Moratalla - Murcia

Quizás alguno de vosotros lo hayáis oído días atrás, es uno de esos sonidos que nos vuelven de golpe al pasado, a esa patria del hombre que según el poeta fue nuestra niñez. Al tiempo que el reloj de la iglesia apuntaba sus agujas hacia un cielo azul e infinito y el tañer de las campanas anunciaba el mediodía, le oí llegar hacia mí, como un espectro de un pasado lejano, el sonido casi olvidado en mi memoria del chiflo de un afilador, el cual hacía sonar sus tonalidades consecutivas del agudo al grave y del grave al agudo subiendo y bajando como por una escalera con la que trepar a los recuerdos como lo hacía Sabina por aquella enredadera de la Calle Melancolía; como surgido de entre las penumbras de la memoria apareció calle abajo un afilador con su motocicleta, en cuya parte trasera llevaba montado el esmeril con su piedra de afilar. Me detuve con la debida discreción para no importunar la labor de aquel oficio que yo ya creía extinguido merced al establecimiento de las nuevas tendencias económicas que implantaron la cultura “desechable” de “usar y tirar” y que dejaron sin sentido el trabajo de los afiladores que, poco a poco, fueron desapareciendo de las calles, caminos y carreteras. Para mí resultaba como estar ante la huella de un dinosaurio; algunas vecinas de las que guardan todavía las tradiciones de la matanza entregaron al hombre algunos cuchillos los cuales afiló con una maestría que me mantuvo absolutamente embebido mientras duró la operación, la piedra echaba chispas al tiempo que pulía la herrumbre de un viejo cuchillo de matarife, era como mirar el fuego en una noche de invierno, resultaba reconfortante. Sin embargo, tras la poesía que para mí desprendía aquella escena, se escondía una realidad más inquietante: este era el resultado de unos pocos años de engañosa prosperidad. Quizás de todo esto aprendamos algo, ojalá la cultura del despilfarro firme su sentencia de muerte, o tal vez resucite tan pronto como lo haga la economía. Entre tanto el afilador se aleja tocando su vieja flauta, presiento que se quedará por aquí una temporada.

Preciosa descripción de un oficio casi extinguido tirando a dar. Los tiempos parece que están cambiando y volvemos a fijarnos en estos oficios, enseguida volveremos a matar los chinos en las calles y a trabajar de luz a luz. Para los trabajadores las cosas estan cambiando hasta tal punto que el PSOE se está cargando derechos que ni el PP por no decir Franco, se hubiera atrevido. En fin, mira si están cambiando las cosas que mi atletico va de lider.

De alguna manera el sonido de la flauta del afilador recuerda la trayectoria del Atlético subiendo del grave al agudo y bajando del agudo al grave; "no me preguntes por qué los colores rojiblancos van con mi forma de ser"

Qué manera de aguantar,
qué manera de crecer,
qué manera de sentir,
qué manera de soñar,
qué manera de aprender,
qué manera de sufrir,
qué manera de palmar,
qué manera de vencer,
qué manera de vivir.

Yo tambien oi esas voces del pasado, casi de la prehistoria diria,creo que el último que escuche anterior a este fue hace mas de 30 años
Confieso que exprese una doble emoción, una de alegria porque me parecia volver a la niñez y otra de miedo porque me recordaba a Franco, los curas con sotanas, los maestros que cascaban, la vendimia, la pareja como decian con tripcornios y capas.
Joder que temblor me entró en el cuerpo, éspero que sólo fuese una pesadilla.

LO QUE NO ME ESTA GUSTANDO UN PELO, ES QUE LA GENTE ESTA IGUAL QUE ANTAÑO A DEJAR FIADO Y ESO HUELE MUY MAL

dos y a ti que mas te da si tu te vas a ver a bisbal a calasparra.

Tirandillo, debo reconocer que esta vez creo que no he entendido casi nada tu post. No sé si es alguna metáfora de algo... o estás hablando sin mas de un oficio que desapareció... y que no me suena. En fin, que si me lo aclaras un poquito...

Qué manera de dar el follón,

Xapulin, el oficio de afilador como tantos otros (talabarteros, pregoneros, herreros, deshollinadores, litógrafos, toneleros, caldereros o zapateros, este último no está extinguido pero se encuentra en franco retroceso) está casi extinguido. Estos oficios estaban unidos a una economía de la reutilización y no del "usar y tirar", quizás en tiempos recientes ha sido muy usual tirar aquello que se iba haciendo viejo y se ha instalado entre nosotros una cultura del "estrenar" aunque no fuese del todo necesario; cambiábamos de coche, de casa e incluso algunos y algunas cambiaban de compañía de alcoba en lo que podríamos llamar un enloquecido zapping de consumo. Me pareció significativo volver a ver a este hombre varios lustros después de haberlo visto por última vez cuando yo aún era un adolescente; el culto al dios del consumo parecía haberse frenado con aquella imagen del afilador, en fin ya sabes xapulin, corren malos tiempos para la lírica.

Me ha picado la curiosidad y he buscado en Google lo del afilador. En la Wiki sale hasta una foto de una moto vieja con el esmeril y su piedra de afilar. También he buscado esmeril (que tampoco sabía lo que era) y he encontrado una serie de fotos de máquinas modernas que muchos tenemos en nuestras casas y cocheras y que me parece que incluso teniendolas a mano, preferimos estrenar que darles uso.

Lo que no tengo yo tampoco claro es si alegrarme porque se recuperen oficios y tradiciones antiguas... o preocuparme por que la situación esté tan chunga para que eso ocurra...

Voy a buscar "talabarteros", que tampoco sé lo que es...