Riogordo - Malaga

La "Era internauta" es lo aque tiene: que lo mismo se pueden servir de ella, que recibir en su contra. Aunque posteriormente renieguen "con la boca chica", eso sí:

De poco sirve renegar con la boca chica, cuando se abre la bocaza bien grande ante lo totalmente indefendible:

Pero para mamarrachos, el "andaluz trasplantado". Hasta su propio apellido le califica a la perfección; si acaso, le falta el de "esperpento":

Desde luego, está visto que "cada mono tiene su jaula apropiada". A semejante tipeja me gustaría ver por aquí abajo. A la primera de cambio, se le acababan todas las tonterías. Y del tirón:

Se quedaron cortos. Llamar a este tipejo (cuyo apellido lo retrata fielmente) sólo "soplagaitas· -si escribo la palabra no me lo permiten-, no es un insulto: es una mera descripción. Sí, se quedaron cortos... demostrando con eso tener más clase, educación, buenos modales y educación ciudadana que él. ¡Pero como de aquí a la luna y volver!... Si (como en este caso) se ladra, muerde y escupe odio sin motivo, llamarle sólo eso es dejarlo no a medias, sino en "preescolar" de la política:

Que aprenda el "iletrado diplomado" a decir las cosas con mesura, a la vez que firmemente y dando en la diana... sin necesidad de insultar:

Y el siguiente, para mañana mismo:

A veces me hago la pregunta de si este incontinente verborréico tendría loslos "palmeros gansteriles" que siempre le acompañan. Porque hacerse el "machote" cuando tienes las espaldas cubiertas (como hacerlo desde el anonimato de internet), es muy fácil; pero no tiene mérito ninguno:

Hé aquí un ejemplo paradigmático de elemento atacado de estupidez supina y egocentrismo ilinmitado, que (como siempre) pregunta sólo por oirse sus propias chorradas, no para que le contesten. ¡Gracias, fenómeno emigratorio, que nos libraste de semejante elemento por aquí abajo (del mapa)!...

Según la frase atribuida a Les Luthiers, "ningún tonto se queja de serlo; no les debe ir tan mal". Y en este caso, desde luego, nada mal, ya que cobra por "hacer bulto y montar su numerito" (de payaso "malapipa").
Y en otra frase que oí ayer mismo (aclaro que por desgracia no es mía), "para leer necesito gafas; pero a los tontos gilipuertas los distingo perfectamente, y los veo venir, desde más de 10 kilómetros" :

Los atacados de imbecilidad aguda, deshumanización y faltos de sentimientos, ya "descansarán en paz"... ¡Y una leche!; los hijos de siete padres y catorce aspirantes (sus mamás aparte) nunca van a descansar... a no ser que se pongan de alcohol y drogas hasta más arriba del círculo capilar. Han nacido para dar pol saco y siempre "cumplen". Por desgracia:

Efectivamente: mamarrachos, cenutriadas... y otras sinvergonzonerías:

... Es que la cosa se las trae...

¡Por fín!... Ya era hora de que alguien "pusiera a caldo" a tanto gilimastuerzo de la puñeta...

Pero hay más "gilimastuerzos" (muchos más. Muchísimos más). Eso sí, todos "políticamente correctos" (impecablemente "correctos"). Los tontos útiles de cualquier "movimiento social". Analicemos a los llamados "buenistas" y lo entenderemos a la perfección:

Tiene guasa la cosa... Desde luego, estoy totalmente a favor de que "quien la haga, la pague". ¡Pero siempre... y en todo! Y sin pretender mezclar no digo ya churras con merinas -al fin y al cabo todas son ovejas-, sino elefantes con conejos, tanto hablar de "chorizadas de la clase política (y sus muy allegados)", que sí, ya digo; pero ¿y de "ciertas subvenciones", que también pagamos todos (los que pagamos impuestos y no cobramos en "b")? ¿Esto no es "choriceo", acaso, aunque subvencionado por los distintos gobiernos (nacional, regionales, provinciales, locales y mediopensionistas)?...

Hay que ver qué fácil es comerles el coco para llevárselos al terreno que se quiera, a todos los "tan sobrados de tiempo libre, como faltos de formación (humana y política)". Les pones un trapo de colorines por delante y es para ellos el becerro de oro. Que todo es una burda mentira, ya lo sabemos; pero ellos la negarán contra todo viento y marea:

Mmamarracho y cenutrios (por miles) que han perdido su "ubicación real". El caso es mezclar churras, merinas, lagartos y elefantes:

Tan mala (pésima) es la inactividad, como la adhesión inquebrantable. Tan culpables son los unos como los otros. Es más, considero la inactividad -el pretender quedarse al margen- más cobarde aún que el chicharreo indecente contínuo: