Riogordo - Malaga

Hay que tener muy poco "los pies en la tierra", para no estar de acuerdo con la Prisión Permanente Revisable:
Después de tantos años entonteciendo a la ciudadanía con la falacia -impresentable, indigna y totalmente falsa de ética y lógica- de la "corrección política", han logrado -casi- que parezca que "todo el monte es orégano". Que cualquiera que se ponga semejante "careta", es tan guay y "progresista", que quien ose contradecirles es (literalmente) un "facha, retrógrado, despreciable, que no está en el mundo real". Es decir, todo lo contrario a la realidad verdadera.
Hasta tal extremo se han tragado (y asimilado) sus supercherías, que se han creido en posesión de la verdad absoluta...
¡Pues no, señor! ¡Falso por completo!: el mundo es como es; y no es lo mismo matar a alguien "por accidente", en un momento de acaloramiento incontrolado (que no incontrolable), que ser un asesino sin sentimientos ni escrúpulos, a quien le importa un pito la vida ajena, hasta el punto de matar por sistema después de abusar (en todos los sentidos) de sus víctimas. Y sin el menor atisbo de remordimiento. Semejante escoria, no merece respeto alguno, porque según demuestra la experiencia, en cuanto salen a la calle, se dedican a hacer "lo de siempre"; lo único que saben hacer: abusar y matar sin conciencia.

¡Para esos elementos, precisamente, es la "prisión permanente revisable"! Cuantos más años encerrados, mayor tranquilidad para la sociedad. Porque no tienen remedio. Porque son unos elementos irrecuperables. Que ya está bien de pamplinas, caras circunspectas y gilipolleces varias al uso.