Riogordo - Malaga

Entrando la primavera, no falla, en seguida llega la Semana Santa. El tema de que trata este video, la verdad sea dicha, en este pueblo no nos afecta; porque aunque haya mogollón de gente -sobre todo los Viernes Santos-, no hay estrechuras ni peligro de aplastamiento. Pero la cosa cambia si, por ejemplo, se va el Jueves Santo a ver el desfile de la Legión (y no digamos ya el desembarco)... con un carrito de niño:

Y si no cabe un "paso de palio" (y el carrito de niño), menos aún un "trono" malagueño; "o es que madres y padres con carrito van a saber más de itinerarios que capataces de trono... ¡Que no, ea...!

Bien, y ahora, tras estos momentos de "verdad con guasa y gracia", un homenaje sentido y serio a todos cuantos vemos en este reportaje de el Paso y ya nos dejaron. ¡Qué pedazos de actores (primeros y secundarios)...! ¿Y aquel paisaje de entonces...? No, definitivamente, el Paso ya nunca será lo mismo sin ellos. Mejorará, eso sí, en la cuestión técnica y material, pero no el la parte humana...

Una marcha para estas fechas. No sé si alguien en el pueblo la habrá oido (es posible). Hé aquí cómo al "Perdóname" del Dúo Dinámico se le puede dar un sentido distinto, titulándolo "Perdóname, Señor". El arte, una vez más, no tiene fronteras:

Pues sí, ya estamos en plena Semana Santa. Y con un tiempo inmejorable, además; qué más se puede pedir...
Buscando (huroneando, más bien) por las intrincadas y extensas sendas de internet, hace años ya que me encontré con esta especie de tesoro oculto: el Señor de los Milagros, de Lima. Que casualmente, es un crucificado (aunque en pintura), lo mismo que el del pueblo. Pero a diferencia del de aquí, éste tiene himno propio, con música y letra. Aquí lo subo, por si alguien de la Hermandad riogordeña tuviera interés en adoptarlo; sólo habría que cambiar un poco la letra y donde dice "nuestro Perú", darle el cambiazo de "Nuestra Nación" o "la Población".
A ver si cuaja.
De nada:

Para hoy, Viernes Santo, esta marcha titulada "El Mártir del Gólgota":

Profundas, conmovedoras y sencillas, estas "Décimas al Señor de los Milagros", de Nicomedes Santa Cruz:

Hoy, Domingo de Resurrección, acaba esta Semana Santa 2015. Y aunque haya tocado trabajar, ello no ha sido óbice para poder disfrutar de algunos momentos señeros de la misma.
En el pueblo, pudimos contemplar algo del Vía Crucis; y la última salida del Viernes Santo por la noche, ya en el pueblo de nuevo. Especialmente a ello voy:
Lo primero que se notó es que, en contra de lo debería haber sido, no fue "un desfile procesional" (único, con tres tronos), sino más bien tres tronos haciendo una procesión por separado. Estaba ya la Hermandad de los Milagros completa a la Vera del Río, y N.P. Jesús Nazareno empezaba a encaminar la bajada de la Calle de la Aroga. Imagino que muy a continuación vendría la Dolorosa (no esperamos a verla porque la vimos salir de la Iglesia)... Total, tres microprocesiones en vez de una macroprocesión.

Un detalle que "chirría" en la Noche del Viernes Santo (y esto desde que se repusieron las representaciones de el Paso), son los dos tronos del Cristo... cuando se supone que lleva ya varias horas muerto y enterrado. Sé (soy consciente de ello) que a muchos hermanos de dichas Hermandades no les va a gustar, pero es realmente una incongruencia. Esa noche sólo estaría justificada la salida de un Cristo (en cualquiera de sus advocaciones) si éste fuera yacente: es decir, un Sepulcro o un Santo Entierro. No sé si me explico...

Bueno, a lo largo del año seguiremos tocando este tema; y espero que se llegue a una acuerdo, del que resulte una solución adecuada y satisfactoria.

Y como todos los Jueves Santos, en la Capital tiene lugar el Traslado del Cristo de la Buena Muerte (Mena). Una ceremonia contra la que muchos (creo que cada año menos) manifiestan estar. "No entiendo qué tiene que ver el Ejército en las procesiones". -"Leche, pues mantente al margen y no porculices tanto. Yo tampoco entiendo ni comparto muchas cosas; así que evito estar donde suceden, pero no me dedico a dar la tabarra" a nadie. Eso es el respeto bien entendido; la libertad bien entendida: termina la mía donde empieza la del vecino, y punto.