Riogordo - Malaga

Compañero correligionario... Si tuvieras dos casas, ¿donarías una a la revolución?"
"SI" - responde el compañero militante.
"Y si tuvieras dos autos de lujo, ¿donarías uno a la revolución?"
"SI" - nuevamente responde el aguerrido militante.
"Y si tuvieras un millón en tu cuenta bancaria, ¿donarías la mitad para la revolución?"
"Lógicamente, lo donaría" - respondió el orgulloso compañero.
"Y si tuvieras dos gallinas, ¿donarías una para la revolución?"
"No" - respondió el compañero.
"Pero... ¿por qué donarías un apartamento si tuvieras dos, un auto de lujo si tuvieras dos,
y 500.000 si tuvieras un millón en tu cuenta... y no donarías una gallina si tuvieras dos?
"¡¡¡Cooooño, porque las gallinas SÍ las tengo!!!"

MORALEJA: ¡¡Siempre es fácil ser comunista con las propiedades y el trabajo ajeno!!

Normal y elemental... Es muy fácil -y lo más normal- creerse o proclamarse comunista a los 15-17 años, socialista (ya no tan a la izquierda) a los 20-25, y desde los 30 algo conservador, cuando ya has conseguido algo a base de trabajo. Ese "estado anímico" se va acentuando a medida que más vayas logros vayas acumulando.
Eso -lo que hayas conseguido honradamente-, poco o mucho, que nadie se atreva a tocártelo... ni a ponertelo en duda (por la cuenta que le trae).

Esta es la ley de vida natural. Quien se salga de esas normas, quien no siga esa evolución -natural-, no es "normal" (tampoco es cuestión de cargar las tintas; no hay que descender a ese nivel)...

Un saludo a todos.

Dicho lo anterior, esos detalles no significan que en el fondo no se pueda seguir soñando con un mundo mejor. Ni mucho menos...
De hecho, son poquísimos -al menos de los que he conocido hasta ahora- los (como decimos por aquí) ciezo-maníos integrales que, pudiendo y estando en su mano, no le echen una ayuda a un necesitado. Pero que a su vez no huyan y abominen de zangolotinos aprovechados, para los que sólo tiene valor su propio ombligo, y para sus personas todo es poco.
Y he conocido (que son ya 55 años, 30 de ellos cara al público; así que hablo con conocimiento de causa y he aprendido a no irme por las ramas) parvas enteras de gente de toda clase y condición. De izquierdas, de derechas, de centro... y de ningún sitio (ideológicamente hablando). Y por eso he "sabido aprender" que la ideología no es lo importante (en la teoría cualquiera es inmejorable; donde se falla siempre es en la puesta en práctica); lo que importa son las buenas inclinaciones y la buena predisposición. En resumen: ser personas en el fiel de la balanza. O al menos, no parar ni cansarse de intentarlo.
Todo lo demás, milongas, filosofías baratas -más o menos interesadas- y "verduras de las eras".

Es todo. Y como creo que me he explicado, un saludo en general.