Es alucinante como las mentiras a fuerza de repetirlas se convierten en verdades.
Es alucinante como las mentiras a fuerza de repetirlas se convierten en verdades. Contamos en España con una clase empresarial defraudadora, gilfa, subvencionada, protestona e impotente (para crear empleo) que reclama recortes a funcionarios mientras defrauda a Hacienda y paga salarios africanos.Pongamos datos:
En los países más desarrollados de Europa, el número de personas que trabajan en el sector público es mayor que el número de empresarios y autónomos. Ello ocurre en todos los países de la UE-15. Por el contrario, en España se invierte ese axioma.
Al hilo de lo anterior, en España (200

el porcentaje de personas adultas que son empresarios y autónomos es mayor (10,64%) que el promedio de la UE-15 (9,78%), el porcentaje de personas adultas que trabajan para el sector público es sólo el 9%, uno de los más bajos de la UE-15 (cuyo promedio es el 16%).
Otro dato: el porcentaje de trabajadores en el SP en los países escandinavos es el 26% para Dinamarca, el 22% para Suecia y el 19% para Finlandia, situándose entre los países cuya economía es más eficiente y emprendedora en la OCDE, tal como señala el último informe sobre competitividad y eficiencia económica de esa organización, publicado por el prestigioso Economic Policy Institute de Washington.