Riogordo - Malaga

La escalada de precios hunde la renta de más de 400.000 parados y pensionistas en Málaga. La inflación, que lleva todo el año por encima del 3%, se ceba con los colectivos con menos ingresos y más trabas para llegar a fin de mes.
La vida cada vez es más cara. Y los bolsillos cada vez están más raquíticos. Con esta balanza tan desequilibrada miles de malagueños tienen que sortear grandes obstáculos para alcanzar la difícil meta de fin de mes. El camino está sembrado de las mismas trabas para el común de los mortales, sin embargo, hay colectivos que por su delicada situación laboral tienen mermada la capacidad de resistencia para superarlas. Es el caso de los parados y los pensionistas, dos grupos especialmente vulnerables por sus bajos ingresos al que pertenecen actualmente 405.902 personas en el conjunto de la provincia malagueña.A día de hoy pagamos más por casi todo: por los alimentos -un 2,3% más que hace un año-, por la vivienda (un 7,4%) por el menaje de hogar (un 2%), el transporte (un 9%), las comunicaciones (un 0,3%) y hasta por la enseñanza: 2,2%.Y suma y sigue, porque las tarifas de los suministros básicos -aquellos de los que no se puede prescindir- tampoco dejan de escalar. El pasado mes de julio, sin ir más lejos, los hogares se han topado con nuevos sobresaltos. La última subasta eléctrica truncó la intención del Gobierno de mantener congelados los precios de la luz para lo que queda de año. Presionado por las compañías y por el abultado déficit tarifario, el Ejecutivo ha optado por subir otro 1,5% el recibo de la luz, lo que eleva en 0,5 euros mensuales la tarifa de un consumidor medio. A esto hay que añadir el repunte en los precios de la bombona de butano (5,7%) y del gas natural (5,69%). La primera ha pasado a costar 14,8 euros, 80 céntimos más que el trimestre anterior, mientras que en el caso del gas natural el incremento supondrá 2,37 euros más al mes para un usuario medio.
Unos y otros (pensionistas y parados) suman la friolera de 405.902. Es decir, una cuarta parte (el 25%) de la población total de la provincia, que ronda los 1,6 millones. Demasiadas personas en situación crítica, como alerta el coordinador del Instituto Andaluz de Estudios Financieros ,Ángel Yagüe. «Las continuas subidas de precios empobrecen a los más pobres anulando su posibilidad de ahorro y convirtiendo en un imposible la llegada a fin de mes», asegura al tiempo que recuerda que no solo ellos sufren sus estragos. «Hay miles de empleados con los salarios congelados que también están padeciendo esta escalada», precisa.
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Pues todavía quedan cortos de luces que cuando se critican a los responsables de estos desmanes se enfadan, con ese 3% de menos que cobramos de media los jubilados y pensionistas a una media de 850€ en las 14 pagas anuales hemos dejado de percibir nada más y nada menos que unos 350€ al año, claro para todos los chupócteros adosados al poder, eso no lo sienten porque su sueldo ya les llega sobradamente al final del mes y sin tener que poner la reductora, les llega sobrao.
Saludos Panzones.

Lo que son las cosas: el papel de los "chupópteros", aunque no sean santos de mi devoción, lo entiendo: ellos halagan la mano que les tira las migajas - aunque a veces son migajas de pata negra-. ¿Pero y el de los "convencidos de toda la vida"?... (A todo esto, convencidos ¿desde cuándo?; porque aquí nos conocemos más o menos todos los que tenemos una cierta edad). ¿Esos lamen manos gratis, sin esperar nada a cambio? Eso ya es más difícil de creer. Y más en este pais.

Y no me vayan a salir ahora con el binomio izquierda-derecha, que la yenka hace más de 40 años que sonaba y estaba de moda. Claro que también es cierto que para estos, dadas sus cortas entendederas, "no hay más opciones". ¡Y un huevo-pato...!

En fin, corrección política. Ganas de ponerle motes a la realidad, cuando ésta supera los peores augurios. "Black is black", como ruina es a ruina.

Hombre, tampoco es para ponerse así. Hay pensionistas a los que las cosas les van muy bien, y si no preguntales a los que han metido de tapadillo en los ERES.
Saludos
Sierra

Pues qué quieres que te diga... De entrada, no los envidio, ni quisiera encontrarme en sus pellejos; entra dentro de los posible que acabaran todos -beneficiarios y beneficiados- en el trullo, y teniendo que devolver la mayor parte de lo cobrado (legalmente, de acuerdo; pero también injustamente)...
Esto no ha hecho más que empezar.
Un saludo.