Riogordo - Malaga

Editorial de El Imparcial.-

Los políticos están tirando la casa por la ventana. Carteles, publicaciones, soflamas, incesante correo, publicidad en Prensa, radio, televisión, internet, viajes continuos, copiosos banquetes, regalos por doquier, todo, todo vale para arañar votos. Y, por encima de la parafernalia del gasto y el derroche, los mítines en plazas de toros y locales gigantescos con pantallas de grandes dimensiones y megafonía de cantante pop de éxito. Una locura. El ciudadano medio se pregunta: ¿Cuánto está costando todo esto en época de aguda crisis?

Pero no es esa la pregunta importante porque, si los gastos de los partidos en la campaña electoral se pagaran con las cuotas de los afiliados, allá cada uno con su dinero. El problema es que más del 90% de lo que derrochan los partidos proviene de subvenciones directas o indirectas de las tres administraciones. Es decir, dinero público aportado a través de los impuestos por todos los ciudadanos. Un escarnio.

La vanidad de los políticos, por consiguiente, se paga con nuestro dinero. El derroche, el despilfarro electoral, se sufraga al 90% con los impuestos con que el Estado sangra a los contribuyentes. Estamos ante el espectáculo del cinismo y la desvergüenza. La clase política debería ser la solución para los problemas de España y se ha convertido en uno de los tres más grandes problemas que atosigan a los españoles. El ciudadano ya no es un pardillo al que se le puede mentir y engañar. Sabe muy bien que muchos de los políticos que le piden el voto son unos aprovechados del dinero público.

Totalmente de acuerdo. Pero aún quedan bastantes pardillos que viven engañados (se ve que el lavado de cerebro que en su tiempo les hicieron, funcionó y sigue funcionando). Aún quedan -y por lo visto su número no es desdeñable- auténticos partidistas a ultranza, al más genuino estilo "talibán", que se niegan a ver que esos supuestos "líderes" tan inútiles como nefastos, se han convertido en un problema para el pais; que hace años que dejaron de ser lo que se llama Padres de la Patria, que intentaban resolver los problemas de todos los paisanos (al menos lo intentaban), para simplemente pasar a vivir del presupuesto nacional lo mejor posible...

A nadie voy a nombrar, pero haced un repaso mental por la actual ganadería política; rebuscad en su preparación personal y humana; intentad encontrarles sus méritos; enteráos de en qué trabajaban antes (os sorprenderéis, seguro)... y veréis qué futuro les espera una vez que se les acabe el negocio que manejan actualmente.

De ahí parte todo el problema: auténticos inútiles, posiblemente los últimos de sus respectivas clases en el colegio, que se han cogido con manos y pies al tren de la política, y que saben que cuando se les pase su tiempo a ver de qué van a vivir... Por eso hacen lo que sea para aferrarse a sus cargos, le vaya al pais como le vaya. ¡Ese es el problema! ("sus" problemas)...

Ese es el motivo por el que intentan estirar el chicle los maximo posible y llegar al menos hasta marzo proximo, por eso es facil explicarse la nueva ofensiba de Rub al Kaaba con las multas, la subida imparable de gasolina y gasoil de la que bastante mas del 50% son impuestos,y un largo suma y sigue, para que la mayoría de ellos se quede comodamente instalado si cambian las tornas, como parece que va a suceder. Mientras tanto, los ultimos de fila estan dispuestos a cualquier cosa por defender a sus líderes, porque a ellos sí que se les pueden poner las cosas feas.A ZP, Rubalcaba, Bono, Chaves, etc no les va a faltar para comer, lo malo es que tengan que comer lo que les sirvan en Carabanchel, como podría o debería ocurrir si este fuese un pais como los demás. Al maximo dirigente del Fondo Monetario Internacional y casualmente socialista, le han metido en la perrera por menos. ¿Que trendrá esta gente en sus genes?
Saludos
Sierra

Para responder a la pregunta de "qué tendrán en sus genes", no hay que ser médico; la respuesta no está íntimamente relacionada con la Medicina, pero sí con la Biología:

Éstos arrastran un hambre atrasada de siglos, como la mayoría de los españoles; pero a diferencia de ellos, la mayoría hemos aprendido a comer con orden. Bien porque no hayamos pasado tanta hambre, bien porque nos hemos acostumbrado a vivir de lo que ganamos. Y ese no es su caso: pocos serán los que hayan tenido que doblar la bisagra para comer, además de llevar treinta años pegados al poder y rondándolo. Eso les ha supuesto acostumbrarse a un tren de vida que nunca hasta entonces habían soñado ni se habían planteado. Y como ese plan de vida es caro, todo el dinero, lujos y detalles se les antoja poco. Máxime, cuando lo primero que se aprende es que "ningún cargo electo es para siempre"...

Es decir y resumiendo: que es muy lógico, normal y humano "ser o hacerse de pensamiento izquierdista -no digamos ya ultraizquierdista-" cuando no se tiene donde caerse muerto. Pero en cuanto la costumbre es comer dos o tres veces al día, todos los días del mes, esa mentalidad tiende a volverse más conservadora, a medida que se ocupa un escaño más alto en la sociedad.

Creo que me he explicado con claridad (¿o no me se entiende...?)

Se te entiende perfectamente Zs, la practica de "hacer lo que yo os diga pero no lo que yo haga", que siempre se les atribuido a los curas, la han auto acuñado los políticos al igual de "una cosa es predicar y otra dar trigo", eso lo están llevando a rajatabla con el descaro y la hipocresía mas grande del mundo, sobre todo los que tanto la criticaron.
Tradicionalmente las religiones les han servido a los poderes públicos para tener en cierto modo dominada a la mayoría de la población apelando a su bondad e indulgencia, pero ahora esa misión la han recogido los propios partidos políticos con el propósito de to tener que depender de nadie ni tener que estar hipotecados por los múltiples favores recibidos en esos campos, llevamos años viendo como se debaten la Iglesia Católica y el Estado para recibir la parte proporcional del IRPF de los contribuyentes para ayudas y obras sociales, tanto es así que han llegado a un tentempié del reparto al 50% de los que no lo especifican los propios declarantes, por todo ello yo ya hace muchos años que no le suelo poner oídos a ciertas manifestaciones de unos y otros, para mi "obras son amores y no buenas razones", lo demás me sobra.
Saludos Panzones.