Calasparra - Murcia

Ahora que nos de suben el precio del tabaco cuando se les antoja a los recaudadores , contaré una curiosidad.
Rodrigo de Jerez, marinero de Ayamonte, que acompañó a Cristobal Colón en la 'Santa María' en su primer viaje a América, fue el primer europeo que se habituó al tabaco. Vio como los nativos de San Salvador inhalaban el humo de la picadura de tabaco. Cuando volvió a España, al ver que le salía humo por la boca y la nariz, fue acusado por la INQUISICIÓN de prácticas demoníacas. Fue encarcelado siete años por ello.
A finales del XVII, el fumar se había extendido considerablemente. En el siglo XVIII, los precios del tabaco se dispararon y la aristocracia adoptó el consumo de rapé, tabaco aspirado por la nariz, como elemento diferenciador de su estatus.

Siguiendo con el tabaco esnifado, decir que grandes personajes de la época del XVIII, como Talleyrand, Metternich, Rossini o Moratín lo consumían con mucha frecuencia.
Si el historiador no miente -y no tiene por qué hacerlo- Napoleón Bonaparte, para no tener que abrir y cerrar la tabaquera constantemente, llevaba el tabaco suelto en el bolsillo superior izquierdo de su chaleco, que había forrado en su interior con hule.Mientras disponía los escuadrones en Jena (batalla de Jena), y en cualquier conferencia, introducía constantemente los dedos pulgar e índice de su mano derecha en el citado bolsillo, sacando tabaco y llevándoselo a la nariz. Tantas veces lo haría, que para que no se notara demasiado, usaba un chaleco amarillo, pero sus solapas eran las más sucias de los grandes de Europa.
Ahora los dedos amarillos son los dedos índice y corazón.

Dejemos el tabaco y contemos algo sobre los Borbones en España, que no suelen venir en los libros de texto.

Isabel II, tuvo un sólo marido, su primo Francisco de Asís. Sin embargo tuvo infinidad de amantes: El General Serrano; su profesor de música, Valldemosa; marqués de Bédmar; José María Ruiz Arana; Puigmoltó; Miguel Tenorio; Carlos Marfori, etc.
Parió once veces, pero sólo una vez, con certeza, de su marido. Es necesario decir, que éste era muy afeminado, hasta tal punto, que Isabel en una ocasión que le preguntarón por las costumbres de su esposo, ella dijo: "¿Qué se puede pensar de un hombre que en su ropa interior lleva más encajes y cintas que una mujer?"
No hace falta decir que se casó con él por imperativo de sus padres.
No hay un sólo Borbón, excepción hecha de Carlos III, que no tuvieran amantes e hijos con ellas, o ellos.

¿Estas poniendo el ventilador para ahora airear la mierda del Abrazacuras?

¿Estas poniendo el ventilador para ahora airear la mierda del Abrazacuras?

Ya que he empezado por Isabel II, añado algunas cosillas más sobre ella.
La reina, cuando se refería a su marido, el afeminado Francisco de Asís, ella lo llamaba 'Doña Paquita' o 'Paco Natillas'
En una ocasión discutían ante la reina los generales Baldomero Espartero (Jefe del Gobierno) y Leopoldo O'Donell, (Ministro de la Guerra), sobre unas medidas a tomar. Como la reina tomo partido por O'Donell, se puso en pie Espartero y se despidió diciendo:
"Me voy. Cuando la revolución llame a las puertas de este palacio, no me busque Su Majestad, porque nunca más correré a socorreros"
Bien claro está que cumplió su palabra.
Cuándo Isabel II estaba embarazada de su hijo Alfonso (más tarde Alfonso XII), fueron muchas las voces que decían que el padre era el capitán de Ingenieros, Puigmoltó. Una vez nacido y pretendiendo que el padrino fuera el mismo Papa, Pío IX, hubo de intervenir el confesor de la reina, padre Antonio María Claret, para calmar a sus hermanos de religión diciéndoles que la reina le ha asegurado, fuera del secreto de confesión, que el niño es de su marido.
Esta declaración convenció al Papa.

Hola Pepe, ¿como se llama el libro del que extraes la información?
Es que me interesa.

No es un libro Agustito , son muchos libros , no te puedo dar un nombre .

Ya he contado algunas de Isabel II, pero mejor será empezar desde el primer Borbón: Felipe V

Sus orígenes familiares y su llegada al trono de España, supongo que es de todos conocido; por ello, vamos a lo menos conocido.
Se casó dos veces y las dos por poderes. Su primera mujer, María Luisa Gabriela de Saboya, no había cumplido aún los 13 años. Él tampoco había cumplido los 18. A la reina se le conocía en la corte como 'La Saboyana'
Tuvieron 4 hijos. Dos murieron y los otros dos fueron reyes de España.
La reina murió de tuberculosis a los 25 años.
Felipe, que estaba muy enamorado de su mujer, entró en depresión tras su muerte, y se negó a ejercer de rey. Quien hizo esta labor fue la Camarera Mayor de la difunta reina, Princesa de los Ursinos.
De este rey hay bastante qué contar, pero para no ser pesado, lo dejo para otro día.

vale, pero una bibliografía básica si tendrás..digo yooo...
Me consta que hace poco salió a la venta un libro con curiosidades "sexuales" de los borbones, pero no recuerdo el nombre.Pensaba que esa era tu fuente. Y el libro me interesa.
En fin, paciencia.

Continuando con Felipe V, decir que a los siete meses de muerta su primera mujer, vuelve a casarse con Isabel de Farnesio, nuevamente por poderes. El tenía 31 años, y ella 21
A ella la llamaban "La parmesana" por ser hija del Duque de Parma.
Con ella, Felipe tuvo 7 hijos. (como no había TV, en algo había que entretenerse, digo yo) Una de las primeras decisiones de la nueva reina fue despedir a la Princesa de los Ursinos (61 años)y, como Felipe seguía sin querer gobernar, ella lo hizo en nonbre de su marido, con la ayuda de Julio Alberoni. Y no lo hizo nada mal. Entre otras cosas, frenó el poder de la Inquisición; mejoró notablemente la red de ríos navegables, renovó la flota, etc.
La Farnesio supo muy bien utilizar la cama para conseguir lo que se proponia. La malas lenguas de la época decían que Felipe se pasaba el día de la cama al confesionario y del confesionario a la cama, con su mujer, naturalmente.
Esta actividad y otras preocupaciones, hicieron que se pusiera excesivamente nervioso, que tuviera pesadillas por las noches. A veces se levantaba de la cama, espada en mano, para dar mandobles sobre las cortinas, incluso a un sacerdote que se le acercó para que besara un relicario. Felipe tenía cefaleas, perdió peso, tenía problemas de concentración, lapsus de memoria, desinterés por la vida, etc.
Llegó a hacerse sus necesidades encima, y con las manos llenarse las ropas y la cara.
Para no ser aburrido en exceso, seguiré mañana.

Conclusión,de todos los Borbones Juan Carlos es el mas normal,y Felipito un santo,su mayor delito ha sido que el Yerno,un poco pillín se haya comprado una casa beneficiandose de su real posición de ser el yerno del rey,y alguna canilla al aire con la rubia esa de escandalo.

En cuanto a lo demás,todo excelente :intachable en su trabajo,luchador,deportista y que extralimita sus obligaciones hasta el punto de estar dando su vida por España.

Si entre la clase politica hubieran personas de su calibre,otro gallo nos cantaría en este pais.

¡¡Viva el rey!! y ¡¡Viva España!! y a quien le moleste que se la pique un pollo.

Alguien sabe cuándo se va a encender las luces de la navidad de mi pueblo gracias

Por la noche.

gracias ahora puedo dormir tranquila sabiéndolo

Continuamos con CURIOSIDADES de Felipe V:

He aquí lo que desayunaba el rey, sin levantarse de la cama. Decía que era un afrodisíaco que le vigorizaba para ….: Era una taza de un líquido caliente compuesto de caldo, leche, vino, dos yemas de huevo, aderezado con un poco de azúcar, canela y clavo.
La verdad que estaba un poco -o un mucho- zumbao. En 1721 quiso recuperar sus funciones de gobernante, pero tardaba tantísimo en tomar decisiones, que entre varios miembros de la Corte y su propia esposa, Isabel de Farnesio, consiguieron que abdicara en su hijo Luis, fruto de su primer matrimonio, que sólo tenía 17 años. Quien realmente gobernó fue la reina.
Luis sólo reinó 279 días, pues murió en 1724. Pero de Luís ya contaré algo en su momento.
Muerto Luis, Felipe V volvió a recuperar el trono, hasta su muerte. Pero estaba, como ausente, hablaba sólo. Estaba amargado, que diríamos, y para colmo, su mujer le insultaba continuamente. Andaba con dificultad, le temblaba la voz, tenía la cara muy chupada, no podía levantar la cabeza, que apoyaba sobre el pecho. Aunque tenía la cara flaca, de cuerpo era obeso.
El 9/8/1746, a las 13h. 30’, le dio un derrame cerebral, y murió media hora más tarde.
Decía yo el otro día que lo primero que hizo Isabel de Farnesio, fue despedir a la Princesa de los Ursinos (María Ana de la Trémoille), y es que no podía tragar a los muchos franceses que había en la corte.
En una ocasión le pidió a su marido, Felipe V, que los pusiera a todos los franceses al otro lado de los Pirineos. El rey, que satisfacía a su mujer en todo, no se opuso a los deseos de su esposa, pero encargó a su mayordomo que prepara su equipaje y carroza. Cuando la reina, sorprendida, se percató de ello, le preguntó a Felipe dónde iba. Este le contestó: “A Francia, naturalmente. Si se tienen que marchar todos los franceses, también tengo que irme yo”.
Lógicamente no se marchó ningún francés.
Cómo posteriormente ocasionó grandes males, conviene señalar que Felipe V introdujo en España la Ley Sálica, que tenía su origen en el siglo VI, en tiempos de Clodoveo.
Esta ley, como todos sabemos, dice que las mujeres sólo podrían heredar el trono de no haber herederos varones en la línea principal (hijos) o lateral (hermanos y sobrinos). (Ya veremos como solucionan la papeleta de la infanta Leonor)
Su reinado, de algo más de 45 años, es, hasta ahora, el periodo más largo de la monarquía española.

Mañana hablaremos de Luis I, si queréis.
Saludos cordiales.

porque en lugar de copiar porquerias de un libro, no hablas de la ESTAFA del argos con la que colaboran los politicos corruptos de calasparra?
PD. si no sabes de historia, no copies un libro y te tires el rollo

Muy bien dicho Juan, porque colaboro el ayuntamiento en la impresión, propaganda y pago de los libros que ha fotografiado Alonso, eso sí, todo con dinero de los calasparreños, vinos incluidos, y ahora se pone a decir en un panfleto: Perdón, pero voy a copiar

• Mienten: perdemos la tercera parte de nuestras aguas privadas

Desde cuando tienes tú aguas privadas, excepto las que todos suponemos que salen de tu cuerpo, que yo entienda el agua no tiene dueños, y vas a seguir difamando y engañando a la gente diciendo que el pantano es tuyo y que el agua que baja y llegue a el también????? si yo fuera de Canara haría un pantano e ibas a regar con el botijo.

• Mienten: perdemos el control y los derechos históricos de nuestras tierras.

Desde cuando tienes tú el control de algo, eso sí, que te gustaría controlarlo todo y manipularlo a tu antojo no me cabe la menor duda, le pareces a un chico que sale una vez al mes en los videos comunitarios, normalmente el último jueves del mes, te crees tu propias mentiras y encima te ríes de la gente.

Cuantas más sandeces se van a escuchar en el pueblo por parte de unos incompetentes que vociferan el NO por el NO, sin criterio, sin sustento, sin argumentos, como he oído decir “Cuanto más vacío esta UNO más levanta la VOZ”. Un saludo

paco dejate de felipe

Este post , no va de riegos , ni secanos , para eso ya tenéis otros hilos .


Vamós con LUIS I, el reinado más breve (259 días)

Luis I de Borbón (1707-1724) Fue el primer Borbón nacido en España.
Fue amamantado por varias mujeres (las reinas no daban la teta): La pamplonica Manuela Cornejo, la valdepeñera Manuela González, la temblequeña Bárbara de Flores (que también sería nodriza del infante Felipe), Emerenciana Barigán, Manuela Machín y Antonia de la Torre. Vamos, como un queso de bola, que tiene leches de todas clases. Otros infantes tuvieron nodrizas andaluzas, ya que había en esta tierra “buenas amas, de buen temperamento, corpulentas, buen color, y buen parecer”, aunque eran bien elegidas “porque todavía hay de raza judía y moros”
Luís era el hijo primogénito de Felipe V y de su primera esposa, María Luisa de Saboya. Era el nuevo Príncipe de Asturias. Y he aquí una curiosidad más: Todos los Príncipes de Asturias, al nacer, en teoría, y sólo en teoría, unos asturianos venidos del Principado, se lo llevarían a Asturias “para criarlo allí”; pero se lo dejaban a la reina para “evitarle su aflicción”.
El embajador de Francia, cómo muestra de alegría por el nacimiento de Luís, ordenó, y así se cumplió, que durante tres días, de las fuentes del jardín de su palacio, saliese abundante vino en lugar de agua, para que todo el pueblo tomara el que quisiera.
Luis quedó huérfano de madre a los 6 años de edad. A los 15 años se casó (o lo casaron), por poderes, con Luisa Isabel de Orleáns, que tenía 12 años.
Hasta que no se concertó el matrimonio, el padre de Luisa Isabel, Felipe de Orleáns, no se percató de que su hija no había hecho la primera comunión, ni se había confirmado. Se hicieron ambas cosas a prisa y corriendo. La boda tuvo lugar en la localidad burgalesa de Lerma. Esta boda fue únicamente nominal, ya que al ser menores de edad, no les estaba permitida la consumación del matrimonio.
Según la tradición francesa, la noche de bodas no podía terminar sin la ceremonia de la consumación matrimonial, aunque fuera una simulación. Para ello, Felipe V desnudó a su hijo, e Isabel de Farnesio hizo lo mismo con la recién casada. “Ambos fueron cubiertos con ropas nocturnales y colocados en una hermosa y gran cama, donde fueron expuestos a los cortesanos”. Terminada la farsa, y una vez ausentado el último “espectador”, los yacentes fueron apartados rápidamente y llevados cada uno a sus habitaciones.
(Luis y su hermano Fernando, al quedar huérfanos de madre siendo muy niños, estaban muy unidos. Su madrastra, Isabel de Farnesio, que empezó a tener hijos a razón de uno por año, odiaba a los hijastros.)
El 25 de agosto 1.723, Luis I cumplió 16 años. Desde esa noche, sus padres, como regalo de cumpleaños le permitieron gozar del matrimonio.
La nueva reina era un poco casquivana y pueril, hasta tal punto, que tuvo que ser recluida en el Alcázar por orden de su propio marido. Hasta entonces jugaba en los jardines con los criados, y con “ropa inadecuada a una reina”
A mediados de agosto de 1.724, el rey, que está a punto de cumplir los 17 años, enfermó de viruelas; muere el 31-8-1.724 en el palacio del Buen Retiro.
En círculos restringidos de la corte se llegó a acusar al médico parmesano, Cervi, de haber envenenado al rey, influenciado por la Farnesio.
Siete meses y medio de reinado y sin descendencia, naturalmente.
La corona volvió de nuevo a su padre , Felipe V

este post lo firmaba Berlanga, como haber dios.

Fernando VI (1713-1759) Apodado ‘El Prudente’ o ‘El Justo’.
Cuarto hijo de Felipe V y de su primera esposa, María Luisa Gabriela de Saboya (La Saboyana) Tuvo por ama de cría, entre otras, a María Díaz de Romero, de Madridejos, por ser “ama de buena leche y años”(En palacio había una persona, Ricardo Le Preux, encargada de reclutar a estas amas de cría para los muchos infantes que iban llegando. La búsqueda de nodrizas era algo que preocupaba mucho a la reina. Las reclutaban, a ser posible, de lugares cercanos, porque “recién paridas, y por caminos largos y malos, podía ocasionar mudanza de salud”
Los dos hermanos, Felipe y Felipe Pedro, que van después de Luis, habían muerto. Es decir: habían muerto sus padres y sus tres hermanos.
Fernando VI se casó, como su padre y su hermano Luís, por poderes, con la hija del rey de Portugal, Juan V, Bárbara de Braganza. Se conocieron un año después. La ceremonia religiosa se celebró en la catedral de Badajoz. Él tenía 14 años y ella 16 y con una cara desfigurada por la viruela; pero, eso sí, muy culta.
Entonces había la costumbre de enviar al novio un retrato (pintura) de la novia antes de aceptarla. El rey de Portugal se resistía a cumplir ese requisito, sabedor de la fealdad de su hija. Pero, al fin, accedió.
Cuando Fernando vio por primera vez a Bárbara, cuentan los cronistas que puso una cara muy extraña, como diciendo ‘A mí me han engañado’. Ella estaba excesivamente gorda, y su cara estaba desfigurada.
Este matrimonio se hizo pensando en que podía llegarse a la unión de Portugal y España.
Cuando llegó al trono, era huérfano, sin hermanos y con una madrastra (Isabel de Farnesio) muy dominante. Fue un rey muy pacífico. En una ocasión llegó a decir “Paz con todos; guerra con nadie”
Fernando VI fue un gran rey, olvidado por la Historia. Incluso obras que hizo en Madrid, se las han atribuido a su hermano de padre y sucesor suyo, Carlos III.
Como Felipe V, terminó locamente enamorado de su esposa. No tuvieron hijos. La corte española culpaba a Bárbara de esta circunstancia, diciendo que era estéril, cuando la verdad era que Fernando no podía embarazarla por motivos psíquicos que le impedían que la eyaculación fuera completa.
El 27/8/1758 muere Bárbara de Braganza de una terrible enfermedad no diagnosticada, comida de gusanos. Tenía 46 años.

Mañana seguimos. Saludos.

mañana otro capítulo en la estafa del argos

A Fernando VI, las dos únicas personas que le quisieron de verdad, fueron su hermano Luís y su mujer, Bárbara de Braganza. Así, cuando murió ésta, se encontró sólo en la vida.
La hostilidad que les rodeaba a él y a su esposa, envuelta en sonrisas, provenían de la Farnesio y su entorno.
Esta hostilidad, mal disimulada, llegó a preocupar tanto a Bárbara que, visto que no podría ser madre de rey, y pensando que su marido moriría antes que ella, le llevó a volverse en exceso tacaña. Guardaba dinero por todos los rincones de palacio. Ella pensaba que al morir su marido, su suegra la desposeería de todo cuanto tenía, arrojándola a la más desamparada miseria.
En sus elucubraciones, se veía expulsada de Palacio por la Farnesio, y que, cuando muriera, no llevarían su cadáver a una tumba en El Escorial, como a todos los reyes y reinas, quedando así sin cristiana sepultura.
Para evitar, en parte, todo esto, mandó construir el Monasterio de las Salesas Reales, con el objeto de que fuera su refugio y tumba, cuando su suegra la echase de palacio.
No fue su refugio, pero si su tumba.
Al cumplir 34 años, Fernando empezó a notar que se acentuaban en él las depresiones que siempre había padecido. Pensaba en una muerte súbita. Se refugiaba en los brazos de su mujer, a la que quería con locura. Ella veía como su marido se iba apagando. Pero se apagó ella primero.
Cuando murió, Bárbara había ahorrado, fruto de su tacañería, la friolera de siete millones de reales de la época. Pero -otra curiosidad- en su testamento no se los dejaba ni a su esposo, ni al pueblo, sino a su hermano Pedro de Portugal.

Para Fernando, la muerte de su esposa le hundió en una alienación (estado mental caracterizado por una pérdida del sentimiento de la propia identidad) de la que nunca saldría, Para él, el mundo ya no tenía interés. En sus momentos de lucidez, que cada vez eran menos y más cortos, sólo hablaba de las ganas de reunirse con Bárbara.
Lo primero que hizo fue dejar de gobernar (tampoco estaba en condiciones de hacerlo). Se negaba a cambiarse de ropa, como en tiempos le ocurriera a su padre.
Huyendo del mundo, se fue a vivir al castillo de Villaviciosa de Odón, que se encontraba en un estado ruinoso, y por cuyas galerías deambulaba día y noche. Se negaba a dormir por miedo a la muerte. Pero esta llegó el 10/8/1759

Fernando VI dotó a Madrid de su primer alumbrado, comenzando el empedrado de sus calles, retirando de las mismas a los animales, incluso a los privilegiados cerdos del convento de San Antón. Construyó la primera plaza de toros de Madrid, en la calle de Alcalá, el primer Jardín Botánico. Encargó un trabajo de Planimetría general de Madrid, gracias al cual podemos saber que en 1767 la ciudad tenía 7.049 casas. Hizo construir la famosa flota del Tajo, que contó hasta con 15 embarcaciones, una de ellas La Real, para el uso de los reyes y sus invitados. Varias de esas naves, creo que se conservan todavía.
En ella, los reyes navegaban hasta siete kilómetros, durante varias horas o el día entero.

Ni qué decir tiene, que al morir el rey sin descendencia, de momento volvió a mandar la ya archicitada Isabel de Farnesio, la que ¡por fin! verá a un hijo suyo en el trono de España: Carlos III

A Fernando VI, las dos únicas personas que le quisieron de verdad...



¿Cómo puede nadie saber y atreverse a afirmar en un libro cosas como esa de personas que ni conocio ni tiene medio de estudiar tan en profundidad para hacer aseveraciones tan taxativas?

Esto ni es Historia ni es nada, es prensa rosa y tomate puro y duro.

Son curiosidades , aunque si , pueden considerarse cotilleos de época .Pero son historias autenticas que han pasado en este país , si no te gustan no las leas , si son ridiculas para ti puede que para otros no lo sean ,a mi tampoco me gustan ciertas cosas que leo .

Seguimos con los Borbones

CARLOS III (1716-1788 )
Carlos III, apodado El Político, era el primero de los siete hijos que Felipe V tuvo con Isabel de Farnesio. Isabel consiguió que varios de sus hijos fueran reyes, pero no a golpe de suerte, sino a golpe de sexo.
Antes que rey de España, fue durante 25 años rey de Nápoles y Las dos Sicilias, con el nombre de Carlos VII.
Era el tercer hijo de Felipe V que llegaba a ser rey de España (Luís I, Fernando VI y Carlos III)
El rey Alcalde, como también se le conocía, fue un absolutista de tomo y lomo.
Mandó quemar todos los cuadros del real patrimonio que tuvieran desnudos. Menos mal que a quien se lo ordenó era también pintor y seleccionó cuales podían quemarse y cuáles no. Guardó, o mejor dicho, escondió obras de Tiziano, Alberto Durero, Rubens, y un largo etcétera.
Para casarse, su madre le presentó retratos de tres hijas de reyes: El de Baviera, el de Sajonia y el Paltino. Eligió a la sajona María Amalia Walburga (en lo sucesivo, María Amalia). Esto ocurría en el 1737, y en mayo de 1738 se casaba en Dresde - ¡cómo no!- por poderes.
Él tenía 22 años y ella aún no había cumplido los 14, pero estaba perfectamente desarrollada, alta, con un cuerpo estupendo, tez muy blanca (entonces gustaban así), y unos cabellos muy rubios, que era una condición indispensable, según el gusto de Carlos.
María Amalia era la tercera de trece hermanos. Coincidencias del destino, ese fue el número de hijos que ella parió después. Bien es cierto que sólo siete llegaron a adultos, y uno, Felipe, deficiente mental profundo. Además, pegaba con frecuencia a sus hijos.
Como fumaba muchísimo, se hacía traer los cigarros de Cuba
La llegada de María Amalia descubrió a Carlos los goces del sexo, que hasta entonces no había conocido. Él quedó fascinado, y ella lo mismo. He ahí el motivo de los trece hijos. Pero obró algo muy importante en Carlos: dejó de ser tan dependiente de sus padres. Mirad si era dependiente, que estando en Nápoles como rey, en una carta que recibió de sus padres, estos le preguntaban si consumía rapé. Carlos les contestó. “No, pero si me mandáis que lo haga lo tomaré con mucho gusto” ¿Alguien se imagina hoy que unos padres inciten a su hijo a consumir droga? Eran otros tiempos.
(Algo que se me ha pasado comentar, y debí hacerlo con el primer Borbón, es que Felipe V. Luís I, Fernando VI, Carlos III y Carlos IV, fueron hombres de una sola mujer, salvo que la primera muriera. No las engañaron ni vivas ni muertas)
Cuando murió Fernando VI, recayó en Carlos la corona de España. Dejó Nápoles y llegó a Barcelona en octubre de 1759, acompañado de su esposa.
Por cartas, María Amalia, se llevaba fenomenalmente con su suegra, Isabel de Farnesio, aunque no se conocían personalmente, pero… ¡ay madre mía cuando se trataron!, se llevaban a fatal. Carlos tuvo que intervenir y aconsejar a su ya anciana y casi ciega madre, que se recluyera en La Granja. De todas formas, a María Amalia no le gustaba España ni nada de España: alimentos, clima, palacios, gentes… nada. Llegó a decir que “las frutas de Aranjuez no valen nada” Eso era una ofensa a la verdad.
María Amalia, que era de salud frágil, murió el 27/9/1760. Carlos III le sobrevivió 28 años más, durante los cuales castigó su cuerpo con baños de agua fría, ejercicios y cuanto pudiera servirle para calmar sus ansias de sexo, porque no quería volver a casarse en lo que le quedara de vida.
Y no se casó, ni estuvo con ninguna mujer ni tan sólo una vez.

Mañana más, que si lo hacemos muy largo, aburre. Saludos.

Vamos a descansar un poco de los Borbones ,y a contar curiosidades/anécdotas parlamentarias.

Pronunciaba don José Mª Gil-Robles un discurso en el parlamento, en 1934, cuando de lo alto del hemiciclo se oyó la voz de un diputado que gritó:

-"Su señoría es de los que llevan todavia calzoncillos de seda"
Gil-Robles miró al diputado que le había interrumpido, y antes de seguir con su discurso, le replicó:

-"No sabía yo que la esposa de su señoría fuera tan indiscreta"

estas navidades a cuantos pobres que estan en la miseria llevaran los politicos a sus casas a darle de comer

Una curiosidad o anécdota parlamentaria.

En la sesión del 24/2/1932, las Cortes Constituyentes, presididas por el socialista don Julián Besteiro Fernández, debatía la ley del aborto.
Habian presentado muchas enmiendas y votos particulares, pero Besteiro con su sutil maestría, consiguío que fueran retiradas y que se pasara a votar artículo por artículo.
Decidió entonces preguntar a la cámara: "¿Se aprueba el art. ..."
"se aprueba el art. 60" Y así llegó hasta el artículo 67 con respuestas afirmativas de sus señorías.
Al terminar la votación, Besteiro dijo: "Acabamos de aprobar los art. 65,66 y 67 de este proyecto de ley. Pero el caso es que no tiene más que seseta y cuatro artículos; por lo tanto es preciso anular la tres últimas votaciones"

¡Asi votan en el Congreso!

El desafortunado brindis del alcalde

En 1932, el entonces alcalde de Nueva York, James John Walker pronunció un brindis irrepetible al cumplirse el segundo centenario del nacimiento de George Washington:

-En memoria del hombre que supo ser el primero en la guerra, el primero en la paz y el primero en el corazón de sus conciudadanos…

Pero, animado por el vino, continuó:

-Lo que no comprendo es cómo, gustándole tanto ser el primero en todo, se casó con una viuda.

Saludos cordiales.

CARLOS III (2)

Aunque se le llamaba 'el rey alcalde',(recordar esa frase que circulaba por Madrid:"El mejor alcalde, el rey") no sé porqué, puesto que no permanecía en Madrid más de 70 días al año. Además no le gustaba vivir en la capital del reino. Lo que no le impidió hacer mucho por ella.
Cenaba siempre a la misma hora: 9 y media en punto. Y comía siempre lo mismo: Sopa, un trozo de asado de ternera, un huevo fresco, ensalada con agua azúcar y vinagre, y una copa de vino dulce de Canarias, en el que mojaba dos migas de pan tostado para a continuación beberse el resto.
En principio, de todos sus ministros, ninguno era español. Si recordamos que la divisa del despotismo ilustrado era “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”, bien puede decirse que la de Carlos III fue “Todo para España pero sin españoles”
Cuenta el marqués de Lozoya que el rey solía reflexionar en voz alta que los españoles eran como los niños, que lloraban cuando los lavaban. Lo malo es que él era español.
Carlos III, en noviembre de 1788, estando en La Granja, se siente indispuesto. Pasados unos días se traslada a Madrid. Acaba de enterrar a su hijo Gabriel, y esto le va a dar la puntilla. Se mete en la cama con escalofríos. A la mañana siguiente no se levanta como era su costumbre desde hacía años. Había pasado la noche indispuesto y tapado con la manta que cubría la jaula de los loros americanos, por no molestar a la servidumbre. Recibe de las manos de su fiel servidor Pini unas fricciones de grasa caliente de corzo. Se somete a una dieta a base de caldo de pollo y de buey, al tiempo que le suministran una pócima, compuesta por vinagre y miel, para facilitar la expectoración. Pero no mejora. A las cinco de la tarde le administran la extremaunción. Entre las 12 de la noche y la una de la madrugada del 14/12/88, fallece.
Para que Madrid no le olvide jamás, ahí está, ahí está La Puerta de Alcalá que él mandó construir.
Carlos III creó por primera vez el papel moneda,y un banco estatal (Banco San Carlos). En su lucha contra la Iglesia como factor político, expulsó a los jesuitas y disminuyó el poder de la Inquisición.
Hay un anecdotario amplio de él:

Tanto el rey Carlos III como su ministro, conde de Aranda, tenían un genio muy vivo y discutían con frecuencia. En una de estas discusiones le dijo el rey:
“¿Es verdad lo que se dice que os habéis hecho rico dando sólo paja a los caballos del ejército?”.
“Miente quien tal cosa afirme – contestó al momento el conde – "Me enriquecí no dándola”.

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Al término de una visita de Carlos III a Lérida, al obispo, creyendo despedir al rey dignamente, se le ocurrió regalarle joyas. Auténticamente enfurecido le dijo el monarca: “Nada pueden dar los obispos porque nada es suyo. Véndanse esas joyas y dése el dinero a los pobres”.

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El famoso marqués de la Ensanada gastaba auténticas fortunas en su atuendo personal: Botones de perlas y brillantes; las hebillas de los zapatos eran de oro; los encajes de Manila. Un día, perdida la paciencia, Carlos III se lo reprochó. El marqués le respondió: “Señor, es por la librea del criado que se conoce la grandeza del amo”

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El ya citado conde de Aranda, era masón, volteriano y un aragonés que hacía honor a la tozudez de los naturales de esa maravillosa región. En una de esas discusiones que tenía con el rey, éste le dijo: “Aranda, eres más terco que una mula manchega”; y respondió el aludido: “Perdonad, majestad, pero hay alguien todavía más terco que yo”.
”¿Quién?” –preguntó el soberano -.
”La augusta y sacra majestad del rey de España y las Indias”

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Resulta referencia obligada decir que durante el reinado de Carlos III, por inspiración del marqués de Esquilache, que la trajo de Italia, se introdujo en España un sistema de lotería, que no fue otra que la hoy famosa Primitiva; entonces era de noventa números, de los que se sacaban cinco. El primer sorteo se realizó el 10 de diciembre de 1.763.

Saludos.

CARLOS IV (1)

Carlos de Borbón y Sajonia (1748-1819), hijo y heredero de Carlos III.
Como ya se ha dicho, Carlos III tuvo trece hijos. El primer varón, Felipe, fue excluido de la sucesión por su incapacidad psíquica. Pasó a ser Príncipe de Asturias el segundo varón, Carlos, luego Carlos IV.
La designación de Carlos presentaba un problema: No había nacido en España, sino en Nápoles y, según la Ley Sálica implantada por Felipe V, esa era una de las condiciones para ser rey de España.
Una vez exceptuada ésta por las Cortes españolas, a Carlos III se le presentó una duda: Nombrar sucesor a Carlos, que carecía de dotes intelectuales; a Fernando, que le ocurría otro tanto, además de un poco tarambana, o a Gabriel, con diferencia, el más culto, el de mejor formación. Eso implicaba modificar varias leyes, por lo que desistió, y se decidió por Carlos.
Por lo visto fue rey de chiripa, porque además, Gabriel era el hijo predilecto de Carlos III
Carlos IV tardó mucho tiempo en ser rey. Se pasó 40 años como Príncipe de Asturias. Reinó justo la mitad.
Contrajo matrimonio con María Luisa de Parma, prima hermana suya. Él tenía 16 años, y ella 12
Como todos los matrimonios anteriores, éste también fue por poderes. Hasta que ella no cumplió los 14, no llegaron a encontrarse.
Lo primero que se les exigía a los Príncipes de Asturias es que pusieran manos a la obra de tener herederos varones. Pues los tres primeros embarazos terminaron en abortos. El cuarto nació varón, Carlos Clemente, pero murió a los dos años y medio. Así, hasta 14 hijos tuvo. Los reconoció a todos, pero algunos no eran suyos.
Sólo el noveno, Fernando, llegaría a rey.
María Luisa tuvo varios amantes: Manuel Godoy, Juan Pignatelli, Manuel Mallo, y un largo etcétera.
Fue tal el dominio que la reina ejercía sobre su marido, que éste se llevaba de maravilla con los amantes de su mujer. Y mira que estaba informado de lo que se comentaba en palacio.
Pero aún así y todo, los colmó de riquezas y honores. El caso más destacado el de Manuel Godoy
A María Luisa la han descrito como que “…tenía una constitución ardiente y voluptuosa, una figura, si no hermosa, atractiva, una gracia extraordinaria en sus movimientos, un carácter amable y tierno y una sagacidad poco común para ganar los corazones…”En cambio Carlos era un ignorante total en materia de amor.

CARLOS IV (2)

Sabido es que Carlos era un inocente total en cuestiones de faldas. Estaba convencido que su mujer, por ser princesa, jamás le pondría los cuernos.
Anécdota muy conocida: Departía su padre, Carlos III, sobre matrimonios y fidelidades con su heredero y cortesanos, cuando el futuro Carlos IV sorprendió a todos diciendo:
“Los príncipes tenemos la suerte de no poder ser engañados por nuestras esposas”.
Atónito silencio general y reacción del rey:
“¿Por qué dices eso?”.
"Porque siendo ellas también princesas, no les será fácil encontrar príncipes o reyes con quienes pecar”
Y explotó Carlos III: “¡Qué tonto eres, hijo mío! También las princesas pueden ser prostitutas”
Lo que no esperaba Carlos es que su ardiente esposa necesitara algo más sexo que el que él podía darle, dentro de una actividad sexual normal. Para colmo, las habitaciones de los todavía Príncipes de Asturias, comenzaron a llenarse de amigas y amigos que amenizaban sus tertulias. El rey, Carlos III, fue avisado, mediante anónimo, de las “culposas intimidades de la princesa de Asturias y un guardia de corps”. En esas fechas, la princesa María Luisa ya había parido 7 veces.
Una curiosidad más: Juan Pignatelli, que pasó por la cama de María Luisa, como decía en mi escrito anterior, tenía un verdadero amor, y ese era la Duquesa de Alba, doña Cayetana. (Antepasada de la actual, naturalmente)
No estaría mal que las feministas de hoy conocieran una carta que María Luisa escribió a su amante, Manuel Godoy:
“Soy mujer, aborrezco a todas las que pretenden ser inteligentes, igualándose a los hombres, pues lo creo impropio de nuestro sexo; algunas ya se creen superiores en talento, y no digo nada de las francesas; pero como soy española, por la gracia de Dios, no peco por allí (Paris)” ¡Sólo faltaba eso, que pecara en Madrid y en París!
Dos de sus amantes, Manuel Godoy y Mallo, llegaron a abofetearla. Y como si tal cosa.
Sobre estos cuento un par de anécdotas:
Las Cortes de Cádiz excluyeron de la línea sucesoria a los hijos de Carlos IV, Francisco de Paula y María Luisa `por las circunstancias particulares que en ellos concurren ´.Las `circunstancias´ eran el parecido tan asombroso que ambos tenían con Manuel Godoy. La esposa del embajador de Inglaterra, tras haber estado en palacio, y siendo preguntada por la impresión que le había causado la familia real española, respondió: “Muy buena, salvo el indecente parecido de los infantes Francisco y María Luisa con el favorito”.

En una ocasión, salía Carlos IV de sus habitaciones seguido de cerca por la reina y su Manuel Godoy, ella casi llorando y él gesticulando, cuando, el Príncipe de la Paz (uno de los innumerables títulos de Godoy), propinó una fuerte y sonora bofetada a la reina; tan sonora fue que hasta Carlos IV, ausente por definición, se volvió y preguntó que ruido era aquél, a lo que la su abofeteada esposa dijo: “Sólo ha sido un libro que se le ha caído a Manuel”

Carlos IV, ante tantos abortos de la reina, y que los varones que iban naciendo, morían al poco tiempo, decidió cambiar la Ley Sálica.
Reunido con los 38 procuradores que componían las Cortes, presididas por Campomanes, acordaron la Prágmática Sanción, que modificaba la citada Ley Sálica, permitiendo el acceso al trono de las mujeres.
Por razones aún no aclaradas, se archivó esta ley, esperando el momento de publicarla.
Nació Fernando y, con más motivo, dejó de ponerse en vigor.
Posteriormente, esta decisión ocasionaría graves problemas sucesorios, como veremos en otro momento.

Ahora,cuando los políticos actuales sisan o prevarican, les llamamos "chorizos", ¿verdad? Pues ese término no es de nuestra generación; ya le llamaban así a Manuel Godoy, que era de Castuera (Badajoz), donde se fabricaban y exportaban muy buenos chorizos.

Cuando se produjo el Motín de Aranjuez y el populacho se dirigió a la casa de Godoy, con intención de lincharlo, éste pudo salvarse porque se escondió en el interior de una gran alfombra enrollada, en la que nadie reparó.

A Carlos IV le encantaba coleccionar y reparar relojes; esa era su afición favorita, junto con la caza.

sigue la estafa del argos, y sigue a escondidas

FERNANDO VII (1)

Fernando VII, (1784-1833), era hijo de Carlos IV y de María Luisa de Borbón y Parma. (Lo de hijo de Carlos lo atestigua su hermosa nariz, propia de los borbones)
Con él dio comienzo en España La Edad Contemporánea.
Por motivos históricos, en los que no pretendo entrar, fue rey antes de que muriera su padre.
Es más, una vez proclamado rey, impidió que sus padres, que estaban en Francia e Italia, pisaran tierra española. Murieron ambos en el exilio.

Como Príncipe de Asturias fue “El Deseado”; como rey “El rey Felón”. Es con diferencia, y a juicio de los historiadores, el rey más nefasto que ha tenido España. He ahí lo de felón, que según el diccionario de la R.A.E, felonía quiere decir deslealtad, traición, acción fea.

Menéndez Pidal ya dijo de él:
“La aviesa condición de Fernando VII, falso, vindicativo, y malamente celoso de su autoridad, la cual por medio de bajísima ley aspiraba a conservar incólume, creando varias camarillas palaciegas”

Fernando VII se casó cuatro veces: El primer matrimonio fue con Mª Antonia de Borbón Dos Sicilias. En un principio se pensó en casarlo con la princesa Augusta de Sajonia.

María Antonia no era muy alta. Sin embargo, su figura poseía nobleza y gracia. Sus cabellos eran rubios. Tenía una frescura que delataba su exceso de salud, no como Fernando, que fue enfermizo desde los 3 años.
Ella no hubiera necesitado silicona para sus pechos, porque estos eran lozanamente exuberantes. Su cultura era infinitamente superior a la inexistente de Fernando. Se casaron ambos con 18 años. ¿Cómo se casaron? Por poderes.

Cuando ella vio por primera vez a su ya esposo, quedó horrorizada. Escribió a su padre diciéndole:
“Bajo del coche y veo al príncipe; creí desmayarme. En el retrato que enviaron a Nápoles parecía más bien feo que guapo, pero comparado con el original es un Adonis…”

Esa fue su primera impresión, pero faltaba la segunda. Esta llegaría su noche de bodas. A Fernando nadie le había dicho lo que tenía que hacer, ni siquiera que había que hacer algo, de modo que esa noche no hizo nada.
Como los dos yacían desnudos, quedó muy impresionado con los senos de su esposa, y eso le motivó para jugar con ellos. María Antonia pensaba que eso era el prolegómeno de la introducción, pero ahí quedó la cosa. Fernando, cuando se cansó de jugar con los pechos, rezó sus oraciones y se quedó dormido. Pero esto no duró ni una noche ni dos, sino muchísimas noches. Fueron siete meses y medio sin consumar el matrimonio. Y lo curioso es que se pasaban las 24 horas del día juntos, unas veces en los jardines y otras en sus habitaciones privadas.
Al final, fue su padre, Carlos IV, quien tuvo que enseñarle lo que tenía que hacer. No obstante, no tuvieron descendencia, pero Fernando intentó recuperar el tiempo perdido en sus faenas amorosas. Hasta tal punto, que los frecuentes embarazos de María Antonia le llevaron a contraer tisis, de la que murió con tan sólo 21 años.

Tras su viudez, Fernando inicia sus correrías nocturnas por Madrid, lo que le acarreó popularidad en los barrios bajos de la ciudad. Siempre le acompañaba el duque de Alagón, Paquito de Córdoba, para los amigos.

El descubrimiento del sexo habían convertido al “ni siquiera hombre físicamente” como decía de él su suegra, en el arquetipo del macho ibérico, envidiado por los hombres y deseado por las mujeres.
Visitaba asiduamente a Pepa la Malagueña, cotizada hembra que se jactaba de conceder sus favores únicamente al rey.
Cuando visitó Sacedón para tomar baños termales, se trajo a Madrid a una guapa moza. En Aranjuez ocupólas noches visitando a una viuda.
Él decía:
“Los de mi sangre no son modelo de abstinencia, y todos odian el celibato”
Se referiría a la sangre de su madre, digo yo, porque lo que es la de su padre….
Seguiremos luego con sus otros matrimonios, que también tienen sus curiosidades.

Decía Perez Galdos: que su cuerpo permanecía intacto en el pudridero, porque ni los gusanos habían querido comerse su carne de traidor.

FERNANDO VII (2)

Fernando VII se casó en segundas nupcias con su sobrina María Isabel de Braganza y Borbón. Ella tenía 19 años y él 32
También en esta ocasión habían pretendido que se casara con Lolotte, hija de Luciano Bonaparte, hermano de Napoleón. Pero por motivos políticos, el Emperador donde dijo Diego, dijo digo. Y se frustró el matrimonio.
También estuvo a punto de casarse con la princesa Ana, hermana menor del zar Alejandro I, y si ésta no quería, con su otra hermana, Catalina. Ni una ni otra. Se opuso el zar.

El mismo día se casaron Fernando y su hermano Carlos Mª Isidro, con las hermanas María Isabel y María Francisca de Braganza. Los padres de éstas, - reyes de Portugal-, estaban exiliados en Brasil, por lo que ambos matrimonios lo fueron, una vez más, por poderes y en un barco portugués que se hallaba fondeado en la bahía de Cádiz.
La nueva reina pidió a su esposo que pusiera en libertad a todos los presos sin crímenes de sangre. Así se hizo, aunque lo que realmente pretendía ella era la libertad de los liberales encarcelados.

De Carlos Mª Isidro ya tendremos tiempo de citarlo más adelante. Ahora vayamos con el matrimonio del rey Fernando VII.
María Isabel, amante de las artes, fue la que incitó a su marido para que creara un museo, y este fue luego el actual Museo del Prado.

El breve tiempo que compartió cama con el rey, coincidió con la mayor actividad nocturna de Fernando, así que poco pudo compartirlo con su marido. Sólo lo hacía porque se veía obligado a dar un heredero.

Me extendería en detalles, pero entonces esto parecería DEC.

Isabel dio a luz un primer hijo muerto. Posteriormente, volvió a quedar embarazada y hubo que practicarle una cesárea, dado lo complicado del parto. Durante esta operación, Isabel perdió el conocimiento y los médicos, creyéndola muerta, entraron ‘a cuchillo’ en el vientre de la reina. Tan grandes fueron los destrozos, que Isabel recuperó el conocimiento, aunque sólo para emitir unos chillidos de dolor. Murió definitivamente. Tenía tan sólo 21 años. Igual que la anterior reina.

En definitiva, seguía la monarquía sin herederos.

Fernando VII contrajo matrimonio por tercera vez con María Josefa Amalia de Sajonia. Fernando tenía 35 años y María Josefa 15.
Ella se había educado en un convento de monjas, en el que se le había dotado de una estricta formación religiosa y una profunda piedad.

Parece ser que Fernando llegó a enamorarse profundamente de ella.
La fogosidad sexual de Fernando chocó frontalmente con la escasa educación en este menester de su joven esposa.
Cuando ambos cónyuges son desnudados por sus gentilhombres y damas de honor, respectivamente, empiezan las caricias protocolarias, pero llegado el momento cumbre, ella dice que de eso ni hablar, “que no está dispuesta a perder su alma por cometer el más horrible de los pecados”
Fernando intentó, por todos los medios y explicaciones, convencerla que para tener descendencia era condición indispensable consumar el matrimonio. Ella montó en cólera diciendo que “la estaba forzando a pecar con la más vil de las mentiras, ya que todo el mundo sabía que a los niños los traía la cigüeña”. Tan nerviosa y enfadada estaba la joven reina, que llegó a hacerse pis en la cama.

Sólo la intervención del Papa pudo conseguir que las relaciones entre los cónyuges llegaran a normalizarse. Además, antes de cumplir con sus obligaciones de esposa, tal como le había dicho el Papa, la reina exigía rezar varios rosarios, y leer versos piadosos.
A pesar de todo, la reina no conseguía quedarse embarazada, por lo que decidieron ir a tomar aguas de Sacedón y Solán de Cabras, ambas infalibles para conseguir descendencia, según decires de la época.
A ellas acude la reina con gran entusiasmo. Por aquellos polvorientos caminos van los reyes y un numeroso séquito. Un día de calor y asfixiante polvareda, pararon en una venta a refrescarse un poco; momento que aprovechó Fernando para pronunciar una de las pocas frases que se le recuerdan:
“¡De este viaje, con tanto polvo, quedaremos todos preñados menos la reina!”

Aún así, Josefa Amalia no pudo dar descendientes a la corona.
La reina murió, tras unas fiebres, en 1829, con tan sólo 25 años de edad y diez de estéril reinado.

A partir de este momento es cuando Carlos Mª Isidro empieza a soñar con ser rey a la muerte de su hermano.

Seguiremos con el cuarto y último matrimonio de Fernando VII

vamos!! estoy impaciente!!me gusta la historia y se agradece que haya un hilo que no tenga nada de trifulcas e insultos, gracias pepe!!!

De nada , no te preocupes que te vas a hartar de historias y gracias a ti por leerlos .



FERNANDO VII (3)

Muerta María Josefa, el rey, que tenía ya 45 años, tenía prisa por volver a casarse y conseguir un heredero. No era sólo la edad, sino su salud, lo que preocupaba en la corte. Tenía gota, además de las 'gotas frías' que le caían en sus visitas nocturnas a Pepa la Malagueña.
Le propusieron varias princesas de ascendencia alemana, como su última esposa, pero él las rechazó tajantemente diciendo:

“No más rosarios y versitos, cono”

Entonces su cuñada, Luisa Carlota de Borbón Dos Sicilias, esposa de su hermano menor, Francisco de Paula, le propuso presentarle a su propia hermana María Cristina, a la que Fernando dio el sí nada más ver su retrato.
María Cristina también era sobrina carnal de Fernando VII, hija de su hermana María Isabel y del rey de Nápoles, Francisco I.
Tenía 23 años, “el pelo castaño; ojos pardos parecían negros a cierta distancia, la boca graciosa con propensión constante a la sonrisa, la nariz más bien grande, sin llegar a la borbónica, su piel de color blanco nacarado, los pómulos ligeramente rojizos; la orejas menudas y bien puestas; el cuerpo airoso y esbelto, y con curvas excitantes; cualquier ropa que se pusiera le sentaba bien”.
Este ‘retrato’ nos lo dejó su pintor de cámara, Vicente López.

María Cristina llegó a España acompañada de sus padres, después de haber sido concertada la boda. Se casaron en El Real Sitio de Aranjuez. Ella era la antítesis de la anterior reina en la cama. Ya pilló a Fernando un poquillo agotado para tanto trajín. Él lo disimulaba manteniendo largas conversaciones en la cama, al tiempo que bordaba zapatillas. No obstante, la primera noche de bodas debió cumplir estupendamente.
A los diez meses de casados,(10/10/1830) Fernando VII fue padre de una hija (sería en el futuro la reina Isabel II). A los quince meses,(30/01/1832), segundo y último parto: volvió a tener otra niña, Luisa Fernanda.
Parecía solucionada la sucesión al trono por línea directa, pero había que salvar el obstáculo de la Ley Sálica.
Ese mismo año, 1832, la gota de Fernando se agrava, y deciden entonces nombrar regente a María Cristina. Ella, antes de aceptar, habla con su cuñado Carlos Mº Isidro y le propone compartir la regencia; eso sí, reconociendo a Isabel como heredera al trono; pero Carlos lo quiere todo basándose en la ya citada Ley Sálica.
Cediendo al chantaje, María Cristina presenta a Fernando, que sólo tiene momentos de lucidez, la derogación de la Pragmática Sanción. (Recordemos que esa ley fue aprobada pero no publicada, por Carlos IV) A eso se agarra Carlos Mª Isidro.
Fernando VII, en un principio se niega a firmar, pero entre la elevada fiebre y la semiinconsciencia, firma, y María Cristina dice:
“Que España tenga paz aunque mi hija no reine”
Pero no hubo paz y su hija reinó.

En un principio acordaron mantener en secreto este asunto, pero Carlos y sus seguidores, enseguida lo dieron a conocer; incluso le empezaron a llamar Carlos V.
La noticia corrió como la pólvora. Enterada la hermana de la reina, Luisa Carlota, y el hermano del rey, Francisco de Paula, llegaron a uña de caballo a San Ildefonso. Y ¡menuda barbiana era Luisa Carlota! Se enfrentó al ministro Calomarde, exigiendo que le entregara el original del documento firmado por el rey. Una vez en sus manos, lo arrojó al fuego de la chimenea. Como el ministro intentara recuperarlo de entre las llamas, Luisa Carlota le arreó un par de bofetadas.
Sorprendido Calomarde dijo esa frase tan conocida de “Manos blancas nunca ofenden”
En 1833, con Carlos María Isidro, su esposa y Calomarde en el exilio, la primogénita Isabel fue jurada heredera del trono de España.
Tres meses más tarde, 29/9/1833 moría Fernando VII, el rey más absolutista, más felón y más burdelero de nuestra reciente historia.
Felizmente para él, Dios no era español, que si no su alma hubiera tenido difícil salvación.
A partir de este momento, pudiéramos decir que dan comienzo las Guerras Carlistas, que no fueron otra cosa que guerras civiles, entre españoles.
Hay varias anécdotas relacionadas con Fernando VII, además de las ya contadas:

Cuando Fernando VII llegó de su ‘exilio’ francés, acudió a presentarle sus saludos el famoso guerrillero Juan Martín Díaz, `El Empecinado". El rey estaba rodeado de cortesanos y le dijo al guerrillero:
“Estos son los grandes de España; no creo que conozcas a ninguno de ellos” Y le contestó "El Empecinado": “No, majestad, no los conozco. A ninguno de ellos vi luchar contra el invasor francés “.

Para uno de los tantos viajes que María Josefa realizó a Solán de Cabras, Fernando VII se encontró con que en la tesorería de palacio no había dinero. Furioso, llamó a Calomarde y le pidió que solucionara el tema. Calomarde redactó y envió este documento:
”A los cuatro obispos ricos de Cuenca, Sigüenza, Málaga y Córdoba. Se les concede el alto honor de aportar quinientos mil reales cada uno para sufragar los gastos del viaje de SS. MM. a Solán de Cabras para lograr que N .S. la Reina cumpla con los deseos divinos de asegurar la descendencia a la corona”.

Los cuatro pagaron.

El papa Inocencio III declaró nulo en 1204 el matrimonio de sus padres, Don Alfonso IX de León y Doña Berenguela de Castilla, alegando el parentesco de los cónyuges, porque él era tío carnal de Doña Berengela. Agotados todos los recursos contra el papa Berenguela volvió a la corte de su padre (Alfonso VIII de Castilla) con todos sus hijos salvo Fernando, que permanecerá en la corte leonesa con su padre, el rey de León.

Tras la temprana muerte del rey de Castilla Alfonso VIII en 1216 su hijo Enrique accede al trono siendo niño, y Berengela es titular de la Regencia.1

Sin embargo, Álvaro Núñez de Lara usurpó la potestad regia y se hizo con varios castillos. Doña Berengela tuvo que buscar el apoyo Gonzalo Rodríguez Girón, señor de Frechilla y mayordomo de la reina, y se refugiará en su castillo de Antillo de Campos. Sin embargo, esta plaza será sitiada por Lara y Doña Berenguela pide ayuda a su hijo que se presenta con 1500 hombres haciendo huir a Lara.1
Rey de Castilla

Tras la muerte repentina de Enrique, los derechos a la corona pasan a Doña Berengela que, temiendo posibles pretensiones de su antiguo marido, el rey de León, se lo oculta y pide que se le traiga a Fernando para protegerse de Lara. El rey, persuadido por sus hermanas doña Aldonza y doña Sancha, no quiso dejarle marchar. Sin embargo, Fernando logró escapar y se reunió con su madre. Ella, mediante un acto solemne, le proclamó rey de Castilla hacia el 102 o el 14 de junio1 de 1217 en Autillo de Campos. La coronación oficial tuvo lugar en Valladolid hacia el 2 ó 3 julio según los estudios de Gonzalo Martínez Díez.3

Alvar Núñez de Lara, alférez mayor de Castilla, cerca Valladolid con el beneplácito de Alfonso IX de León. Fernando y su madre deben retirarse a Burgos. A esto le siguen una serie de saqueos de zonas próximas a Valladolid por parte de Alfonso IX. Fernando no combate contra su padre, y le envía mensajes de que bajo su reinado Castilla sería un reino amigo y, aunque al principio Alfonso no hace caso, terminará retirándose a León cansado de estas acciones. El 26 de agosto de 1218 se firma el Pacto de Toro, que pondrá fin a esta situación. Eso sí, a Alfonso le serán pagados 10.000 maravedíes que le eran debidos por el antiguo rey Enrique de un cambio del Castillo de Santibáñez de la Mota.1

En septiembre de 1219 una comitiva castellana presidida por Don Mauricio, Obispo de Burgos, llega a la corte de Federico II de Alemania y, probablemente en Hagenau, en Alsacia, tiene lugar la contratación matrimonial entre su cuarta hija, Beatriz de Suabia, y Fernando III. Fernando le entregó como dote a Beatriz las villas, castillos y sus derechos reales sobre Carrión de los Condes, Logroño, Belorado, Peñafiel, Castrogeriz, Pancorbo, Ampudia, Montealegre, Palenzuela, Astudillo, Villafranca Montes de Oca y Roa. Doña Beatriz, con la comitiva de hombres notables de Castilla, emprende el camino desde Alsacia a Burgos, pasando por la Corte de París, porque Doña Beatriz deseaba saludar a la esposa del delfín, futuro Luis VIII de Francia, y madre del futuro Luis IX de Francia, Doña Blanca, hermana de su futura suegra, Doña Berenguela. El 27 de noviembre Fernando será nombrado caballero en el Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas de Burgos, donde le será entregada su espada. El 30 de noviembre, en la misma ciudad, tiene lugar la celebración de la boda en la catedral.1

En 1223 fallece el califa almohade Al-Mustansir sin heredero, generando pugnas dinásticas en la zona musulmana. El gobernador de Murcia creará su propio reino, no siendo reconocido por muchos magnates andalusíes y africanos. Cuando este viaja a África para que le proclamen emperador otro pretendiente, Abu Muhammad al Bayasi, es reconocido rey en ciudades del Alto Guadalquivir.1

En 1224 Fernando parte de Toledo con un contingente de grandes hombres de Castilla, el maestre de la Orden de Santiago y, posteriormente, se le une la Orden de Calatrava con su Maestre al frente y se dirigen a Sierra Morena, y se concentran en el Castillo de Baños, donde el Rey de Baeza, Bayasi, les rinde parias. Posteriormente Fernando marchó contra la ciudad de Quesada y otros castillos, que fueron rápidamente tomados. Posteriormente siguió con sus conquistas por el reino de Jaén. Fernando entabló amistad con Bayasi que este le entregó a su hijo primogénito y lo educó dentro de su familia, acompañando este al Rey en sus conquistas por Andalucía y consiguiendo honores por ello. No se sabe con certeza que Bayasi se convirtiera al cristianismo, pero todo parece indicar que así fue. El Rey de Valencia, Abu-Zeid, no sabía que posición tomar al respecto de esta actitud de los cristianos, y su primo Bayasi le instó a que se hiciera vasallo de Fernando, por lo que se dirigió a Cuenca, donde se encontraba en ese momento la corte castellana, y juró perpetuo vasallaje al Rey.1

Posteriormente, Fernando dirigió una ofensiva contra la fortaleza de Priego, que tomó, y prosiguió hasta la ciudad de Loja, ciudad que también conquistó. Posteriormente tomaron la ciudad de la Alhama, que había sido abandonada por sus moradores ante el temor hacia los cristianos. Y de esta forma llegaron hasta la misma vega de Granada, donde, temiendo seguir la misma suerte que las anteriores plazas, los habitantes parlamentaron con Fernando y ofrecieron la liberación de 1.300 esclavos cristianos y la rescisión del contrato que obligaba a Alvar Pérez de Castro a servir al Rey de Granada, pasando a engrosar la expedición cristiana, que tomó la decisión de regresar a Toledo.1

En 1225 Fernando parte para Andújar con un pequeño ejército y es recibido por el Rey de Baeza. Fernando le pide los castillos de Borjalamel, Capilla y Salvatierra. Bayasí, mientras los consigue, le ofrece a Fernando el Alcázar de Baeza, que será inmediatamente ocupado por la Orden de Calatrava. Poco después le entregó el castillo de Borjalamel. En 1226, gracias a la intercesión del diplomático Aben Harach, se produce la entrega en 1226 del Castillo de Salvatierra, que se encontraba en el Califato de Córdoba, y que será inmediatamente ocupado por la Orden de Calatrava.1

En 1226 Bayasí fue amenazado de muerte por los musulmanes, escondiéndose en el castillo de Almodóvar, pero fue decapitado por uno de los suyos, Aben Bairuc, y su cabeza fue llevada a Sevilla y a Miramamolín Aladid. Tras esto, los moros de Baeza intentaron quitar el Alcázar a los calatravos, que resisten el asedio al mando de su Maestre, Don Gonzalo Yáñez de Novoa. El 1 de diciembre la ciudad es definitivamente cristiana y Fernando III dió la tenencia de la ciudad a Lope Díaz de Haro, quien guarnece la ciudad con 500 caballeros en 1227. En 1226 también se tomará el Castillo de Capilla tras un asedio de 14 semanas y, ya en Toledo, el Rey y el arzobispo Rodrigo pusieron la primera piedra de la actual catedral gótica toledana.1

A la muerte de su padre, Alfonso IX en 1230, los partidarios de Fernando no respetaron su testamento, reivindicando el trono de León, que el rey, su padre, había legado a Sancha y Dulce, hijas de su matrimonio con Teresa de Portugal. Tras una reunión en Valencia de Alcántara (en Cáceres)1 o en Valencia de Don Juan (a 30 kilómetros de Benavente) entre las dos reinas consortes, Teresa de Portugal y Berenguela de Castilla, se dirigieron a Benavente, donde se encontraba Fernando y los arzobispos de Santiago y Toledo, y donde se firmó el 11 de diciembre de 1230 la Concordia de Benavente o Tratado de las Tercerías,1 en la que se declara la inviabilidad del testamento de Alfonso IX y el traspaso de la corona de León a Fernando a cambio de una compensación de 30.000 maravedíes anuales a Dulce y Sancha y la cesión de tierras que se reincorporarían a Castilla cuando estas murieran. De ese modo se unieron dinásticamente — siguieron conservando Cortes, leyes e instituciones diferentes — León y Castilla en la persona de Fernando. En 1231 el documento será firmado por el pontífice Gregorio IX. También ese año se firmará el Acuerdo de Sabugal, entre Fernando III y el rey Fernando II de Portugal para delimitar las fronteras y buscar la alianza contra el islam.

En 1231 tomó la plaza de Cazorla en Jaén, junto al arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada.

De nuevo organiza una expedición contra Al Andalus en la que están el capitán Alvar Pérez de Castro y muchos nobles y caballeros como los hermanos Pérez de Vargas, Rodrigo González Girón, Tello Alfonso de Meneses, Pero Miguel, Pero de Guzmán (padre de Guzmán el Bueno) y otros muchos, y, naturalmente, un nutrido grupo de caballeros calatravos y santiaguistas. Bordearon la ciudad de Córdoba, arrasando la campiña y asaltaron el castillo de Palma del Río. El caudillo Ibn Hud fue con sus tropas a enfrentarse a esta expedición en un olivar cerca de Jerez, teniendo lugar una batalla donde Don Diego Pérez de Vargas quebró su lanza y su espada y tuvo que defenderse con un gran tronco de olivo y Alvar Pérez de Castro le gritó "¡Así Vargas así, machuca, machuca!" y desde entonces a ese caballero y a sus descendientes se les conoce con el sobrenombre de Machuca.1 Finalmente, Ibn Hud se batió en retirada dejando Jerez a su suerte haciendo los cristianos un formidable botín.1

En 1232 las órdenes militares se apoderaron de Trujillo y, en 1233, del Castillo de Montiel, que será muy importante para la Orden de Santiago. Ese mismo año Fernando incorpora la ciudad de Baza. En 1234 nuevamente las órdenes militares se apoderan de Medellín, Alange y Santa Cruz y en torno a 1235 de Magacela.4 5 1 En 1226 Fernando III conquista Chiclana de Segura, que entrega en 1235 al Obispo de Osma, que la entregará a su vez en 1239 a la Orden de Santiago, formando parte de la encomienda Montizón-Chiclana.6

Los emires Alhamar de Sevilla, Zayan de Valencia y Mahfuz de Niebla se habían declarado reinos independientes al Califato de Córdoba, por lo que el Emir de Córdoba firmó en 1235 una tregua de un año con Fernando III. Para esto, el emir debió pagar 430.000 maravedíes. Sin embargo, esta tregua no impedía que los castellanos atacaran baluartes que ya no dependían del emir, por lo que este tomó los castillos de Iznatoraf y San Esteban. Ese año muere Doña Beatriz de Suavia y Fernando se traslada al Norte. El emir decide no pagar lo pactado y cristianos de los consejos fronterizos dirigidos por el segoviano Domingo Muñoz toman los arrabales de Córdoba y se hacen fuertes. Además, unos desertores moros informaron a los cristianos de que la ciudad estaba desguarecida y sería muy fácil llegar a la ajarquía, cosa que hizo un pequeño grupo de soldados. Esto sucede en enero de 1236 y el rey, al informarse, junta fuerzas de León, de Salamanca, de Zamora y de Toro y de las Órdenes Militares y marcha hacia Córdoba. Jaime I de Aragón estaba acechando Valencia, y Aben Hud prefirió retirarse a Almería e ir a proteger esa plaza con sus barcos, dando Córdoba por perdida. Córdoba, abandonada por su emir y desalentada por el asedio, capituló el 29 de junio de 1236. El rey dejará como gobernador de la ciudad a Don Alfonso Téllez de Meneses y como gobernador militar a don Alvar Pérez de Castro.1

La madre recomendó a su hijo Fernando que se casara en segundas nupcias y este aceptó la sugerencia. La madre, para evitar parentescos entre los nobles, buscó la ayuda de su hermana Doña Blanca, que le recomendó a Doña Juana de Ponthieu o de Danmartín. Vino desde Francia con una comitiva que se marchó tras contratar el matrimonio en Toledo. La boda se celebró en la Catedral de Burgos en noviembre de 1237 y fue oficiada por el mismo clérigo que su primera boda, el Obispo de la Diócesis Don Mauricio.1

Entre 1240 y 1243 sus conquistas se extienden en abanico sin encontrar apenas resistencia: Chillón, Gahete, Pedroche, Santa Eufemia, Ovejo, Setefilla, Hornachuelos, Almodóvar, Luque, Lucena, Santaella, Montoro, Aguilar, Baena, Écija, Marchena, Morón, Osuna y Estepa.

A Fernando III se le plantean dos frentes, Murcia y Andalucía. El primero decide reservárselo para él y para el segundo envía a su hijo primogénito. Don Alfonso viaja a Toledo en 1243 a donde llega una embajada del rey de Murcia, Muriel, trayendo un pliego de condiciones para hacerse un señorío de Don Fernando. La razón es que Jaime I de Aragón había conquistado ya Valencia y Játiva y ahora, aliado a Alhamar, rey de Jaén y Granada, pretendían hacerse con Murcia. Alfonso acepta el pliego y firma las Capitulaciones de Alcaraz y posteriormente recorrió la región y se instaló temporalmente en el alcázar de Murcia. Posteriormente Alfonso firmará con Jaime I de Aragón el Tratado de Almizra para fijar el límite de expansión de los aragoneses hacia el Sur. Este acuerdo lleva como prenda la concertación de una boda entre Alfonso de Castilla y Doña Violante, hija de Jaime I. En 1244 Don Rodríguez González Girón y el Maestre de Santiago, Don Pelay Pérez Correa, se unen a Alfonso y se apoderan de la ciudad de Mula, de Lorca; que capituló tras una ardua resistencia, y de Cartagena, que logró ser tomada gracias a una flota naval que vino del Cantábrico, y que sería un preludio de los planes que tenía Fernando con Sevilla.

La ciudad de Jaén ya había estado bajo asedio del 5 al 20 de julio de 1225, cuando estaba defendida por Alvar Pérez de Castro, antes de que fuera rescindido su contrato de servir al Rey de Granada. En 1228 volvió Fernando por aquellas tierras y tomó la villa y el Castillo de Castro y remontaría el río de la Plata por el Cerro Veleta y Otiñar, cuya población sería arrasada, al igual que antes hizo lo mismo con Grañena, en el Cerro Pitas. En 1230 vuelve a cercar Jaén y los alrededores son saqueados. En 1245, estando Fernando en Martos, Pelay Correa le animó para tomar Jaén. Fernando partió para Jaén con la compañía de su hermano menor, Alfonso de Molina, y ayudándose de las Órdenes de Calatrava y de Santiago principalmente. Jaén pertenecía al reino de Taifas de Arjona, cuyo rey era Amed ben Yúsuf ben Nasar, conocido como Aben Alahmar, que finalmente trasladará su reino a Granada. Además de Martos Fernando también había tomado Úbeda. El sitio se prolongó desde mediados de diciembre de 1245 hasta febrero de 1246. Finalmente, Alahmar entregó Jaén y reconoció el dominio del rey Fernando de sus tierras, el Reino de Granada, en vasallaje, pagando la mitad de sus rentas, calculadas en 150.000 maravedíes anuales. Se aseguró así la supervivencia del Reino de Granada, que se prolongaría durante dos siglos y medio más.1

Entre marzo y abril de 1245 va a visitar a su madre, Doña Berengela, y se reunen en Pozo de Don Gil, lugar donde Alfonso X fundaría Villa Real, que hoy es Ciudad Real. La madre le comunicaría que había estado realizando gestiones en Castilla y León pero que estaba cansada y necesitaba recluirse en un monasterio. En 1246, tras conquistar el Alcázar de Alcalá de Guadaíra, próximo a Sevilla, recibe la noticia de la muerte de su madre. Fue enterrada en el Monasterio de las Huelgas, en Burgos en un sepulcro sencillo, pero su nieta, que era monja en ese monasterio, decidió en 1251 su traslado a un mausoleo en el coro, junto a los restos de sus padres don Alfonso VIII y doña Leonor.1

El rey Fernando encargó a Ramón de Bonifaz la constitución de una flota para tomar la ciudad portuaria de Sevilla. Este se dirigió a Cantabria donde consiguió trece naves gruesas además de algunas galeras y naves menores. La flota cristiana se dispuso a atacar a la flota musulmana, que se encontraba en superioridad numérica, en el río Guadalquivir y Fernando III envió refuerzos terrestres. Finalmente, Bonifaz logra vencer a la flota musulmana consiguiendo aislar a Sevilla de refuerzos marítimos desde el Norte de África. El 20 de agosto de 1247 comienzan a asediar la ciudad, pero descubren que el emir de Niebla, Amen Amanfon, enviaba refuerzos y víveres desde la fortaleza de San Juan de Aznalfarache utilizando el puente de barcas, que además contaba con fuertes cadenas que impedían el paso de barcos.7 En el asedio también se encontraba el hijo de Fernando III, Alfonso X, que envió misivas a la ciudad amenazando con pasar a cuchillo a sus habitantes si se derribaba una sola teja de la mezquita o un solo ladrillo de su alminar,8 la futura Giralda. Asimismo contó con la participación del caballero Garci Pérez de Vargas.9

Fernando III envió al maestre Pelay Pérez Correa a hostigar el castillo de San Juan, consiguiendo tomar la plaza. Sin embargo, desde la comarca del Aljarafe la ciudad sigue recibiendo apoyos a través del puente, tomando el rey Fernando la decisión de cortarlo. Ramón de Bonifaz remontó el río con su flota y consiguió llegar al puente donde, el 3 de mayo, tras dos embestidas logró quebrar las cadenas y romper el puente.7 El 23 de noviembre de 1248 el caid de la ciudad, el emir Axataf, se rinde ante Fernando III, entregándole las llaves de la ciudad.7 Tras la conquista de Sevilla en 1248 la zona de Jerez quedó en 125010 como un protectorado castellano en la frontera con el Reino de Granada, aunque esta plaza sería finalmente tomada por Alfonso X en 1261.

En 1249 el monarca conquistará Nebrija. En 1250 Fernando conquista el Castillo de Fontanar y su aldea, hoy Bornos, y Arcos de la Frontera.10 En 1251 su hijo Felipe, de 21 años, será escogido como Arzobispo de la recién restaurada sede de Sevilla, sin embargo no llegará a consagrarse y contraerá matrimonio con la princesa Cristina de Noruega. El infante Sancho, a sus 18 años, será nombrado Arzobispo de Toledo. El emir de Niebla y del Algarve, Ibn Mahfuz, cederá los derechos de soberanía del Algarve al Rey castellano a cambio de que le proteja del Rey de Portugal, que estaba conquistando ese territorio. El monarca portugués reconocerá esto en unas treguas que firma con el monarca castellano por 40 años. Fernando conquistará también este año Chipiona y Rota.11

Cuando falleció en 1252, preparaba una expedición contra el norte de África, tratando de evitar las posibles amenazas que pudieran proceder de esa zona.

Un día, en el Alcázar sevillano, sintiéndose morir, pidió que vinieran sus hijos y que se le trajera una ostia consagrada y un crucifijo. Cuando el fraile que traía la ostia la mostró Fernando se dejó caer de rodillas en el suelo y se colocó una soga al cuello. Tomó la cruz, la besó muchas veces y se golpeó con ella en el pecho. El obispo de Sevilla Don Remondo le dio la comunión, tras lo cual se despojó de la ropa real. Habló luego con Alfonso de la familia, los vasallos y los reinos haciéndole recomendaciones y mandó traer a los hijos que había tenido con sus dos esposas y también estaba su esposa, Juana de Ponthieu, muy apenada. Se le fue acercada una vela para que la llevara en el momento de su muerte y, antes de sostenerla alzó los brazos al cielo y dijo sus últimas palabras:

Señor: me diste reino que no tenía, y honra y poder que no merecí; dísteme vida, ésta no durable, cuanto fue tu voluntad. Señor, gracias te doy y te devuelvo el reino que me diste con aquel provecho que yo pude alcanzar y ofrézcote mi alma.1

Labor política

Trató de unificar y centralizar la administración de los reinos castellano y leonés, promovió la traducción del Fuero juzgo e impuso el castellano como idioma oficial de sus reinos en sustitución del latín. Repartió las nuevas tierras conquistadas entre las órdenes militares, la Iglesia y los nobles, lo que dio lugar a la formación de grandes latifundios. Mandó hacer el Libro del Septenario, que era un texto orientado a la educación y de índole filosófica que habla de los siete ramos de las escuelas liberales y contiene algunos conceptos de derecho común. También ordenó hacer el Libro de la Nobleza y Lealtad que es una obra de derecho político y normas de los deberes del gobernante para un buen gobierno y las virtudes que debe reunir para cumplir esas obligaciones. El libro está basado en la escolástica, doctrina isidoriana y tomista.

En el ámbito cultural y religioso, mandó levantar las catedrales de Burgos y León. En su tiempo, el Arzobispo Don Rodrigo inicia las obras de la Catedral de Toledo. El canciller del rey, Juan, fundó la Catedral de Valladolid y, posteriormente, siendo este Obispo de Osuna edificó esa Catedral. Nuño, Obispo de Astorga, hizo la torre y el claustro de su Catedral. Lorenzo, Obispo de Orense, levanta la torre que le faltaba a su templo. Mandó edificar el Rey innumerables iglesias, conventos y hospitales y tanto él como su madre efectuaban importantes donaciones.1

Hacia 1237 instituye el Consejo de los Doce Sabios, que eran un grupo consultivo de doce personas doctas que le ayudaban a ser un buen gobernante. El tratado de su creación tiene un epílogo de su hijo, Alfonso X el Sabio.1

En 1240 Fernando clausura la Universidad de Palencia, fundada en 1212 por Alfonso VIII de Castilla, y la traslada a Salamanca, que fue fundada en 1215 por Alfonso IX de León, ya que no parecía funcionar al nivel que se quería por los escasos recursos que poseía. Desde este momento Fernando dedicará mucha atención y recursos a la Universidad de Salamanca para que se convirtiera en una de las mejores de Europa.1

Fernando III, preocupado por sus conquistas en Andalucía, busca la quietud social en Galicia, y para ello se inclina a favor de los señores eclesiásticos en la pugna que estos tenían con los concejos de Compostela en 1238, de Tuy en 1249 y de Lugo en 1252 y crea la figura del representante del poder real, ya que él, desde tan lejos, no podía ejercer el poder mediante adelantados.12
Corte

Se esmeró por que en su Corte se le diera importancia a la música y al buen hablar literario. Organizaba torneos y fiestas, que eran amenizadas por trovadores y juglares. Entre los trovadores cercanos a él se encontraban Da Ponte, que compuso estrofas lamentando la muerte de su primera esposa, Doña Beatriz. Los trovadores Domingo Abad y Nicolás de Romances, tras la conquista de Sevilla, fueron recompensados con la herencia de un feudo cada uno.1 Las trovas y canciones gallegas, aprendidas por él durante su juventud en Galicia, eran sus favoritas.1 Además fue mecenas de artistas. Su hijo el rey Alfonso el Sabio será un gran literato y declarará que su saber se lo debe en gran parte al interés que su padre tenía por que su instrucción fuera la mejor posible.

ISABEL II (1) (*)

Aunque ya hemos comentado algo sobre la reina Isabel II, bien podríamos añadir algo más. Sólo por seguir un orden cronológico.

Con Isabel II llegaron a España cosas importantes como el Capitalismo burgués, el ferrocarril, el tranvía, fonógrafos, sifones y ventiladores. Pero también llegó el descrédito del mismísimo trono.
Isabel II fue u@ de l@s tres monarcas derrocados en el siglo XIX (su abuelo Carlos IV, su padre Fernando VII y ella misma) Con una salvedad: Isabel II no necesitó a Napoleón para ser destronada.

Isabel II no estaba preparada para reinar, y tampoco hizo nada por subsanar esta carencia. No se preocupó ni mucho ni poco por el país. Se preocupó casi en exclusiva de disfrutar de sus amoríos y de humillar a su afeminado esposo. También de los varios amantes de su viuda madre, María Cristina. Aunque alguno, como Fernando Muñoz, ya lo era en vida de Fernando VII.

A este tal Muñoz, lo conoció María Cristina en un viaje en el que ella, motivado por la hipertensión que padecía, empezó a sangrar por la nariz. El apuesto guardia de corps, le ofreció su pañuelo, que ella empapó de sangre. Cuando se lo devolvió, él besó el pañuelo.
Bastó ese detalle para que la reina regente se enamorara de él. Tras enterrar a su marido, María Cristina se retiró a descansar unos días en una finca segoviana, llamada ‘Quitapesares’ Naturalmente ordenó que en su escolta fuera Fernando Muñoz. Allí la reina regente, sin protocolo y de improviso, le preguntó a Muñoz si la amaba.
Se casaron en secreto, el 28/12/1833, en una pequeña sala del Palacio de Oriente. A pesar del carácter secreto, los madrileños se enteraron y llamaban a Fernando Muñoz, Fernando VIII
Para que éste pueda estar cerca de la Regenta, se le busca un destino en palacio. Todo esto da lugar a la I Guerra carlista.
Los liberales, encabezados por Espartero, defiende a la reina regente. No obstante dicen: “Nuestra reina es una señora casada en secreto y embarazada en público” Los carlistas, en cambio iban más lejos, cantando en sus campamentos:

Lloraban los liberales
que la reina no paría,
y ha parido más Muñoces
que liberales había.

María Cristina, a medida que iba pariendo hijos de Muñoz, los enviaba a Francia, con la intención de seguir ocultando su matrimonio.

Decidió marcharse ella misma y su esposo secreto a Francia, pero Espartero, que primero se lo impedía, accedió, pero eso sí, dejando en España a sus dos hijas con Fernando VII y a su custodia. Amenazándola además de hacer pública su boda. María Cristina, que había colmado de honores a Baldomero Espartero, le dijo:
“Te hice duque, pero no he podido hacerte caballero”

El 15 de julio de 1834, María Cristina, reina regente, en nombre de su hija Isabel II, firmó la disolución definitiva del Tribunal del Santo Oficio. (Inquisición)

Volviendo a Isabel II. Ella seguía con sus amoríos, mientras que de su marido, Fernando de Asís, se cantaba unas coplillas:

Paquito Natillas
es de pasta flora,
y orina en cuclillas
como una señora.

o ésta otra:

La reina va a dar a luz,
y no por ningún desliz
que, sí los hubo, ahora las cosas
ya no son asis.

…don Francisco de Asís,
sacando la minga muerta,
al amparo de una puerta
lloriquea y hace pis.

Si la reina quiere corona
que se la hagan de viruta,
que la corona de España
no es para ninguna pu..

Isabel II perdió el trono por no dejar a su amante.


Saludos, y hasta Alfonso XII

Mira si es así, que, Isabel II, por no separarse de su amante, perdió el trono.

(*) Lectura reservada únicamente para interesados.

responderme payaso, a mi,
porque no agua para todos payaso, por que se deroga el trasvase del ebro.
en canara cada uno se pone el goteo, no obra comun,como pregonais.
como eres tam mezquino y tan rastrero.

yo si tengo la curiosidad de conocer las cuentas de la comunidad de regantes, a la cual pago todos los años el dinero que se me pide, asi como leer el libro de actas de dicha comunidad.
no los dejan ver.

y tambien tengo la curiosidad de conocer que intereses hay en el ayuntamiento a que se realice este proyecto, a parte del porcentaje economico, claro. ese ya se da por sabido.

Hay un hilo para este tema del goteo .

ALFONSO XII (1)(*)

No recuerdo si he dicho que Isabel II tuvo once partos, de los cuales vivieron sólo cuatro: Isabel “La Chata”, Alfonso, Eulalia y Mª de la Paz.

Estando Isabel II de vacaciones en San Sebastián, y con una situación política muy convulsa, recibió un mensaje del capitán general Gutiérrez de La Concha, en el que le pedía que viajara a Madrid, pero sin su amante, Carlos Marfiori.
Ella le contestó “…a los miembros de mi séquito los elijo yo”.
Entonces el general, le volvió a remitir otro mensaje diciéndole que no volviera a la capital con Marfiori, ya que ”…no podría garantizar la seguridad de S.M. ni la de su séquito”
Isabel II, en el mismo tren que le iba a llevar a Madrid, se fue a París. Año 1868

Una vez en Francia, la reina se separó de su marido, Francisco de Asís, pero se quedó con su querido, Carlos Marfiori. Lo curioso es que Paco “Natillas”, se fue a vivir con su ‘amigo’ Meneses.

Como se resistía en abdicar a favor de su hijo Alfonso, el gobierno y las Cortes pensaron en buscarle un rey a España. Le ofrecieron el trono a varios, entre ellos al general Espartero, que se negó.
Por fin lo aceptó, en 1870, Amadeo de Saboya, quien dimitió en 1873, tras sufrir un intento de asesinato. Dijo: “Por Baco, esto es una jaula de locos; no entiendo nada”

Por fin convencen a la reina de que abdique en su hijo Alfonso (25/6/1870), y lo hace en el exilio de Francia. En Francia precisamente, conoció Alfonso a su prima María de las Mercedes. quien, a pesar de tener sólo doce años, ya le confiesa su cariño y admiración y le dice ”Un día te despertarás siendo rey”

En esta época, Alfonso tiene 15 años, y se enamora de Elena Sanz, cantante de ópera, con la que más tarde tendría dos hijos varones, Alfonso y Fernando.

Para acelerar el regreso de Alfonso XII, trabajaron intensamente tanto Cánovas del Castillo, como el duque de Sesto. Este último -que ponía el dinero- creó el Batallón del Aguardiente, compuesto de obreros, matarifes, estudiantes, banderilleros y señoritos, todos bajo la batuta del gran torero Frascuelo.
No empleaban métodos muy democráticos que digamos para invadir las calles y paseos más céntricos de Madrid al grito de ¡Viva Alfonso XII!
El mismo empeño, entre las damas de la aristocracia, ponía la mujer de Sesto, Sofía, que era hija del zar de Rusia.
Alfonso XII se casó dos veces. Primero con su prima María de las Mercedes. Lo hizo en la basílica de Atocha, en Madrid. Asistió su padre, pero no su madre, que estaba enemistada con sus consuegros, los duques de Montpensier. Y eso que su consuegra era su hermana Luisa Fernanda.

Dejémoslo aquí por hoy.

ALFONSO XII (2) (1857-1885)

El primer matrimonio de Alfonso XII, se celebró el 23/01/1878, y a finales de marzo, María de las Mercedes tuvo un aborto. No hubo tiempo para más. María de la Mercedes moría el 26/6/1878 a consecuencia de incontenible hemorragia intestinal.

Fue entonces cuando empezó a cantarse aquello de

¿Dónde vas Alfonso XII?
¿Dónde vas, triste de ti?

Pero no iba en busca de Mercedes, sino de Elena Sanz, a la que había retirado de la escena y montado un hotelito en Madrid. También se las entendía con una nieta del poeta José de Espronceda.

Pero todos le exigían que volviera a casarse. Urgía tener un heredero. Además, Alfonso ya había vomitado sangre en repetidas ocasiones y su estado de salud se agravaba.
La elegida fue María Cristina de Habsburgo-Lorena. Alfonso la aceptó, pero sin demasiado entusiasmo.
La boda se realizó el 29/11/1879, también en la basílica de Atocha. En esta ocasión si asistió Isabel II
La nueva reina tenía 21 años. Era muy elegante, delgada, de facciones angulosas, de estatura mediana, fino talle, usaba gafas porque era miope. No era muy del gusto del rey, que las prefería con formas más exuberantes.
En una carta que Alfonso XII envía a sus hermanas, les dice:

“¡Lástima que gustándome más la madre, tenga que casarme con la hija!”

Al año tuvieron una niña, a la que llamaron María de las Mercedes. Alfonso, no estaba enamorado de su mujer y buscaba en sus salidas nocturnas los placeres que le ofrecían otras mujeres. Pero debía seguir insistiendo en dejar asegurada la sucesión al trono. Así en 1882 tuvieron otra hija, María Teresa.

Alfonso XII murió a punto de cumplir los 28 años a consecuencia de una tuberculosis. Se fue al otro barrio sin saber que su mujer, la reina María Cristina, tenía tres meses de embarazo. Resultado de ese embarazo fue Alfonso III.

Otra María Cristina que se convertía en reina regente.

"Maria Cristina me quiere gobernar....."

Un año después de la muerte de Alfonso XII, Elena Sanz puso en conocimiento del Gobierno que tenía dos hijos del rey, (cosa ya sabida por todos), y que además tenía en su poder cartas del difunto rey, que de publicarse, poco favor le harían a España.
A cambio de cerca de 800.000 pesetas -cantidad fabulosa en aquellos tiempos- las cartas pasaron a poder de Cánovas del Castillo, quien las quemó.

Hay unas anécdotas:

Iba a asistir el rey, junto con la reina, a un gran baile de disfraces. Alfonso decidió ir vestido como el rey francés Luís XIV. Iba a ser una sorpresa, porque no lo sabía ni su mujer. La mañana del evento se confió a Cánovas diciéndole:

-“No quiero tener secretos para usted; le diré cómo iré vestido esta noche”
- “Ya lo sé, majestad- fue la sorprendente respuesta- Su majestad irá con uniforme de gala de Capitán General del Ejército, con Toison de Oro y banda de San Fernando. Lo sé porque así es como el rey de España viste en las grandes ocasiones”

- “Tú lo sabes todo, Cánovas – sonrió Alfonso XII” Y así fue vestido.
****************************

En cierta ocasión pronunció Alfonso XII una frase que podrían suscribir todos los reyes de España, incluido el actual:
-“Si el presupuesto fuera lo suficientemente elástico para que tuvieran cabida en él todos los españoles, se podría poner en el Congreso el cartelito: Se alquila” ************************

Teniendo que presentarse ante el rey, el general Moriones, activo revolucionario cuando la Gloriosa (caída de Isabel II), y republicano conocido, se sinceró diciendo:

-“Majestad, no quiero ocultarle que he hecho casi toda mi carrera con la revolución”

-“¿Qué eras en 1868 –quiso saber Alfonso XII”

-“Capitán, majestad”

-“Pues más carrera he hecho yo –rió el monarca- En 1868 era soldado y ahora, capitán general”

Demos por terminado el anecdotario, aunque hay muchas más.

ALFONSO XIII (1)

Con Alfonso XIII se da la circunstancia de que ya nació rey.
Nació el 17/5/1886, es decir, casi seis meses después de muerto su padre, el rey Alfonso XII.
Cuando nació era tan poquita cosa, que el entonces presidente del gobierno, Mateo Sagasta, y según la tradición, se lo presentó al leader de la oposición, Cánovas del Castillo, diciendo:

“Es la menor cantidad posible de rey, pero ya tenemos rey”

Al ser hijo de un tuberculoso, fue objeto de los máximos cuidados en toda su infancia.
Ni que decir tiene que su madre, María Cristina, se convirtió en reina regente.

Alfonso XIII fue declarado mayor de edad a los 16 años, poniendo así fin a la regencia de su madre.
A los 20 años ya querían casarlo, y empezó la búsqueda de la futura consorte. Viajó por toda Europa buscando novia, para luego elegir.

En una recepción y posterior fiesta que organiza el rey de Inglaterra, Eduardo VII, Alfonso puede pasar revista a una pléyade de princesitas británicas en edad de merecer. El monarca inglés ya le tiene elegida su favorita : La bella Patricia de Connaught. Pero Alfonso de quien se enamora, ipso facto, es de una bellísima rubia de ojos azules y que no es otra que Victoria Eugenia de Battenberg, hija de Enrique de Battenberg y de Beatriz de Inglaterra (hija preferida de la reina Victoria)

El diario ABC, precursor de las encuestas, hace una en España que arroja el siguiente resultado:

1ª Victoria Eugenia de Battenberg, con más de 18.000 votos.
2ª Patricia de Connaught, con más de 13.000 votos.
3ª Victoria Luisa de Prusia (abuela materna de nuestra reina Sofía)
4ª Luisa de Orleans (abuela materna de nuestro actual rey Juan Carlos)

Victoria Eugenia Julia Ena (He puesto el nombre completo, porque todos sus íntimos, incluido su marido, la llamaban por su cuarto nombre: Ena.)tenía por madrina de bautismo a la emperatriz de los franceses, pero española, Eugenia de Montijo.

Alfonso XIII decide casarse con Victoria Eugenia; la petición de mano se hace en Biarritz; de allí se trasladan a San Sebastián, a donde llega Eduardo VII de Inglaterra para bendecir la unión y de paso informar al novio que, dados los antecedentes familiares, la novia puede ser transmisora de hemofilia. Esta enfermedad de la sangre la portaban las mujeres de la familia, pero quienes la padecían eran los varones.
Enterada María Cristina, intenta en vano convencer a su hijo para que renuncie al casamiento.

Alfonso XIII y Victoria Eugenia se casaron el 31 de mayo de 1.906, en San Jerónimo el Real. Al pasar el cortejo por la calle Mayor, desde un balcón le lanzaron una bomba oculta en un ramo de flores. No alcanzó al vehículo de los reyes, aunque faltó muy poco, pero murieron numerosos soldados, gente del público y caballos; uno de estos animales era de la carroza real, y cuya sangre manchó el vestido de la novia. El atentado lo había cometido el anarquista Mateo Morral, quién fue detenido en Torrejón.

En 1907 tienen el primer hijo, un varón al que llamaron Alfonso, y al que detectaron la hemofilia a poco de nacer.
La corte tenía por costumbre, introducida por los médicos judíos desde tiempos de los Reyes Católicos, de circuncidar a los varones recién nacidos; cuando hicieron la pequeña incisión, que normalmente arroja solo unas gotas de sangre, los médicos se encontraron con una fuerte hemorragia que les costó muchísimo detener: El príncipe era hemofílico. Este hecho supuso una pérdida de afecto del rey hacia la reina.

En 1.908 vino al mundo otro varón, Jaime. Era sano, pero, cuando tenía cuatro años fue operado de mastoiditis y, como consecuencia de la cirugía de la época, quedó sordomudo de por vida.

En 1.909 nació una niña, Beatriz. (abuela del Conde Lequio)

En 1.911 nació otra niña, María Cristina.

En 1.913 nació un varón, Juan (hijo de rey y padre de rey, sin llegar a ser rey).

En 1.914, último parto, varón, Gonzalo, hemofílico también.


Vamos a dejarlo aquí. Mañana seguimos.

aqui cuando se llega a la republica?

No te preocupes , que quedan muchas cosas .

ALFONSO XIII (2)

El rey, que ya se ha dicho, pierde cariño hacia su esposa,(que sólo quedará evidente al perder el trono) busca donde hallar aventuras extramatrimoniales, y la encuentra en Carmen Ruiz Moragas, actriz de cierto relieve en el teatro.
Separada de su marido, el torero Gaona, fue amante del rey, con quien tuvo dos hijos: Maria Teresa Alfonsa y Leandro Alfonso.
Tambien tuvo como amante a Melanie de Vilmorin, francesa y con marido. Ella comentaba entre sus íntimos:
"Jamás he engañado a mi marido. Los reyes no cuentan".Tuvieron un hijo.
Otra amante más fue Beatrice Noon, institutriz irlandesa. Tuvieron una hija.

De todo esto estaba al corriente la reina, Victoria Eugenia, que ya no sólo no amaba a su marido, sino que le odiaba. De hecho estaba separada de Alfonso XIII desde 1934

Alfonso XIII, en una ocasión recibió a un escritor norteamericano que lo visitó para que diera el VºBº a un capitulo de su obra "Los amores del rey" que había escrito sobre él. Alfonso XIII dijo aparentemente indignado:
"De ninguna manera puedo dar el visto bueno a este rótulo porque el rey de España me consta que no tiene otro amor que su esposa".
Como el escritor pusiera cara de escepticismo, completó el Borbón: "Claro que yo no sé si el Duque de Toledo tendrá por ahí alguna aventurilla intrascendente..."
Ese título utilizaba en sus salidas, así que el capítulo se llamó "Las aventuras galantes del Duque de Toledo" y todos contentos.
Sobra decir que el Duque de Toledo era uno de los muchos títulos de Alfonso XIII

Vayan unas anécdotas más.

Un historiador presentaba a Alfonso XIII su Historia de España, explicando que se proponia reivindicar la memoria "de vuestro ilustre bisabuelo, Fernando VII"

- "Pues trabajo te costará" respondió el biznieto.
***************

En un baile en el palacio de Pedralbes, bebía una copa entre baile y baile, cuando se le acercó el duque de Miranda, susurrándole al oido:

- "¿Sabe su Majestad con quién ha bailado la última pieza?"
- " No", respondió el rey.
- "Pues con la hija de uno de los más furiosos separatistas"
- "¿Ah, si? -se sorprendió Alfonso, agregando-Pues no se le notaba nada"
***********

El capitán Iradier, por entonces jefe de los Exploradores de España, pidió a Alfonso XIII:
- "Señor, los exploradores deberían jurar por el rey, como hacen en Inglaterra"
A lo que se negó el monarca, diciendo:

- "No, porque mañana pudiera venir la república; es mejor jurar por el Jefe del Estado. El régimen puede cambiar, pero la patria es eterna."
************

Visitaba Alfonso XIII una fábrica propiedad del alcalde de un pequeño pueblo y, como hacía mucho calor, se había quitado el sombrero; al verlo, y creyendo cumplir con los deberes de la cortesía, se apresuró a decir el dueño de la casa:

- "Pero cúbrase, majestad, cúbrase"

Así lo hizo el monarca, no sin antes añadir:

- "Con el permiso del señor alcalde"
**************

Con ocasión de la fiesta de su mayoría de edad, y por lo tanto del comienzo efectivo como rey, se le acercó un ministro y le preguntó cual sería su primer acto como rey. Éste contestó:

- "Autorizarme a fumar cuantos pitillos quiera. Hasta ahora la reina regente sólo me permitía 16 al día"
*********

Para mi gusto, la que sigue fue una de las mejores.

Unamuno agradeció al rey una condecoración concedida. Y lo hizo con las siguientes palabras:

- "Agradezco a su Majestad el honor que me ha concedido.... y que me merezco"

El rey le respondió: -"Usted es el primero que me dice que merece la condecoración que se le ha otorgado. Todos dicen que no la merecen"

- "Y dicen bien", le respondió el rector de la Universidad de Salamanca.

que grande Unamuno y que bien se lo explicó al cretino de Astray.
Uno de los grandes de nuestra historia, sin duda.

JUAN CARLOS I

Juan Carlos de Borbón y Borbón, primer hijo varón del Conde de Barcelona, Don Juan de Borbón, y de María de las Mercedes de Borbón y Orleans, nació en Roma.
Según la ley Sálica, instaurada por Felipe V, y no derogada, una de las condiciones básicas para ser rey de este país, es haber nacido en España. Nuestro rey nació en Roma. Tampoco Carlos IV había nacido en España, sino en Nápoles.
Vive con sus padres en el exilio portugués de Estoril (Villa Giralda). Una mañana de noviembre de 1948, viaja en el Lusitania –Expres, conducido ese día por el duque de Zaragoza vestido con mono azul, desde Lisboa a Madrid. Sus padres, que han acudido a despedirle a la estación, lloran cuando el tren arranca.

(Yo jamás pondría a un hijo mío, con 10 años, en manos de mi peor enemigo).

No viaja como heredero de su abuelo Alfonso XIII, sino como futuro sucesor del dictador Franco, “a título de rey”, con misión de preservar el orden franquista en toda su integridad.

Viene para ser educado por el franquismo.

Como ha de ser la historia quien saque conclusiones de su reinado, y teniendo en cuenta que todavía no conocemos sus intimidades*, que es lo que intento poner al descubierto en estos apuntes, los terminaré con alguna anécdota sí conocida.

Estando en la Academia Militar de Zaragoza como cadete, todos sus amigos y compañeros le llamaban por su nombre, es decir Juan. Otras veces le llamaban simplemente SAR, que son las iniciales de Su Alteza Real.
El general duque de la Torre, que le visitaba a menudo y le invitaba a comer en el Gran Hotel, le dijo que podía traer a unos amigos para comer. Así lo hizo. En un momento de la comida, uno de los amigos dijo: “Juan, ¿sabes que la semana que viene…?”
De repente el duque dio un puñetazo sobre la mesa que hizo temblar la bajilla. Se había puesto pálido de furor. Apartó la silla y gritó: “¡Caballero cadete! ¡Levántese y póngase firmes!”.
Silencio de muerte en el comedor. “¡Caballero cadete -siguió el duque- cómo se atreve a tutear y a llamar por su nombre a una persona a la que yo, un teniente general, doy el tratamiento de Alteza Real!
Disciplina militar del anterior régimen.
No escribo más sobre él no vaya a ser que me diga “¿Y porqué no te callas?”
Saludos cordiales.

Saludos cordiales y gracias por la paciencia que habéis tenido al leer estas "CURIOSIDADES" de los Borbones en España.