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Pablo Rada Ustarroz y el vuelo del plus ultra

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Pablo Rada Ustarroz y el vuelo del plus ultra
Vuelo del Plus Ultra
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De Palos al Plata. 1926


El Plus Ultra en el Museo de Luján (Argentina)El 22 de enero de 1926 un Dornier Wal, bautizado Plus Ultra, se eleva frente a La Rábida (Huelva). Los cuatro tripulantes del hidroavión son el comandante Ramón Franco, el capitán Ruiz de Alda, el teniente de navío Juan Manuel Duran y el mecánico Pablo Rada. La noticia del despegue se lee en las páginas de todos los periódicos del mundo.

El Dornier Wal (Ballena, en alemán), está considerado como el avión más importante diseñado por Dornier a principios de la década de los años 20. El amplio casco de doble pendiente, totalmente metálico, incorporaba flotadores de sección aerodinámica para darle mayor estabilidad en el agua. La planta motriz consistía en dos motores Napier Lion de 450 Hp, en tándem sobre la sección central del ala, que accionaba una hélice tractora y otra impulsora. El piloto y copiloto estaban sentados lado a lado, al descubierto, teniendo detrás de ellos la radio.

La primera etapa termina en Las Palmas de Gran Canaria. La travesía dura ocho horas, al atardecer, el hidro se posa en el Puerto de la Luz. La multitud se agolpa en los muelles para aclamar a los aeronautas. El día 26, desde la bahía de Gando, despega el Plus Ultra rumbo a Porto Praia (Islas de Cabo Verde), final de la segunda etapa que dura nueve horas cincuenta minutos.


El viaje del Plus Ultra en un croquis del Museo de LujánDesde Cabo Verde-Fernando a de Noronha (2305 km), hay que reducir al límite el peso del avión. El uso del radiogoniómetro, usado por primera vez en este tipo de vuelos, permitió a la aeronave mantenerse en la ruta correcta, sin desviaciones en la etapa más larga del recorrido. El día 31 se salvan los 540 km que separan la isla de Pernambuco, en tierra firme, y no sin peligro, pues cuando faltan más de cien kilómetros la hélice posterior se rompe y es preciso arreglarla en pleno vuelo. Ello alarga en más de una hora el tiempo previsto para la travesía.

En Pernambuco la tripulación descansa para realizar reparaciones. El 4 de febrero se llega hasta Río de Janeiro (Brasil) (2.100 km) en doce horas y quince minutos. El recibimiento tributado a los aviadores fue apoteósico. El día 9, Montevideo, al día siguiente, Franco, Ruiz de Alda, Durán y Rada llegan a Buenos Aires (Argentina) entre aclamaciones de muchedumbres de argentinos y españoles, que lloran, gritan y vitorean a España. La llegada de los españoles se recordará durante mucho tiempo. Los grandes díarios porteños exaltaron la hazaña de Franco y sus compañeros como algo que enorgullecía a toda la estirpe iberoamericana.

En total el Plus Ultra recorrió 10.270 km empleando 59 horas y 39 minutos. Desde el punto de vista técnico el vuelo fue un éxito rotundo, tanto para el primer piloto Ramón Franco, como para el segundo de a bordo, el Capitán Ruiz de Alda. Para España, el vuelo del Plus Ultra fue de suma trascendencia.

El Rey Alfonso XIII de España donó el "Plus Ultra" a la Armada Argentina, donde sirvió como avión correo, hasta ser retirado del servicio. Actualmente se exhibe en el Complejo Museográfico Enrique Udaondo de la ciudad de Luján, Argentina. Otra réplica está expuesta en el Museo del Aire de Madrid (Aeródromo de Cuatro Vientos en la carretera nacional N-V).

Traído de Enciclopedia Libre


Buenos Aires rememora la hazaña del "Plus Ultra"
El autor glosa en un trabajo peridístico destacable la travesía del hidroavión español "Plus Ultra" de Palos de Moguer a Buenos Aires
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Hace 79 años, el miércoles 10 de febrero de 1926, poco después del mediodía, a las 12.27, acuatizaba en aguas del Río de la Plata, en el puerto de Buenos Aires, el hidroavión Dornier Wal, "Plus Ultra", de la Aeronaútica Militar Española, que había realizado la hazaña de unir en un vuelo transatlántico la onubense ciudad portuaria de Palos de la Frontera, con la capital argentina. Curiosamente, desde el punto inicial del viaje también habían partido las carabelas de Cristóbal Colón, que llegaran a América en 1492.

Los 10.270 kilómetros fueron recorridos entonces por el comandante de Infantería don Ramón Franco Bahamonde (piloto y comandante de la aeronave, de El Ferrol, A Coruña), el capitán de Artillería Julio Ruiz de Alda y Miguélez (copiloto, de Estella, Navarra), el alférez de navío Juan Manuel Durán González (piloto de la Aeronáutica Naval, de Jerez de la Frontera, Cádiz) y el soldado mecánico Pablo Rada Ustarroz (mecánico de vuelo, de Caparroso, Navarra).

LA TRAVESIA

La travesía se había iniciado en el Muelle de la Calzadilla, en aguas del río Tinto, frente a Palos de la Frontera (Huelva), el 22 de enero de 1926 a las 7.55 horas, cuando despegara el Dornier Wal en su primera etapa que concluyera en Las Palmas de Gran Canaria. En la tarde, tras ocho horas de vuelo sobre el Océano Atlántico, el hidroavión acuatizaba en el Puerto de la Luz, ante una multitud reunida en los muelles, aclamando a los tripulantes.Radio Madrid transmitió en directo el despegue del Plus Ultra, al iniciar su histórico vuelo sobre el Atlántico.

En Las Palmas quedó el fotógrafo de "Cuatro Vientos" y representante de "La Nación" de Buenos Aires, don Leopoldo Alonso, que filmara el inicio del viaje, acompañando a la tripulación hasta el archipiélago canario. Cuatro días más tarde, el 26 de enero, comenzando la segunda etapa despegó el Plus Ultra desde la bahía de Gando, en horas de la mañana, poniendo proa hacia Porto Praia, en la isla de São Tiago (capital del entonces portugués archipiélago de Cabo Verde), arribando tras nueve horas cincuenta minutos de vuelo. En Praia el comandante Franco Bahamonde decidió reducir el peso del avión al máximo, quitando 400 kilogramos, con el fin de reducir riesgos ante el extenso tramo a cubrir sobre el Océano Atlántico.

La tercera etapa se desarrolló entre Praia y la isla brasileña de Fernando de Noronha. El radiogoniómetro, usado por primera vez en un vuelo de estas características, hizo posible mantener la ruta correcta de la aeronave en la etapa mas larga del recorrido.

La Armada Española dispuso que dos destructores, el "Blas de Lezo" y el "Alsedo", cumpliendo funciones de buques-escolta tomaran posiciones en la ruta prevista, con el objetivo de prestar auxilio a la tripulación del Plus Ultra, si fuera necesario. Por su parte, las autoridades brasileñas de Fernando de Noronha dispusieron mantener faros permanentes y hogueras, para facilitar la orientación de los aviadores españoles durante la noche.

Tras llegar a Fernando de Noronha el 30 se enero, la nave fue reabastecida y el día 31 cubrió el trayecto de 540 kilómetros de distancia (cuarta etapa) entre la isla y Recife (estado de Pernambuco), en territorio continental brasileño. En este trayecto, faltando poco mas de cien kilómetros para completarlo, se dañó la hélice posterior, siendo necesario repararla en pleno vuelo, produciéndose una demora de algo más de una hora en el tiempo estimado para la llegada. Tras descansar en Recife, donde se realizaron algunas reparaciones en la aeronave, el 4 de febrero se llevó a cabo la quinta etapa, entre esta ciudad del nordeste brasileño y Río de Janeiro. El trayecto (unos 2.100 kilómetros) demandó doce horas y quince minutos de vuelo, siendo apoteósico el recibimiento brindado en la ciudad carioca.

Al atardecer del 9 de febrero, en la sexta etapa que, según se había proyectado debía concluir en la capital argentina, tras algo más de nueve horas de vuelo, mientras el Plus Ultra volaba sobre la vertical de Maldonado, en el este uruguayo, cambió el rumbo hacia Montevideo, acuatizando en la rada de la capital oriental, provocando la algarabía de los vecinos montevideanos que, por unas horas, agasajaron a los tripulantes del hidroavión. El 10 de febrero, tras un vuelo de 44 minutos el Plus Ultra cumplió la séptima etapa, para llegar a la ciudad de Buenos Aires donde, desde el día 9, una multitud esperaba la llegada del Plus Ultra a orillas del Río de la Plata.

La emisora de radio L.Z.O. comunicaba las novedades del viaje, recibidas por medio de los entonces escasos y elementales receptores y, también, por medio de los altavoces instalados en camiones del periódico "La Nación", estacionados en varios lugares de la avenida Costanera y su balneario municipal. Por este medio la multitud que esperaba a los intrépidos españoles, se enteró que la llegada sería el 10 de febrero.
Muchas personas retornaron el día 9 a sus hogares o fueron a seguir las noticias a la calle Florida, frente a la sede de los periódicos La Nación, o La Prensa, en la Avenida de Mayo; aunque muchos otros decidieron pasar la noche veraniega en la Costanera Norte, para no perder sus lugares.

El día 10, hacia el mediodía, en el horizonte, sobre las aguas del Río de la Plata, por el sudeste, en dirección a Montevideo, apareció un punto oscuro que fue agrandándose, arrancando una ovación continua en la muchedumbre que solo era superada, por momentos, por bombas de estruendo y las sirenas de barcos anclados en el puerto metropolitano y de los diarios capitalinos. Las personas ubicadas en la zona norte del puerto metropolitano fueron quienes mejor avistaron el hidroavión Plus Ultra, cuya silueta se veía minuto a minuto con mayor claridad, en un cielo límpido.

El Plus Ultra se acercó a la costa bonaerense y evolucionó sobre la ciudad, en medio de manifestaciones de júbilo de la multitud.

Todos, salvo los enfermos, salieron a las calles. Entre ellos, Esteban Araiz Rodrigo, que aquél 10 de febrero dejó su trabajo en hotel Apolo para dirigirse a la Costanera, donde dio rienda suelta a su emoción ya que aunque nadie le creía, era tío del joven mecánico procedente de un hogar de artesanos de Caparroso, Navarra -entonces de 23 años- Pablo Rada Ustarroz.

El comercio callejero incrementó considerablemente las ventas, ya que los típicos vendedores ambulantes se acercaron a la zona norte del puerto metropolitano, agotaban sus existencias de bocadillos, limonada, barquillos y confituras. Dos aviones de la Armada Argentina se sumaron a otros que evolucionaban sobre el puerto.

El presidente Marcelo Torcuato de Alvear propuso levantar sendos monumentos, en la Costanera porteña y otro en Huelva. Inmediatamente los empleados de la gran tienda Harrod's encabezaron una colecta, que fue seguida por su competidora Gath & Chavez y millares de aportante.
El 9 de febrero, el presidente argentino y su esposa Regina Pacini de Alvear, interrumpieron sus vacaciones veraniegas en Mar del Plata, retornando a Buenos Aires, para llegar a la recepción oficial que se dio a los pilotos. El 10, desde un balcón de la Casa Rosada (sede del Gobierno argentino), el presidente Alvear, con binoculares, observaba detenidamente el cielo, sobre el Río de la Plata, siguiendo el acercamiento de la aeronave española.

A las 12.27 horas, acuatizaba en aguas del Río de la Plata el Plus Ultra, aclamado por miles de argentinos, españoles y residentes de otras nacionalidades, que vitoreaban a España y a los aeronautas. La llegada de la aeronave hispana se recordó durante mucho tiempo, siendo exaltada la hazaña de Franco y sus acompañantes, por todos los periódicos bonaerenses como motivo de orgullo para toda la estirpe Iberoamericana.

Desde Málaga, el Rey Alfonso XIII siguió atentamente el desarrolló de la última etapa del viaje, a través de la Compañía Italiana de Cables Telegráficos Submarinos (Italcable). Por medio de esta empresa el Rey hizo saber al comandante Franco su intención de mantener una conferencia cablegráfica, poco después del arribo a Buenos Aires, que se llevó a cabo a partir de las 15.05 horas del mismo día 10.

El cronista del diario "La Nación" describía los hechos en la edición del jueves 11 de febrero, en los siguientes términos:
Enviado por: Caminoacasa | Ultima modificacion:29-11-2006 12:55
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