la de los caballeros de Santiago con la encomienda de Barra (lo que hacía que se les hubiese que dar una renta).

A principios del siglo XIX, en la Edad Contemporanea, se hace referencia a Lodoselo como concello. Será a partir de 1835, con la definitiva división municipal, cuando nace el actual concello de Sarreaus, al cual pertenece hoy en día, la aldea de Lodoselo, entre otras.

Modernamente la historia tanto de esta aldea como de toda la zona está marcada, sobre todo, por la emigración, contribuyendo al envejecimiento de la población.

La explotación de las minas de estaño (en Lodoselo y Nocelo da Pena) desde principios del siglo XX, frenó parte de esa emigración, pero estas fueron cerradas en el año 57.

Actualmente, Lodoselo cuenta con cada vez menos gente joven, al igual que muchas aldeas de la zona. Esperamos que la gente joven de otros lugares vea en esta tranquila zona, un lugar para descansar, residir de manera permanente y volver a hacer que estas aldeas recobran vida.