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Los Martínez del Puerto - Murcia

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15-08-10 11:44 #5914707
Por:No Registrado
PROYECTO LIBERAL ESPAÑOL PLIE
La libertad, la fuerza y el equilibrio que necesitamos.
El Partido “Proyecto Liberal” : PLIE

Los hechos

En el mes de agosto de 2007 fue instituido en Mallorca y de manera oficial un partido liberal que se revela como tal sin ningún subterfugio de identidad. Este partido llamado "Proyecto Liberal Balear" cuyo núcleo fundador está constituido por elementos poco o nada afectados por los usos y costumbres políticos del microcosmos insular, a menudo, como se sabe, desgraciadamente cuestionables.

Que estas personas sean independientes de este medio no significa que sean, y por causa, novatos: ciertamente libres de actuar, están bien advertidos del contexto en el cual esta libertad puede ejercerse. En el lugar que sea, tal libertad de acción asociada a un conocimiento tal de las posibilidades de su expresión es una ventaja mayor para la expansión de una ideología.

Sin embargo este es el caso del Liberalismo en Mallorca desde el mes de agosto de 2007.

Pero aún hay más.

Algún tiempo después de su fundación mallorquina, este partido ha sido oficialmente registrado en Madrid bajo la denominación “Proyecto Liberal Español”: es decir siendo un partido con vocación de encarnar oficialmente el Liberalismo en el conjunto del territorio español.

Y todo ésto sin contradicción hacia la existencia de polos liberales locales
(v. gr. Mallorca) ya que se decidió estructurar el partido de acuerdo a la técnica centrípeta: desde la base hacia la cima.

Tales son los hechos, a grosso modo, en el día de hoy.


Las razones

¿Cuáles son hoy en día las razones objetivas para instaurar un partido liberal oficial en España? Seamos francos: estas razones no faltan.
Pero no es el momento ni el lugar de enumerar todas estas razones. Destacaré pues entre ellas la principal de todas ellas, pues todas derivan de la misma: la ausencia de representación política oficial, estructurada y autónoma de Liberalismo en España, desde hace más de 70 años.
Hasta este día de agosto de 2007 hubo un vacío casi institucional de más de tres cuartos de siglo para colmar. E insisto: casi institucional pues ¿de qué otro modo puede calificarse el hecho de que la ideología que es históricamente la madre de un sistema parlamentario democrático de un país sea finalmente la única no presente en dicho sistema desde hace tanto tiempo?

Convencidos acerca del liberalismo (no por capricho ni oportunismo) hemos pensado ocupar este vacío histórico, reabrir esta vía liberal dejada – no se sabe muy bien porqué – en el más grande de los abandonos por parte del cuerpo político español.

Ciertamente, estos setenta años de ausencia liberal no pueden imputarse en su totalidad a la democracia puesto que el periodo franquista, por sí solo, ya absorbe más de la mitad. Y se sabe que el Liberalismo auténtico, aquél que no se limita al dominio económico pero proyecta un ideal completo del hombre en sociedad, humanista y plural, nunca se entiende bien con los regímenes extremos excluyentes tanto de derechas como de izquierdas.

¿Pero qué fué de ello durante la Transición? Salvo algunas veleidades disueltas o absorbidas rápidamente, ni rastro de Liberalismo oficial y estructurado.
Y, hoy en día, en plena democracia, ¿qué hay de todo ello? Salvo algunas declaraciones de intenciones, más cercanas al cosquilleo electoral de algunos líderes faltos de votos, sigue sin haber rastro de Liberalismo oficial y estructurado. Y ésto duraba desde hace más de treinta años…

Se hizo pues patente que quedaba un vacío por colmar: este asunto ya lo resolvimos el pasado mes de agosto de 2007.


Las consecuencias

Ellas también son múltiples y no podremos – lo mismo que por las razones considerarlas exhaustivamente aquí.

Para la Opinión pública (esto es cualquiera que no se vea implicado en la edificación del partido) está claro que a corto plazo, no habrá ninguna consecuencia para con nuestra existencia, simplemente porque ésta será sistemáticamente sepultada por los medios de comunicación fuertemente amordazados por la Derecha y la Izquierda, y pues incapaces de transmitir una información independiente y objetiva a nuestro respecto. El muro de silencio vía petición remunerada no es nuevo en política, tanto como en cualquier otro dominio. No hay que acostumbrarse a los “hábitos” de nuestra época sino más bien a tenerlos en cuenta: para nosotros fue un hecho desde el principio. No somos novatos, le recuerdo.

A medio plazo es previsible que este muro cederá y ésto en función de tres razones esenciales:

Primero, los resultados de la penetración de clientela tanto en afiliados como en apoyos socio-económicos, intelectuales y manuales darán poco a poco sus frutos.

Segundo, en política nunca hay que separarse de los acontecimientos, ya que siempre nos encontrarán listos para su uso en la aplicación de nuestra ideología y en el respeto de la de otros.

Tercero, y como último, el muro de silencio mediático se romperá porque hasta este día sólo ha tenido que oponerse a partidos circunstanciales de siglas imprecisas, que pilotaban a ojo sin doctrina ni raíces históricas. Un partido liberal es del todo otro adversario: es un partido estructural, con peso cultural, ideológico e histórico impresionante.

Ciertamente, hará falta tiempo pero hemos puesto el tiempo de nuestra parte desde el comienzo.

Para terminar, a más largo plazo, intentaremos favorecer la reabsorción democrática de partidos circunstanciales, vectores de extremismo nocivo para la gestión humanista del Estado, abriendo una tercera vía al Centro digna de referencia electoral y de gestión correcta de la "Res Publica".

También hará falta "desengrasar" la izquierda de la Derecha y la derecha de la Izquierda, pues muchos liberales, debido al error de un bipartidismo artificial impuesto, se ven obligados a votar Conservador o Socialista sin ser ni lo uno ni lo otro. De hecho - y lo decimos sin ironía - lo único que haremos será recuperar lo que nos pertenece.

De todos modos, no se tratará de constituir un "partido bisagra" además de los que ya han saltado a los titulares estatales y locales hasta este día, sino de establecer un verdadero centro liberal, capaz de ser cuando se requiera un socio gubernamental o de practicar una oposición esclarecedora y de ponderación.

A falta de la recreación de este Centro hay que pensar que la Nación Española, dividida sin otra elección entre una Derecha y una Izquierda seguirá - a través de las urnas y de un modo muy edulcorado (afortunadamente) - esta Guerra Civil que la Transición, a través de sus tradiciones, le ha legado involuntariamente. En este momento y en última instancia, se puede decir que mientras que tal partido liberal no esté operativo en España, la Transición seguirá existiendo. Actualmente y según mi opinión, seguimos en la Transición.

François Uyttebrock – Larose
Asesor ideológico del Proyecto Liberal Español.

Compendio liberal :

Recuento histórico :

El Liberalismo es una opción política al servicio de la expresión electoral de los ciudadanos desde hace más de 200 años.

[ N.B.
Durante la lectura de este folleto, verán que utilizamos los términos “ciudadano”, “hombre”, “humano” como genéricos, es decir de un modo masculino que incluye forzosamente tanto a las mujeres como a los hombres. Es, pues, una cuestión de sentido común].

Este Liberalismo es el padre de las Democracias occidentales modernas llamadas, a este efecto, “Democracias parlamentarias liberales”. Tienen en común un sistema de representación popular elaborado en su tiempo por los liberales y que todavía funciona.

Brevemente, este sistema se caracteriza por :

a) La separación de los tres poderes (el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial, Montesquieu 174Chulillo;

b) La delegación temporal del Poder general por parte de los ciudadanos electores, en origen detentores de este poder (todos los Poderes provienen de la Nación, es decir del conjunto constituido por cada uno de sus miembros);

c) La organización de elecciones libres (locales, regionales, nacionales, supranacionales) con frecuencias regulares y espaciadas legalmente (dos condiciones esenciales de democracia electoral);

d) El respeto del derecho de cada uno a la propiedad privada, tanto material (desde la vivienda a la libre empresa), intelectual (desde la patente a los derechos de autor) como moral (derecho a la integridad física y moral, a la libertad de expresión y de consciencia, desde el creyente al agnóstico pasando por el ateo);

e) Y, consecuencia lógica de lo anteriormente expuesto, una clara diferenciación entre lo Civil y lo Religioso (lo que no implica, hostilidad alguna para con este último).

Todo hombre con pretensiones políticas de encarnar esta opción, debería ser capaz de enumerar sin errar estos cinco criterios, esenciales a la expresión exacta del Liberalismo.

La historia ha demostrado claramente que estos cinco criterios son imprescindibles para la expresión de la Democracia : los Marxistas incluso se vieron obligados a someterse a ello (la Social Democracia europea) o irse (el comunismo en Rusia y los antiguos satélites de la extinta URSS).


La incorrección de las visiones incompletas.

Pero el Liberalismo, no es simplemente un sistema político. Ni, menos aún, un sistema exclusivamente económico. Es, ante todo, (y en este sentido, como el Socialismo) una visión particular del hombre.

No se puede resumir el Liberalismo en uno solo de sus componentes en detrimento del conjunto de los otros, ya sea por pereza, ignorancia o mala intención. Pero esta recomendación no es propia del dominio liberal : sería intelectualmente injusto resumir el Socialismo solamente al “capitalismo de Estado”, a las “nacionalizaciones”.

De hecho Liberales y Socialistas fundan y justifican sus totalidades respetivas dentro de la complejidad del Hombre, que tienen como finalidad común.

No divergen (o se oponen) pues en el objetivo pero en los medios para alcanzarlo : o más concretamente, en la elección de esos medios.

El punto de divergencia.


Está absolutamente claro : para los Liberales, lo humano se alcanza a través de lo individual; para los Socialistas, lo humano se alcanza a través de lo colectivo.

Si se quiere memorizar este frase, tan simple como esencial, pues será siempre fácil determinar rápidamente si una actitud, acción o palabra es o no liberal, es o no socialista.



El individualismo liberal no es egoísta.

Las circunstancias actuales nos obligan a precisar, aún corriendo el riesgo de parecer elementales, todo punto que pueda ser mal entendido.

De entrada digamos que el individualismo liberal no puede, en ningún modo, asemejarse a une especie de egoísmo antisocial estructurado.

Como recordatorio, los primeros Sindicatos obreros de Europa y las primeras Mutuas fueron creados por los Liberales y aún funcionan como tales en los países más adelantados de la Comunidad Europea. Entre otros, numerosas instituciones caritativas y eficaces de carácter público han tenido (y todavía tienen) fundadores de ideología claramente liberal.

Ni el Socialismo responsable se reconoce hoy en la anarquía de los “Socialoterroristas” lanzadores de bombas del siglo XIX, ni el Liberalismo actual se puede identificar con el llamado Liberalismo “salvaje”.

El individualismo liberal toma en consideración todos los grupos humanos institucionales o no, oficiales o no : esto es, toda la comunidad sociológica de la sociedad humana en su extensión más abierta.

Pero esta toma de consideración pasa por un criterio preciso: toda entidad colectiva sólo tiene justificativo moral o valor humano en la medida en que favorece prioritariamente el mejor desarrollo personal de los individuos de los que se constituye.

Y ésto, no en un ideal continuadamente pospuesto al mañana, sino en el día a día concreto.

Para el Liberalismo, el individuo no se encuentra opuesto al grupo ya que éste, por definición, está compuesto por individuos. Es cuando el grupo se individualiza él mismo como persona abstracta, imponiendo sus fines personales a sus miembros, que el Liberalismo le niega toda cualidad humana y lo define como perjuicio social.

Fuera de las crisis imperiosas (revoluciones, guerras, epidemias, etc…) la aniquilación del individuo en el seno del grupo bajo el cubierto de un futuro mejor es la peor de las estafas (la Historia lo ha demostrado) porque la vida de cada uno es finalmente un mundo en si mismo.


El centro liberal.

Últimamente, para muchos, la idea de “hacer política” en el Centro se ha puesto de moda…Para los Liberales no se trata de moda puesto que el Centro es su realidad.

De hecho nos proponemos devolverle a la Democracia su 3ª vía de referencia que le falla : el Liberalismo.

Esta función esencial de la 3ª vía nos lleva de manera natural a precisar nuestra situación en el tablero político.

El eslogan “Los Liberales son la Derecha” demuestra o bien la incultura del que lo pronuncia, o su mala intención. En ambos casos, esto no responde a ninguna realidad.

El punto de vista de unos o de otros en cuanto a nuestra posición no nos preocupa. Sabemos que a la víspera de las elecciones, todos afirman ser “del centro” y, una vez acabado el escrutinio, todos se apresuran a volver sus respectivos puestos de izquierda o derecha.

Este no es nuestro caso y no puede serlo puesto que no solamente nos situamos en el Centro, pero más aún somos intrínsecamente el Centro.

Sin nosotros, el centro institucionalizado no existe : solamente vive camuflado bajo el ala izquierda de los Conservadores y el ala derecha de los Socialistas, sin derecho a la palabra.

Una cosa es afirmar, otra es demostrar y no titubeamos a la hora de demostrar lo que afirmamos.

Así decimos : nuestra visión de la Sociedad humana que es la de una estructura que debe favorecer a cada uno con el mejor de los desarrollos personales excluye fatalmente los extremos (p.e. el nacionalismo excluyente).

La economía, lo social, lo político son las consecuencias de esta visión y no sus condiciones. Los extremos son incompatibles con este orden de ideas, con nuestro modo de pensar.

Sin embargo ¿quién, en el tablero político, posee sus propios extremos sí no es la Derecha (la extrema Derecha fascista) y la Izquierda (la extrema Izquierda comunista) ?

Nosotros, sin extremismos, nos encontramos forzosamente en el centro y como lo institucionalizamos, somos el Centro. Y punto.


Conclusión :

Una democracia atascada.

Resultante de la confrontación izquierda-derecha consecutiva a la guerra civil (confrontación congelada durante 40 años de franquismo) la división política de los Españoles entre dos bloques ha sido transmitida aunque involuntariamente en las instituciones democráticas actuales por la llamada “Transición”.

Hay que acabar con este esquema bipolar izquierda-derecha, este bipartidismo históricamente impuesto por los acontecimientos del pasado que no corresponde a la realidad sociológica actual de la España moderna y no permite a sus habitantes expresar claramente su voluntad electoral personal.

De este bipartismo resulta un malestar generalizado tanto en el electorado como en el elegido. Efectivamente, en estos dos grandes partidos “recogelotodo” que son el Partido Popular conservador y el Partido Socialista progresista, y vista la diversidad heteróclita de sus componentes, no puede haber política clara y homogénea, ni planteamientos a largo plazo.

De hecho, estos dos monstruos numéricos conllevan cada uno, vista su extensión artificial sobre el tablero político, su propia parte de oposición interna y son pues incapaces de ofrecer un programa preciso a los electores y todavía menos, si acceden al poder, de aplicarlo si existiera.

De allí estas campañas electorales insípidas, amasijo de consignas desprovistas de significado real; de allí también el desinterés político de los ciudadanos en general, pero además la focalización nefasta y peligrosa de algunos de ellos en partidos extremistas e incívicos tales como los minipartidos nacionalistas locales excluyentes.

El PP y el PSOE son dos colosos políticos con pies de arcilla que, vacilando en su propio fango de elección en elección, cada vez se ven obligados a hundirse en el zapato una de estas piedrecitas sueltas que son los minipartidos extremistas, símbolos de desecho de una democracia mal expresada, con el fin de estabilizarse en el gobierno del país o de las comunidades autónomas o de los ayuntamientos.

Ahora bien un proverbio de la China antigua lo dice: “No puedes mirar al cielo si tienes una piedra en el zapato”. Estos dos partidos caminan pues muy mal, incluso a veces se tambalean en detrimento de la Democracia.

De allí también esta gestión impersonal del Estado, intercambiable en su mediocridad, a merced de grupos de presión desprovistos de civismo. De allí otra vez, este intervencionismo politizado que influye por ejemplo sobre la separación de los Tres Poderes, perturbando la serenidad de su ejercicio.

En fin, a través de un bipartidismo izquierda-derecha artificialmente impuesto a los ciudadanos españoles, los Conservadores y los Socialistas se ven tentados de reconstituir, por vía democrática, las condiciones de una dictadura. El mito de la “mayoría absoluta” es su perfecto ejemplo.

Les invitamos ahora a descubrir cual es nuestra visión liberal de la política y de la gestión correcta del Estado.



II. TEORIA LIBERAL.


Para una visión diferente de la política.

Un criterio neutro pero eficaz.

La moralización del mundo político no nos parece ser la fórmula ideal para remediar a los múltiples problemas de corrupción, concusiones, abuso de poder, de información privilegiada, etc, que desde hace años surgen sin cesar en su seno.

Moralizar, en efecto, implica hacer uso de una escala de valores y finalmente, a través de este sistema, remontar a lo religioso y lo moral, aunque sea, en apariencia, de manera indirecta.

Ahora desde siempre los Liberales preconizan una sociedad política aconfesional, separada de lo religioso no porque sean más agnósticos que otros (en última instancia la moral laica que practican algunos de ellos es, en numerosos aspectos, ella también una especie de religión) sino porque conciben que la opción religiosa o moral es una elección personal que no puede de ninguna manera ser objeto de ingerencia o de evaluación por parte de terceros, individuos o colectivos.

Si un acto es moral o no, a Lo Político no le corresponde juzgarlo sino a los diferentes sistemas de valores, religiosos, filosóficos y otros. La moralidad de un acto político no puede, sin connotaciones subjetivas y siendo ellas mismas fuente de desigualdades, depender de la apreciación de Lo Político como tal.



Observación puntual


En estos inicios del siglo XXI, moldeado por integrismos religiosos de toda especie, esta última constatación es de importancia : si la sociedad europea no blinda la aconfesionalidad de sus instituciones políticas, o bien zozobrará en el infantilismo místico norteamericano, o bien caerá, así como Turquía se prepara a hacerlo, en manos no del Islam pacífico sino de los caciques que lo utilizan para establecer hoy en día su supremacía personal en detrimento del pueblo turco.

En ambos casos, infantilismo místico o integrismo caciquil, las exigencias intelectuales y humanistas de nuestro continente europeo no sanarán nada bueno de esto. Y eso es lo que los Liberales no quieren.


(Fin de la observación)



Dicho esto, la penalización del acto político tampoco nos parece la panacea cuando la demanda judicial surge de un político en contra de uno de sus iguales o de un partido contrario.

Efectivamente y teniendo en cuenta la separación de los poderes en democracia, lo Político no parece lo más indicado para instaurar, via sus requerimientos, la Justicia como árbitro de la actividad política en su sentido más amplio, fuese ésta delictiva.

El recurso frecuente a la Justicia por parte de Lo Político respecto a sí mismo (y a todas las instituciones políticas constituidas o de hecho, tales como el 4º poder, la Prensa en su sentido más amplio) lleva fatalmente a una confusión de los poderes ya que supone una sumisión de decisión de un poder a otro poder del cual se supone, constitucionalmente, que es independiente.


Observación puntual

Este tipo de trámite conlleva evidentemente dos consecuencias : la politización creciente casi obligada de la Justicia y su incitación involuntaria al estellato.

Politización casi obligada : en efecto, los partidos políticos, en su temor hacia los posibles líos jurídicos, intentan hacer nombrar en los puestos de decisión de la Justicia a gente que les sean ideológicamente afines o provistos de una neutralidad condescendiente hacia ellos mismos. El joven magistrado capacitado que desee, con toda legitimidad, progresar en la carrera pronto se da cuenta que un carné de afiliación a un partido es el curriculum más eficaz de todos y muy a menudo, no tiene elección.

Incitación involuntaria al estrellato : resaltando en Lo Político en conflicto interno, la Justicia se encuentra evidentemente propulsada hacia adelante en el escenario de la Información. Un estrellato, muy a menudo involuntario, es entonces el resultado y se fija en ciertos nombres en detrimento general del conjunto de la función.

Estas dos consecuencias de la incoación desplazada de la Justicia por Lo Político desgraciadamente no crean en la opinión pública las condiciones adecuadas para la recepción serena de las decisiones judiciales. La Justicia poco o nada tiene que ver : el poder político es el que debe recuperarse y sin más dilación. Tal es nuestro punto de vista liberal.


(Fin de la observación)



Pero, objetarán algunos, si suprimen a nivel político los ideales de moral y de justicia, ¿qué sistema será el que permita evaluar que la calidad sea buena o mala de sus selecciones? ¿Y más particularmente si accede al poder ?

A eso intentaremos contestar ahora proponiendo en el lugar de la gestión partidista y subjetiva tradicional del Estado una gestión objetiva basada en un criterio cualitativo neutro pero eficaz : lo sociológicamente correcto hacia los individuos.


Lo sociológicamente correcto hacia los individuos. La disfunción y la función.

La razón fundamental de la política - y de hecho su única justificación despejada desde la Antigüedad por los inventores de la democracia, los griegos - es resolver los problemas de la ciudad, la entidad nacional base de la época.

Esta razón básica a pesar del paso de los siglos no ha cambiado aunque, todavía hoy, esté propulsada al nivel de un Estado, hasta de un continente.

Ahora bien, es obligatorio constatar que la política en estos días y en todo lugar, plantea a fin de cuentas más problemas de los que resuelve. Esto es, sociológicamente hablando, la política se ha vuelto disfuncional, esto es, nociva para los individuos-ciudadanos, pues bajo el cubierto de servir a la sociedad democrática utiliza a ésta con fines partidarios que no son los suyos. En pocas palabras, la política tal y como se practica actualmente perturba la función y la misma esencia de la Democracia.

Nosotros, Liberales, deseamos evidentemente poner un punto final a este estado de cosas que consideramos peligroso ya que, a través del pasado, ha sido muy a menudo el escalón de dictadores, tanto de derechas como de izquierdas.

Esta es la razón por la que proponemos tomar como criterio de la cualidad justificativa de la gestión política (y esto, independientemente del color político del partido que, en este punto, ejerza) lo sociológicamente correcto para los individuos oponiéndolo a lo que no lo es.

O sea distinguiendo entre lo que es funcional y lo que es disfuncional en el acto político planteado.

Tal distinción es fácil de operar y un sólo ejemplo concreto, todavía reciente entre nosotros, les ayudará :


- El metro de Palma

Para distinguir claramente entre lo funcional y lo disfuncional de las decisiones políticas que han acompañado este tema, veámoslo bajo tres ángulos : el de su proyecto; el de su realización; el de su rectificación. Y, en conclusión, saquemos lo "sociológicamente correcto" que debió de estar y no estuvo para sus usuarios, para los contribuyentes, o sea para cada uno de nosotros.


- El proyecto (funcional)

Funcional es en efecto, puesto que se trataba de facilitar el desplazamiento interurbano de las personas y de disminuir en consecuencia - pero sin interrumpirlo - el uso del coche privado en el medio urbano.


- La realización (disfuncional)

Disfuncional es en efecto, ya que la óptica electoral del PP primó sobre la calidad técnica : acabada de manera precipitada por las elecciones locales, la realización del Metro de Palma presentó, desde los primeros días de lluvia, defectos dignos de una república bananera.

(PD : Recordemos que el PSOE tampoco fue capaz de hacerlo mejor con su enlace ferroviario Inca - Manacor contemplando como sus taludes se derumbaban sobre las vías del tren poco tiempo después de su inauguración, ésta también realizada deprisa y corriendo en vísperas electorales...)


- La rectificación (disfuncional)

Disfuncional, ella también, puesto que la rectificación de los defectos del metro, organizada por el PSOE - que había vuelto al poder, fue ejecutada según requerimiento socialista con la mayor lentitud posible con el fin de convencer la Opinión Pública de que el Partido Popular había verdaderamente "chapuceado" el asunto.


Conclusión : lo "sociológicamente correcto"

En ambos casos (prisa electoral del PP, lentitud táctica del PSOE) la misma disfunción (la preocupación del partidario electoral) prima sobre la función ( el desplazamiento interurbano de las personas). Y esto en detrimento práctico de los usuarios y financiero de los contribuyentes.

Nosotros, los Liberales, declaramos que este comportamiento político - tanto del PP como del PSOE - como sociológicamente incorrecto pues perturba, sin razón objetiva, la calidad de vida de los palmesanos que se encuentran involuntariamente esquinados, como transeúntes accidentales, entre el fuego cruzado de dos bandos rivales a los cuales, entre otras cosas, deben pagar las municiones!


Lo sociológicamente correcto hubiese sido, frente a tal proyecto que concierne a todos los habitantes de Palma y durante varias generaciones, que un acuerdo previo sea establecido como mínimo entre los dos partidos susceptibles de acceder a la dirección del Govern, acuerdo que habría garantizado que la inauguración del metro palmesano no se hubiese procesado como si se hubiese tratado de una distribución preelectoral, y delante de la prensa, de caramelos en un orfanato.

Esta es nuestro modo de ver, en el partido "Proyecto Liberal".


Anexo :

Tendremos la caridad de no analizar sociológicamente y del mismo modo la extravagante destrucción del "Puente del tren" y de su también del todo escandalosa reconstrucción - en menos de 60 días, todo esto a costa del contribuyente para intentar recuperar un puñado de electores, por lo demás irremediablemente hostiles : un cóctel de estupidez política y de escándalo financiero digno del Libro Guiness de los Récords.


Por una nueva visión del Estado

La herramienta y el modo de usarla


Nuestro concepto de lo sociológicamente correcto hacia los individuos nos lleva a despejar por extensión una nueva concepción de la función estatal.

Evidentemente a una visión diferente de la política bien le corresponde una nueva concepción del ejercicio del poder, esto es, del Estado en su sentido más amplio.

Nosotros, Liberales, pensamos que, mucho más que una reforma del Estado, España necesita (como el resto de países europeos comprometidos en UE y confrontados con la mundialización) ante todo una reforma de mentalidades de gentes que, por vía electoral, sean llamados a dirigir.

Se puede en efecto apuntar en la Constitución todo lo que uno quiera : si los Poderes constituyentes no están de humor, el texto constitucional sólo será la sombra de sí mismo. Pues se olvida demasiado a menudo que entre los diferentes modos legales de legislar, existe uno particularmente insidioso y poderoso : el del desuso.

Ahora bien desde hace ya algún tiempo, parece que el Ejecutivo español se haya acostumbrado a legislar de este modo : algunos artículos constitucionales se han convertido en papel mojado. Los otros dos poderes lógicamente le pisan los talones : el Legislativo legisla o admite textos constitucionalmente incompatibles y el Poder judicial parece usar la Constitución con una conveniencia aparentemente y a menudo caprichosa.

Todo parece pues indicar que si existe un problema, no se trata de la herramienta sino del modo en que ésta se usa. Por lo tanto, mentalidad.



- Observación puntual

Estimamos, en el partido liberal, que entrar en la discusión sobre la reforma idónea del Estado y el aspecto formal de los Poderes que lo encarnan, sería - en el estado actual de cosas - una preocupación menor frente a la real cuestión de terreno que es, indudablemente, la de saber cómo ejercer de manera constructiva el poder con el fin de hacer sus efectos útiles y convenientes al conjunto de la comunidad nacional y, a través de ella, europeas y, a través de éstas, mundiales. Pues se trata hoy de un ciclo político completo. Esto es una vez más y como ya lo hemos despejado, que el ejercicio del poder sea sociológicamente correcto con los individuos a los que gobierna.

Estamos además convencidos de que toda reforma del Estado que no esté precedida de una reforma actualizante de las mentalidades en el mundo contemporáneo será una mala reforma pues practicada por los detentores del fracaso actual. Y por lo tanto, en un plazo indeterminado, condenada a producir efectos todavía más decepcionantes...

En cuanto a la calidad creativa institucional, ¿qué se puede esperar de bueno de una Izquierda incapaz como se ha visto (véase memoria histórica) de asumir su pasado sin retorcerlo a su gusto, y de una Derecha incapaz como se ha visto (véase la guerra de Irak) de afrontar su futuro sin buscarse coartadas? Probablemente nada. Y de todos modos la apuesta constitucional de un país es de tal envergadura que prohíbe hasta la sospecha de chapuzas.

(Fin de la observación)


Las condiciones de reforma de el Estado tienen entonces que ser seriamente estudiadas antes de proceder a una reforma constitucional.


El Estado como regulador de las tensiones. Progreso y regresión de las sociedades humanas.

Toda sociedad humana sólo progresa o regresa por sus tensiones (económicas, culturales, religiosas, étnicas, etc..)

El progreso o lo contrario, la regresión, son la resultante de esas tensiones : si estas son mayoritariamente positivas, la sociedad progresa; de lo contrario, si aquellas son negativas, la sociedad involuciona.

Es un hecho históricamente comprobado.

Pero, las tensiones de una sociedad, positivas o no, pueden romper, si son excesivas, el equilibrio sociológico mínimo imprescindible a la existencia misma de esta sociedad : la explosión se produce y el riesgo de caos se instala.

Es el peligro, por ejemplo, hoy en día de la crisis del “Ladrillo”.

Consideramos, los Liberales, que el papel primordial del Estado (entendido desde las administraciones locales hasta la administración central incluida) es de regular las tensiones sociales a fin de que no solamente la sociedad exista como tal sino que, además, progrese.



Para una regulación liberal del Estado.

Esa regulación no es ni dirigismo socialista ni - menos aun –intervencionismo
conservador. Es una gestión propiciatoria y previsora del Estado hacia las fuerzas
sociológicas naturales que las constituyen.

Y eso en la óptica fundamental de favorecer, desde el presente, las condiciones idóneas a la realización individual de cada uno.

En este sentido, gobernar es realmente prever

Esas condiciones idóneas son de dos tipos :
- estructurales (a largo plazo) : vg. la estabilidad de la gestión del Estado.
- conyunturales (a corto plazo) : vg. la adecuación de la gestión estatal a las necesidades que surjan al día.


Veámoslas :

La estabilidad de la gestión del Estado (largo plazo).

Una gestión correcta del Estado implica una permanencia y exige una continuidad específicas no obstante la discontinuidad alternativa de los partidos políticos que acceden democráticamente a ella.

Es decir que existen algunos temas precisos que, por el hecho que contemplan el largo plazo, requieren no ser cuestionados casi cada día.

Dentro de esos temas, la enseñanza a la juventud no es uno sino el primero de todos.

Hay que acabar con esta práctica nefasta para con el equilibrio de los alumnos que consiste en cambiar de sistema educativo después de cada elección política.

Es una falta de respeto para con la juventud, una incitación dañina para su futuro intelectual porque la invita a despreciar la instrucción en si misma, visto que los adultos encargados de propiciársela, ellos mismos, ya son incapaces de valorarla de una vez para todas.

Eso no significa elegir una enseñanza petrificada, sin progresión nula. Eso significa elegir una enseñanza coherente, sin ruptura.

Tampoco nuestros alumnos tienen que servir de conejillos de Indias a “intelectuales” más caprichosos que sabios y que intentan aplicar en materia de enseñanza sistemas obsoletos ya probados y ya abandonados, hace tiempo, como no idóneos en los otros países de la Unión Europea.

¡ Alerta ! Vivimos en la globalización y esta vale también para el tema de la enseñanza.

En efecto, hay países – y muchos – donde se enseña y se estudia (uno no puede ir sin el otro) perfectamente bien.

Si no queremos que, en un futuro próximo, nuestros hijos caigan bajo la dominación intelectual de terceros mejor formados, conviene pues estabilizar cualitativamente la enseñanza pública y privada que se propicia sobre todo el territorio nacional de España.

Y erradicar las drogas y el alcohol factores actuales de la destrucción muy adelantada de nuestros jóvenes. (basta ver de cerca un “botellón”..).

Nota puntual.:

Los Liberales, no valoramos moralmente estos dos factores destructivos que son las drogas y el alcohol.
Los miramos del punto sociológico, o sea funcional o disfuncional.

Para nosotros estas dos realidades actuales son disfuncionales : impiden un comportamiento social coherente (v.g. la violencia de genero), una línea de estudios intelectuales o manuales de calidad, de gozar de una salud normal y de transmitirla sana a su descendencia, etc..

Así se nota, de paso, que nuestra manera de caracterizar un hecho, un acto, no en razón de una escala de valores pero sí en razón de sus efectos socialmente funcionales o disfuncionales para con el individuo y su entorno es, como lo hemos dicho : un criterio neutro pero eficaz.

La adecuación de la gestión estatal (corto plazo).

La anticipación a corto plazo es tan importante que la de largo término.

En efecto, el largo plazo es frecuentemente la resultante histórica de todos los cortos plazos precedentes.

No se puede entonces fijarse en un fin sin cuidar diariamente cada paso que conduce (o no) hacia este fin.

Es la razón por la cual una gestión “sociologicamente correcta” del Estado (entendido lato sensu, es decir a todos sus niveles) implica estar atento al día o, mejor aún, de anticipar este día de tal manera que su mañana esté ya en la dirección correcta.

Por ejemplo, una huelga tan previsible cono la de los transportistas, de los pescadores y de los agricultores había tenido que estar solucionada antes de su surgimiento a la calle porque se sabia, de antemano, que su única salida era en la negociación.

Y retrasar una negociación imparable es arriesgar inútilmente su propia capacidad de negociar.
¿Qué hubiera pasado en caso de muerto entre los manifestantes y las fuerzas policiales?

Está claro que el poder político, legalmente elegido en democracia, no tiene que temblar al primer anuncio de una huelga : pero tiene que medir su actuación y, que sepamos, negociar “en frio” no es, en absoluto, despreciar su poder,

O dicho de otra manera y vulgarmente “bajar los pantalones”.

Esta andadura que consiste de tener en cuenta al día de hoy para orientar su mañana en función de un fin que contempla el largo plazo, la llamamos, nosotros los Liberales, la “adecuación coyuntural permanente” de la gestión del Estado.

A este nivel, gobernar no es únicamente prever : gobernar, para nosotros, es también entender lo actual antes de que sea un pasado pesado en el futuro.

Permítanos, aunque Liberales, citar para cerrar esta reflexión unas palabras de Trotsky (y no hay motivo para no citar un comunista si este tiene razón) :

“Lo importante no es luchar en contra de una situación : lo importante es de actuar de tal manera que esta situación no surja”.





III: PRACTICA LIBERAL.


Una aplicación concreta de estas dos visiones :


La crisis económica en Mallorca.


Aunque afecta a toda España, como a toda Europa, analizáremos ahora la crisis económica actual en nuestra isla, porque tiene un conjunto de componentes peculiares que son : el turismo y la construcción, rodeados de dos factores negativos: el sistema bancario de financiación hipotecario y el comportamiento de la B.C.E.


-El turismo :

La degradación constante de la aportación financiera del turismo en Mallorca, no obstante esfuerzos reales del sector hostelero, no se ha erradicado de manera eficaz por falta de una actuación común entre los componentes del sector y, especialmente por culpa del poder político.

En efecto la falta de continuidad de una política turística a largo plazo no ha permitido luchar contra :

- el obsoletismo (problema estructural debido al envejecimiento de la herramienta hostelera),

- las variaciones del flujo turístico (problema coyuntural debido por ejemplo, a los efectos de las tensiones internacionales económicas y políticas),

- la competencia, en Europa mismo, debido a sus nuevas extensiones territoriales (problema histórico de un fenómeno ajeno a la voluntad),

- la inversión de los beneficios realizados durante años por la explotación turística en la isla en otro lugar turístico del mundo (problema de mentalidad asocial),

- el fracaso de la desestacionalisación (problema de la falta de entendimiento del deseo turístico, antes todo veranear),

- la dependencia vulneralisante enfocada en solo dos nacionalidades de turistas, la alemana e la inglesa (problema de la falta de diversificación turística en detrimento de otras nacionalidades),

- la costumbre de algunos de ir al dinero fácil, es decir de promocionar la vulgaridad, la promiscuidad sexual y alcohólica como p.e. en casi todo el Arenal y conocidos puntos de Magaluff que lleva a veces bien su apelación árabe que significa “La playa de los cerdos” (problema de afán de dinero a cualquier precio).

- En fin, la costumbre de hacer frente a las exigencias de los agencias turísticas internacionales en orden disperso lo que implica una debilidad a la hora de negociar (problema de la falta de unidad del sector).

Pues todo esto indica que nos encontramos enfrente de un problema complejo que nadie puede pretender arreglar de golpe y por si solo.

Nosotros, los liberales, estamos dispuestos a propiciar una política constructiva para este sector turístico, esencial para la vida económica de la isla, política consensual a largo plazo involucrando de manera responsable a los agentes sociales, económicos y políticos. Estaremos a la escucha de todos pero en el respeto de todos. A une crisis común la respuesta también tiene que ser común.


- La construcción inmobiliaria :

La crisis en este sector ha sorprendido la gente que ignora las reglas básicas de la economía de mercado, o que ha querido ignorarlas.

De todas formas el resultado se queda igual : cuando la oferta supera la demanda (o en el caso preciso la capacidad financiera de acceder a la vivienda) los precios se hunden y la producción se para.

Es el imparable saneamiento del mercado.

Desde un punto de doctrina liberal asistimos entonces más a un proceso de corrección de mercado que a una crisis.

Claro está que esta corrección es bastante brutal y va ser destructiva para muchos, pero hay que subrayar que este aspecto nefasto lo generan más las condiciones y las circunstancias que rodean el fenómeno que el fenómeno en si mismo.

Y dentro de estos factores negativos, el sistema de financiación hipotecaria los encabeza a todos.

Que nosotros, Liberales, nos permitamos criticar el sistema bancario (cajas de ahorro incluidas) no es una paradoja porque la manera con la cual funciona este sistema no es del todo liberal.

Este sistema (casi al margen del liberalismo económico) se caracteriza, entre otras cosas, por una sobre protección del organismo financiero, lo que, en hora de crisis en un microcosmo económico como Mallorca, puede paralizar la economía durante tiempo.

En efecto el organismo crediticio no sólo tiene la vivienda en garantía, sino también dos sueldos (si se trata de una pareja) y más aún, uno o dos avales.

Es decir que si surge un problema, hasta tres familias podrían estar afectadas y recordemos que en el caso que el precio de la vivienda baje (cosa muy factible en 30 ó 40 años) el deudor hipotecario tendrá que aumentar sus avales por la diferencia para garantizar su préstamo.

Hay una clara desproporción de prestaciones entre los cocontratantes y tal desproporción hace salir el contrato hipotecario del sistema económico liberal en el cual el beneficio tiene que ser proporcional al riesgo y las prestaciones de las partes equilibradas.

En fin, este tipo de operación financiera está profundamente desnaturalizado: la compra de la vivienda (aunque sea a plazos) es técnicamente un acto de inversión pero en la práctica se ha comportado como un acto de consumo, muy vinculado a la demanda. Hecho que los bancos no han querido tener en cuenta.
Entonces, debido que la mayoría de las hipotecas fueran acordadas en tiempo de gran demanda, casi todas las viviendas que contemplan estos contractos están afectadas por una sobre valoración de más o menos un 40%.

Estamos, concretamente, al límite de la estafa usurera.


- El interés director de la B.C.E. (Banco Central Europeo):

La política económica de la B.C.E. para parar la inflación con el alza de su interés director ha fracasado. La persona misma de su gobernador está cuestionada.
El hecho que su nominación fue política explica pero no justifica su incompetencia.
Ni siquiera tiene la discreción propia de su cargo.

Concretamente, no se puede aplicar a una entidad territorial tan compleja como Europa, copiando las recetas que funcionaban en los años 60 del siglo pasado en el exiguo hexágono francés. Es de sentido común…

Mientras tanto el deudor hipotecario suda cada vez más para pagar su hipoteca y el euro sobre valorado paraliza las exportaciones europeas. ¿Trabajaría la B.C.E. para el gran capital norteamericano ? Parece que si…



Conclusiones :
La crisis en Mallorca tiene dos frentes principales : el de la hostelería y el de la vivienda.
Es mucho, teniendo en cuenta los factores negativos que les rodean (el Euribor, el sistema hipotecario). Y eso, más para una Isla.

Los políticos no tienen que resolver esta crisis (eso es la tarea de los agentes económicos) pero si tienen que poner en marcha ya las condiciones que favorezcan a las partes el encuentro de soluciones idóneas y duraderas.

Y no, por ejemplo, pasar su tiempo haciendo politiqueo lingüístico con Air-Berlin como politicastros de pasillo.


_________________________________


En fin, y por acabar, dos puestas a punto ; veamos :

- la incompatibilidad liberal del PP, UM y C.D.C.

- el imperialismo catalán.


Advertencia :


Aunque no nos guste hacer polémica, tenemos la obligación en cuanto a las pretensiones liberales del Partido Popular, de Unió Mallorquina y de Convergencia Democrática de Cataluña, de poner las cosas en su debido sitio.

En efecto, la ausencia durante casi 70 años de un partido liberal en España hubo como consecuencia de debilitar el conocimiento exacto, dentro de la populación, de lo que es el verdadero liberalismo.

No podemos dejar que algunos políticos poco escrupulosos actúan diariamente en contra del humanismo liberal, se arropan, aprovechando de la buena fe de la gente, del idealismo liberal : no podemos dejar que lo ensucian públicamente a su contacto.

Vamos a demostrar entonces, con unos ejemplos concretos, la estafa intelectual e ideológica que practican, haciéndose pasar, de vez en cuando, como liberales.


Impropiedad liberal del PP

El síndrome de "La Balsa de la Medusa".

(El 2 de julio de 1816, a lo largo de la costa occidental de África, zozobró el barco llamado "La Medusa". 149 náufragos se refugiaron en una balsa de la cual sólo quedaron, tras 12 días, 15 moribundos).

En el caos actual en el cual se debate el partido conservador - el Partido Popular - es del todo comprensible que algunos, aterrorizados por la vista de un naufragio inminente, se pongan, como les ocurre algunas veces a los enfermos en su lecho de muerte, a fantasear acerca del futuro.

Entre sus sueños, la idea de autodeclararse "Liberales de siempre" se les aparece de repente como el viático salvador "in extremis", el único salvavidas entre las tablas esparcidas y carcomidas sobre las cuales se tambalean hace tanto tiempo.

Sufren el síndrome del náufrago, bien conocido como el de "La Balsa de la Medusa", síndrome que provoca en las personas perdidas en alta mar, bajo un sol de justicia y sin agua potable, alucinaciones de todo tipo.

En el caso presente estos infelices se encuentran, según parece, en un estado muy avanzado de su delirio pues, imaginándose poder ser a la vez del PP y liberales, ellos mismo se han vuelto de manera esquizofrénica objeto de sus propias alucinaciones.

Para poner en evidencia la gravedad de su patología, analizaremos brevemente algunos puntos concretos no exhaustivos de la acción "popular" que evidencian que el PP nunca fue liberal, que no lo es y que mañana tampoco podrá serlo.


Veamos estos puntos.


- IB3

¿Desde cuándo el Liberalismo recomienda la creación de organismos públicos para el poder político? Nunca. ¿Y además organismos encargados de informar?

Al contrario, los Liberales insisten acerca de la necesidad de purgar el Estado sensu lato (entiéndase desde las administraciones locales hasta la administración central incluida) de todos los pozos sin fondo millonarios, no productivos e ineficaces del servicio público privatizándolos cada vez que sea posible.

Con más razón, no recomiendan su creación, ni aumentar su número...

Como pozo sin fondo millonario IB3 es un bello ejemplo: 215 millones de euros de los cuales 47 a los proveedores (Diario de Mallorca, 04 de abril 200Chulillo, solamente después de tres años de audiencia mediana hoy convertida en mínima desde la conversión integral al dialecto de Barcelona.

Pero desde el punto de vista liberal, el aspecto económico de la cuestión no es el único cuestionado: para los Liberales en efecto, la política debe abstenerse de toda ingerencia en el dominio de la Información, tanto directa (creación de instituciones tales como IB3, TV Mallorca) como indirecta (todo el sector subvencionado, incluido TVE).

El papel del político en democracia no es el de "hacer" información (ni tampoco coches, ni trajes, ni jabón, ni salchichas, etc.) sino actuar al nivel de sus responsabilidades previstas por la Constitución y comunicar explicativamente su acción a la Opinión Pública, por vía parlamentaria, el B.O.E., conferencias, entrevistas, etc...

Pues, entre comunicar e informar, existe la misma diferencia que entre comer y digerir.

Además, si bien es cierto que hay que respetar la separación de los Tres Poderes constitucionales, también hay que respetar la del Cuarto Poder de hecho la Información (prensa escrita, hablada y televisada), último poder que se ha mostrado a lo largo de los tiempos tan vital como los tres primeros en el ejercicio de una democracia sana.

Un consejo de lo Audiovisual por ejemplo como el que hace estragos en Cataluña coloca este territorio al límite de la Democracia y ciertamente absolutamente fuera del marco liberal.

Tales organismos de control previo al ejercicio de la libertad de información son el síntoma de un mundo político retrógrada, inseguro consigo mismo.
No son, en ningún caso, la señal de una Democracia moderna y competente tal como la que valoran los liberales que somos.

En consecuencia, salta a la vista que la creación de IB3 por el Partido Popular (así como TV Mallorca por Unió Mallorquina) coloca a estos dos partidos en flagrante contradicción con el concepto económico y ético liberal del Estado democrático.

¿Que más se puede decir, sino que estos dos partidos están fundamentalmente descalificados en sus pretensiones liberales?

PD:

En nuestro programa prevemos la privatización de estos quesos gruyère suizos que son IB3 y TV Mallorca, rellenos de ratones políticos.

Y si ningún comprador privado lo quisiera - lo que no sería sorprendente - su liquidación pura y simple. Las indemnizaciones a pagar se revelarán a corto o a medio plazo menos onerosas que el mantenimiento de su funcionamiento y el respeto de la independencia del Cuarto poder será restaurado. Proponemos que a nivel nacional el tratamiento sea el mismo para TVE y todos los sectores privatizables del Estado lato sensu.

[

NOTA DE PRENSA

EL PROYECTO LIBERAL SE PRONUNCIA EN CONTRA DE LA POLITIZACIÓN Y LA COMPETENCIA DESLEAL DE LA TELEVISIÓN PÚBLICA.

Palma de Mallorca, a 12 de julio de 2008.- Deseamos mostrar nuestra solidaridad con la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (UTECA) y nuestro más profundo rechazo a una práctica desleal y abusiva que atenta contra la inteligencia de todos los españoles.

Exigimos una explicación de la finalidad de la condonación de 7.000 millones de € a TVE, así como una reconducción inmediata del asunto al Ejecutivo presidido por el Presidente del Gobierno.

A los medios de comunicación libres y a las personas que desean que nuestra Sociedad no siga más por un camino que sólo lleva al sectarismo ideológico, al poder partidista del más fuerte sin respeto por la pluralidad y el libre mercado les recordamos que sólo hay una manera de cambiar las cosas, la política y la elección democrática de un Partido Liberal que garantice la pluralidad y el consenso político.

El Proyecto Liberal Español llevará en su programa electoral de ámbito nacional la privatización de la TVE y de todas las Cadenas Autonómicas integradas en FORTA.

A todos los ciudadanos les queremos transmitir nuestra preocupación porque se está poniendo a prueba si verdaderamente nuestra Sociedad será capaz de reaccionar o si continuará sumisa al bipartidismo que no lleva a ninguna parte.

Uds. como ciudadanos tienen derecho a equivocarse, si nos equivocamos lo haremos como los españoles que habitaron la España del S.XVII; pero si no lo intentan el retroceso político ya es seguro en nuestro país. Los políticos con capacidad de gobierno nos están conduciendo en pleno S. XXI a un estadío de la Historia que ya pensábamos estaba superado.

Uds. deciden si quieren o no que se mejore nuestra democracia y avanzar en ella, pero libremente.

La junta directiva del PLIE. ]




El “voto de disciplina”.

La práctica del “voto de disciplina” con la cual una cúpula directriz de un partido prohíbe la libre actuación de sus elegidos en algunos asuntos importantes, es una práctica fundamentalmente anti-liberal.

En efecto, ¡tal práctica supone que esta cúpula pueda subrogar la representación democrática nacida de las urnas! Que los elegidos nacionales o locales son la propiedad del partido – o peor aún – esclavos de una mínima fracción de aquel…Lo que el liberalismo nunca contempla.

Haciendo memoria, un asunto local en Mallorca : el escándalo UM de Can Domenge que los elegidos PP han tenido que votar, presionados por la cúpula de su partido, como si hubiera existido un presunto trato secreto con UM.

Y un asunto nacional : la votación casi unánime de la agresión de Irak, en contra del derecho internacional y en el desprecio total de ONU perpetrada en su tiempo por el señor Aznar.


La barrera racista del “Barceloní”


¿Es un acto liberal el hecho de intentar retrasar la integración en las Baleares a los números inmigrantes de América del Sur, imponiéndoles por decreto autonómico a ellos y a sus hijos hablar uno de los dialectos locales de Cataluña – el Barceloní – que ni siquiera el dialecto del lugar donde intentan adaptarse?

En un término donde, sin embargo, tienen el derecho constitucional de hablar lo que es reconocido fundamentalmente como lengua vehicular española desde Felipe II – el castellano – segunda lengua internacional después de la lengua inglés.

Todo este sistema de coerción no tiene, en absoluto, pinta liberal. Al contrario. Pero su inventor fue, en los años 80 el PP mismo (ex AP.) en contra de todos los castellanos parlantes, para intentar que la política de nuestras islas quede como coto de caza privado “alquilado, en exclusivo, al dinero de Cataluña.

Desde estos tiempos, el PP siempre ha tenido como objetivo y ha respaldado constantemente la catalanización forzada de las Baleares (“Normalización). Esta violencia incompatible con el respeto de las personas y con el espíritu de tolerancia de nuestra tierra, descalifica claramente el Partido Popular como liberal.


Conclusión :


Estos tres ejemplos enseñan que, para ser liberal de verdad, uno puede serlo parcialmente, a trozos, a trocitos. La tradición interna del partido Popular nunca fue liberal y sociológicamente no lo puede ser, aún mañana. Porque es un partido corporatista conservador.


IMPROPIEDAD LIBERAL DE UM Y CDC


Decir, como hace poco, un periódico local que "un partido sólo puede ser liberal si se sitúa en el centro del espectro político" y concluir que, porque serían del centro, sólo Unió Mallorquina y Convergència Democràtica de Catalunya pueden definirse como los dos únicos partidos liberales de España, es hacer gala de ignorancia o practicar la más grosera desinformación política.

Declarar "Soy de centro" no compromete en efecto ideológicamente a nada. Una tal declaración no es ni una ideología ni una opción política: es una simple constatación de posicionamiento coyuntural, esencialmente temporal pues, como la Historia nos enseña, el Centro político de una nación puede variar de posición en el curso del tiempo y, de hecho, no ha dejado de hacerlo.

En el siglo XIX, los Liberales eran la izquierda y eso fue a veces - como en 1917 en Rusia - una parte de la derecha. Ahora bien planteamos la pregunta: ¿No eran fundamentalmente los mismos liberales? El Centro él, sin embargo, había cambiado: se había desplazado en función de las circunstancias del momento. La ideología liberal, no.

¿Cómo se puede tener la incultura política de confundir un punto de referencia anónimo y cambiante como el Centro con la doctrina madre liberal que engendró la democracia occidental? ¿No son una gran parte de la Democracia cristiana y de la Socialdemocracia en Europa, ellas también, del Centro? ¿Son por ello e ipso facto liberales? Ciertamente no.

¿Cómo se puede tener la impericia política de creer que los Liberales dejarán que se perpetre tal apropiación indebida de su apelación por dos formaciones que son conocidas como fundamentalmente antiliberales?¿En qué, en efecto, la xenofobia racial y social apenas disimulada de UM se corresponde al ideal del humanismo liberal? ¿En qué, la intrusión coercitiva lingüística al encuentro de las libertades fundamentales de los ciudadanos practicada en Cataluña y exportada a golpe de dinero a las Baleares por Convergència se encuentra con el ideal liberal?

Y poco les importa ensuciar a través de un uso indebido este liberalismo que desconocen porque, en el fondo de sí mismos, lo detestan y lo envidian pues abre horizontes democráticos que se saben incapaces de alcanzar. Al nivel de sus propias limitaciones, hay que reconocerles una cierta lucidez...

Nosostros los Liberales, que le hemos recordado a la opinión pública los puntos esenciales de la doctrina liberal y que hemos inscrito sin ambigüedades el ideal liberal hasta en la apelación directa de nuestro partido, no somos los ingenuos de estas dos formaciones políticas excluyentes que sabemos, desde siempre, al límite de la Democracia y bien alejadas del liberalismo.

Si estas dos formaciones quieren intentar cubrir el cuerpo descarnado de su ideología ausente, pues que recojan en la calle cualquier jirón: esto les servirá de sobra. ¡Pero en cuanto al estandarte azul, que no lo toquen! Lo protegeremos sin descanso: lo tenemos dicho.

Ciertamente estamos a favor del Centro tal y como se presenta sociopolíticamente hoy en día en España así como lo hemos declarado previamente y de manera oficial hasta en nuestros escritos.

Pero si este Centro cambiase en el día de mañana sobrecargándose de cosas tales como UM y CDC, por ejemplo, no seríamos menos liberales por ese motivo pues no tenemos, como algunos, la práctica del camaleón como sola y única ideología política.

Para afirmarnos tenemos, gracias a Dios, otras cosas que la rapiña intelectual y el camuflaje de las palabras.


La afiliación europea liberal.


En el estado actual de las cosas, no tenemos entonces ninguna intención de afiliarnos al grupo liberal europeo tal y como se presenta hoy día.

En efecto: cómo podríamos, sin renegar de las bases esenciales del Liberalismo, afiliarnos a un organismo que cuenta entre sus miembros a un grupúsculo excluyente y al límite de la democracia tal que UM? Es decir un grupo político ideológicamente antiliberal?

Comprendámoslo bien: que UM sea lo que sea, está en su derecho. Nada que decir al respecto: pura e impura democracia...

La cuestión no es UM. La cuestión es poder saber cómo el nacionalismo estructuralista, esta disfunción sociológica ha podido hacerse reconocer como miembro del Liberalismo europeo. Allí está la verdadera cuestión.

Y esto nos lleva a cuestionar no a UM sino al Liberalismo europeo en sí mismo.

Una de dos:

-O bien la buena fe del Liberalismo europeo ha sido sorprendida, y ha aceptado un partido como UM como liberal, sin más cuidado:

- O bien, el Liberalismo europeo está patas arriba y acepta cualquier cosa

En ambos casos, comprenderán que tenemos muchas reservas en cuanto a la conveniencia de una afiliación eventual al Liberalismo europeo mientras la cuestión de la presencia de UM en su seno no haya sido reconocida como ideológicamente incompatible.

“EL PROBLEMA CATALAN”
No somos - de ningún modo – un partido lingüístico.
El liberalismo que encarnamos no existe en función de los accidentes de la vida social pero sí existe en sí mismo y como tal, forma parte permanente de la estructura política de la sociedad democrática que, sin este Liberalismo se encuentra políticamente incompleta (cfr. supra).

No es pues desde un punto de vista coyuntural ocasional que abordamos aquí el “Problema catalán” (así como lo haría un partido lingüístico), sino desde un punto de vista estructural, es decir en perfecta coherencia con el conjunto de nuestra doctrina liberal del humano y en la estricta aplicación de ésta.

En resumen : si intervenimos en el “Problema catalán” no es en una óptica de valorización lingüística sino porque este problema atenta abiertamente contra las libertades fundamentales de los individuos y de la familias; porque atenta contra el humano.

Un grupo, una vez más, intenta instituirse como una abstracción superior a los individuos y quiere imponerles, en detrimento de las libertades de cada uno, sus intereses de grupo.

Ante tal andadura contra las libertades individuales, todo demócrata debe de intervenir; a fortiori un liberal.

Deploramos sin embargo tener que malgastar tiempo, papel y tinta para tratar un problema indigno de una Democracia moderna y responsable.


El lavado de cerebro.

Para asentar su prepotencia imperialista en las islas ( y particularmente en Mallorca), Cataluña lo ha tenido bastante fácil : como en toda tierra que salía de la pobreza de la noche a la mañana, sus representantes políticos estaban dispuestos de antemano a satisfacer al “más generoso”.

Y Cataluña fue generosa para con ellos y todavía lo es.
La contraprestación fue la siguiente :

- acomplejar a los Mallorquines frente una capacidad emprendedora catalana reputada como una, sino la primera de todas las del mundo. A ver.

- ignorar los dialectos mallorquín, menorquín, ibicenco como formas de expresar propia a los mayores incultos del campo retrasado (proyección directa del problema catalán en la misma Cataluña, como acabamos de ver sobre el archipiélago).

- despreciar y borrar todo recuerdo histórico propio de las islas; y en el caso de no poder conseguirlo, hacer que parezca siempre depender de un hecho catalán mucho más altamente importante.

- imponer su dialecto- el Barceloní – falsamente proclamado, gracias a la ayuda pagada de algunos “intelectuales” (incluidos catedráticos), como lengua materna de la cual derivan nuestros dialectos isleños. Lo que es científicamente una mentira.

- marcar con hierro candente no en la piel pero sí en la lengua, a los nativos de las baleares, para que sean nuevos sujetos de la nueva “entidad medieval catalana”.


En fin y el más triste para nuestro territorio tradicionalmente tolerante :

- atraer el odio al otro, excitando un racismo socio cultural excluyente de la gente culta de las islas, de habla castellana. Dicho de paso, la segunda lengua internacional después del Inglés y antes del Francés.


Conclusión :

El imperialismo catalán surge del propio malestar de Cataluña (“Uno de cada cuatro catalanes vive amenazado por la pobreza” El Païs 01/05/08 pg 6).
Nosotros, los Liberales opinamos que ningún sitio en España tiene que ser el “Vaso de expansión” del malestar social de sus vecinos.

Y para dejarlo más claro, las Baleares no son, en absoluto, los nuevos Sudetes de Cataluña.

Ahí queda dicho.
Puntos:

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