Riogordo - Malaga

Distintas versiones de una canción: "la Huanchaqueña":

Esta versión de "los Chalchas" y el bandoneón de Dino Saluzzi, es toda una obra maestra. Pero la de "los Fronterizos" tampoco está mal; y tiene un aire más alegre:

Esta chacarera, interpretada por "los Cantores del Alba", es todo un ejemplo de humor negro pero simpático. Comienza con los primeros compases de la "marcha fúnebre", de Chopín, para acto seguido coger aire festivo, aunque en fúnebre. Su título, "la Macabra"; y la letra dice el por qué:

"El día que yo me muera, que nadie me haga velorio"... Así comienza la "chacarera del finado". En este caso, interpretada por "los Chalchas":

Ya que estamos de feria por partida doble (en el pueblo y en la capital), aquí va esta chacarera, a cargo de "los Chalchas". Y aviso que es sólo una pieza con humor, sin más intención; que luego algunos o algunas pretenda recurrir a lo "políticamente correcto", será su problerma, en todo caso... Porque los primeros que deberían aplicar la "corrección política" son los mismos políticos; y como vemos, no es el caso:

Y hablando de la feria... cuidadito más de uno, que "el olorcito" solo no marea, pero si se ingiere, ya es distinto:

¡Menudo casamiento...! No se salvaba nadie:

Creo que quien más, quien menos, todos habréis estado en el "Ikea". Y os habrá pasado, pizca más o menos, como a todos: auténticas chorradas para comprar... y hasta bazofias para comer; que en Escandinavia comen unas cosas "mú" raras, no aptas para paladares mediterráneos civilizados.
A este también le pasó. Y acabó hasta el "moño" del Ikea y de la novia:

Esta es una de tantas historias de "ligones", que no son sino meros "pringaos". ¡A montones, oigan...!

Simplemente por reir un rato corto:

Para canto con humor, el de Omar Moreno Palacios, de la Provincia de Buenos Aires él...

También tiene su gracia esta chacarera de Alfredo Ábalos:

Encuentro, tras hacer ya años que la escuché, esta milonga de Oscar del Cerro ("Escuela de Baile"), que es para mondarse de risa. En esta milonga cuenta lo que tuvo que hacer, y no fue poco, para aprender a bailar. Y para peor, se equivocó de academia de baile:

Sí, "humor cantado"... y con mucha "retranca". Quién no conoce a alguien con esa capacidad de "güevoneo"... Que luego le salga bien la jugada -o no-, ese ya es otro cantar:

Leche, que esta milonga no parece más que un retrato fiel de toda la "casta política"; de la vieja, y sobre todo, de la nueva:

¡Menudo viajecito en tren...! Y todo, porque se vio obligado, al no enontrar caballo de alquiler:

¿Alguien se acuerda ya de aquellos "salchichones caseros", los que se hacían en las "matanzas"?...

Más que cantado, "recitado con acompañamiento de guitarra". Son las "paradojas de la vida"; y a ver quién se va a atrever a desmentirlas...

Grande (enorme) Emilio "el Moro". Aquí, con el episodio de "la caena de oro"