Valtierra - Navarra

aqui os dejo una magistral exposicion sobre dónde está el dinero segun vazquez figueroa:

Que el dinero varíe de color y tenga caducidad
ES LA PROPUESTA visionaria de Vázquez-Figueroa. Si cada cinco años se cambiara el cromatismo de los billetes, se evitaría su ocultación, obraría contra la corrupción y aflorarían caudales ocultos

ALBERTO VÁZQUEZ-FIGUEROA

La grave crisis actual demuestra que el Sistema no funciona y sus responsables saben que deben imprimirle un giro pese a que el problema estriba en que toda fórmula económica está condenada al fracaso ya que siempre tropezará con un obstáculo insalvable: el dinero negro.

Y es que hemos intentado construir un modelo de sociedad basado en una hipotética igualdad en que cada cual debe aportar a la comunidad según qué posee, sin detenernos a reflexionar en el hecho de que casi nadie está dispuesto a compartir lo que considera suyo. El resultado ha sido ese dinero negro que siempre ha existido aunque no en la desorbitada proporción actual.

La excesiva presión fiscal, la corrupción política y el tráfico de drogas han llevado a la mayoría de los países a un callejón en el que toda posible salida está taponada por altos muros de billetes acumulados de forma ilegal. Se trata de ingentes cantidades que no se reinyectan en el tejido económico proporcionándole vitalidad, sino que se convierten en un auténtico cáncer, dinero muerto que permanece oculto y no se invierte en empresas creadoras de empleo y riqueza, sino en trapicheos especulativos destinados a blanquear esos billetes sin proporcionar beneficios a la sociedad.

Los multimillonarios de nuestro tiempo no son, como antaño, fabricantes, arriesgados navieros o terratenientes que creaban empleo y riqueza; son empresarios de la construcción, banqueros y especuladores que juegan con los números comprando y vendiendo cosas cuyo valor alteran de forma escandalosa. El resultado está a la vista: países enteros en bancarrota y cuatro millones de desempleados.

Los poseedores de billetes ilegales intentan ocultar sus ingentes beneficios con el fin de no pagar impuestos, para lo cual corrompen a políticos que a su vez no pueden hacer ostentación del dinero mal adquirido; si a ello se suman los beneficios de los traficantes de drogas cabe asegurar que casi un 3% del presupuesto anual de muchas naciones acaba por convertirse en billetes que se retiran de la circulación.

En España era donde mas billetes de 500 euros circulaban, pero hace tres años que prácticamente se han esfumado. Llegará un momento en que se guardarán más billetes en sótanos que los que circulen abiertamente, con lo que la economía se habrá colapsado. Año tras año se va frenando en ese 3% que desaparece, por lo que llegaremos a un punto en el que la única actividad económica se centrará en un desaforado lavado de dinero.

El problema afecta a la mayoría de los países ya que barcos enteros permanecen fondeados en puertos de los llamados paraísos fiscales con las bodegas repletas de billetes listos para ser blanqueados. De tanto en tanto tienen que extenderlos sobre cubierta y airearlos con el fin de que no se pudran. En las islas Caimán se pagan seis dólares sucios por uno limpio, y un mundo que funciona bajo tales parámetros está condenado al colapso.

Son muchos los que consideran que la actual crisis se debe a una pésima administración o a una coyuntura desfavorable y pasajera, pero coyuntura desfavorable lo fue la crisis petrolera con la desorbitada subida de los precios del crudo pese a lo cual las economías de los países industrializados se enfrentaron a lo que sí era un problema real, supieron hacer frente y salieron adelante. Pero lo que está ocurriendo ahora no se debe a una coyuntura sino al hecho de que el sistema ha sido manipulado para favorecer a unos pocos.

Nadie podría afirmar categóricamente que el dinero ilegal sea el único culpable de los problemas de nuestro tiempo; el auténtico culpable es un modelo económico que permite que se genere y que actúe contra un sistema al que concluirá devorando. Cada día la prensa destapa escándalos sobre ingentes sumas que pasan de una mano a otra sin control, tan sólo uno de cada 100 culpables acaba en la cárcel y se echa tierra sobre el resto, en especial si ocupa cargos políticos.

Son esos propios partidos con sus desorbitadas exigencias de financiación los más íntimamente implicados en ese tráfico de capitales e influencias, y por lo tanto a ninguno le interesa reconocer que nos estamos deslizando hacia el abismo. Los corruptos mantienen el firme convencimiento de que lo único que jamás se corrompe es el dinero, y actúan en consecuencia ya que se supone que el dinero es un arma que destruye pero que no puede destruirse a sí mismo.

El poder del dinero es tan fuerte porque es ilimitado en el tiempo pero, ¿qué ocurriría si tuviera fecha de caducidad? Los billetes deberían tener un periodo de validez y de ese modo se cortaría de raíz el problema ya que a nadie le interesaría amasar ingentes cantidades de unos billetes que en muy poco tiempo se convertirían en papel mojado.

¿Dónde está escrito que el dinero tenga que ser eterno? Si cada determinado periodo de tiempo se emitieran billetes diferentes y se diera un plazo para que se cambiaran los viejos por los nuevos, el dinero negro sería un problema que únicamente afectaría a los que lo tienen. Ocurrió cuando se pasó de la peseta al euro, momento en el que, a la vista de las multimillonarias pérdidas, se reflotaron auténticas fortunas.

Más del 70% del dinero normal se guarda en bancos y cajas de ahorro; son números, no billetes, y cuando un cliente acudiera a retirar su dinero se lo entregarían en los billetes que fueran válidos en ese momento y al cliente le importaría muy poco su color o su tamaño. Ese cambio no le afectaría, pero los políticos corruptos, los empresarios evasores de impuestos o los traficantes de drogas se encontrarían de pronto con que su dinero no sirve ni para empapelar paredes por lo que tendrían que apresurarse a aflojarlo reinyectándolo en la economía.

Sin duda eso traería aparejado una desestabilización provocada por el aluvión de dinero y asistiríamos a una súbita inflación ficticia debido a que los afectados comprarían miles de cosas para deshacerse de los billetes, pero repercutiría en beneficio del comercio y la actividad. Generaría un momentáneo caos pero no mayor que el de la crisis actual que cada día va a peor y a la que no se divisa un final. Se limitaría a un caos de medio año, que sabríamos exactamente en qué fecha debe concluir.

Demasiada liquidez lanzada bruscamente al mercado se convertiría una masa de dinero incontrolable aunque gran parte nunca aflorarían porque sus dueños preferirían perderlo a pasar años en la cárcel. Y curiosamente lo que perdieran iría a engrosar las arcas estatales porque, al no tener que responsabilizarse por unos billetes que no aparecen, el Estado dispondría de más dinero para escuelas u hospitales por lo que se daría la paradoja de que serían los ciudadanos los que se beneficiarían de tanto negocio sucio.

Y contra lo que pueda parecer, el coste económico de semejante operación resultaría mínimo. Se conservarían los mismos billetes, los mismos diseños y las mismas planchas de impresión, pero su única diferencia estribaría en cambiar el color de la tinta; si el billete de 100 euros es verde, a partir de un determinado momento tan sólo tendrían valor los de 100 euros rojos, el de cinco se volvería amarillo y así sucesivamente. No habría más costo que el de impresión y reparto, y los viejos billetes, ya inútiles, se reciclarían en papel para los nuevos.

Advirtiendo de antemano que cada cinco años el color de los billetes volvería a alterarse, se evitaría que nadie cayera en la tentación de amasar dinero ilegal. Se inventarían otras formas de evasión, pero cualesquiera que fueran resultarían más complicadas, más localizables y menos dañinas de lo que está demostrando ser el sistema actual.

Tesis ya expuesta por el autor en «La ordalía del dinero» (1995)
https://ww.elmundo.es/suplementos/cronica/2009/708/1241906403.html

¡¡MU BUENO!! plas plas plas(aplausos)

Sí, está muy bien, y ójala fuese posible tal utopía pero, como él dice, los gobiernos, todos, están demasiado corrompidos por el idem. Y los mortales de a pie no tenemos capacidad de cambiar las cosas mientras no se elija por listas abiertas. Tambien (según entendidos a los que pregunté despues de leer el libro) hay que pulir un poco el concepto de la Ordalía del dinero.

no t concentres en listas abiertas ni tres cuartos, siempre a pagarlo los pobres diputados o cargos electos que trabajan mucho y deciden menos, ¿y los funcionarios estrategicamente situados que mueven el cotarro y no se presentan mas que a un put examen?

Que yo sepa el funcionario aconseja, pero el que decide, autoriza, da el VºBº y el que cobra la tajada grande (hay funcionarios corruptos que tambien cobran), es el cargo electo, diputado, presidente o lo que sea. Las listas abiertas no gustan a los que están arriba, pero son la mejor opción para el ciudadano.

¿Cobran tajada todos los que firman VºBª? aclaralo porque parece que metes en el mismo saco de basura a todos los firmantes de VºBº. ¿no te parece?

Ufffff....... que empanada mental. Enrróllate mejor.