Riogordo - Malaga

La tendencia a criticar, cuando no a magnificar, los defectos de los demás y negar los propios, o quitarles importancia, es una actitud inveterada entre los humanos. Francamente criticable, ha dado lugar a proverbios y fábulas en las más variadas culturas. Una de las expresiones más universales es la utilizada por el mismo Jesús en el célebre Sermón de la Montaña. En el pasaje del Evangelio de san Mateo (c. 7), tras desgranar las Bienaventuranzas, sigue con una serie de “declaraciones” en que se recogen las principales novedades de su doctrina respecto a la “ley antigua”. Una de ellas empieza así: “No juzguéis y no seréis juzgados... ¿Cómo ves la paja en el ojo de tu hermano y no ves la viga en el tuyo?. ¿O cómo osas decir a tu hermano: deja que te quite la paja del ojo, teniendo tú una viga en el tuyo?. Hipócrita: quita primero la viga de tu ojo y entonces verás de quitar la paja del ojo de tu hermano...”. El contraste entre la pequeñez de la paja frente a la robustez de la viga es de una expresividad hiperbólica y reiterativa muy propia de la narrativa popular.

Cierta vez le preguntaron al cardenal Richelieu "si creía valer mucho"... Su respuesta fue: -"Poco cuando me considero; pero mucho cuando me comparo".

Aviso que la frase es de Richelieu, no mía...

+Sin que sirva de precedente
Los patos pueden hacer de todo aunque a medias. Aves que vuelan ¡pero cómo vuelan! Corren cual ellos mismos. Y ¿les habéis visto nadar? Pues eso, yo como los patos pero ¡sin que sirva de precedente!