Riogordo - Malaga

Creo que ya, a estas alturas, la mayoría de habitantes, de ciudadanos, de personas, (¡de gente!, en resumen) que vivimos y somos nativos y naturales de este pais, hemos dejado de hacernos la pregunta del millón; esa pregunta que nació desde que nuestro régimen democrático empezó a dar vueltas como una noria (que no es precisamente "avanzar"). Ya ni nos preguntamos "pero en qué pais vivimos"; o tantas otras por el estilo, que se nos ocurrían cuando algo chirriaba en el sistema. Como cada vez que nos daba un ataque de lucidez ante una salida de tono, una burrada... o uno de tantos cientos de asesinatos llevados a cabo por los de siempre, en todos los casos "vecinos del Sistema Central para arriba"; cuando caimos en la cuenta de que en España más de dos muertos salen gratis (por muy lamentable, bochornoso, indigno e inhumano que sea, esto es así de cierto; así que sólo los que no quieren verlo no estarán de acuerdo).

Pero ya empezamos no a hacernos estas preguntas, sino a dar con algunas respuestas. Nos ha costado asimilar, por ser de mente "lógica y sensata", tanta astracanada, pantomima y simulacro de normalidad institucional, que nos movería a la carcajada, de no ser porque nos inunda un sentimiento "raro", claramente de vergüenza ajena.

Ahora las nuevas preguntas que nos hacemos la gran mayoría son de este calibre y talante. Como por ejemplo:

¿Es lógico un sistema democrático en el cual alguien, por muy legitimado que se crea "por haber salido su nombre elegido en las urnas", tome posesión de un cargo público de la mayor relevancia (y responsabilidad) sin al menos "jurar o prometer" acatar la Constitución vigente sin subterfugios ni malas mañas, con fórmulas fabricadas exprofeso para burlas nuestro sistema constitucional?.
O esta otra: Si las antes llamadas "regiones" (¡qué palabra más bonita, digna e importante!), ahora son "comunidades autónomas" por obra y gracia de la misma Constitución, que les otorga cierta autonomía administratriva y validez (e importancia) institucional, ¿por qué se empeñan en algunas de ellas en ir en contra de esa misma Constitución, haciendo como la víbora del cuento, "que le picó a la mano que les daba de comer"?
Más aún: ¿Por qué el Gobierno Central nunca, en ningún momento, durante estos treinta y tantos años (casi cuarenta ya) ha tenido el valor de emplear contra las "cabezas visibles" de dichos motines, sediciosos y traidores al pais en general confesos y convencidos, de aplicar las normas restrictivas que marca la tan nombrada Constitución -Ley de Leyes- al respecto?
Y para terminar por ahora: ¿Por qué se vuelve a hablar (de nuevo), con machacona insistencia, de "federalismo"? ¿Qué esperan de dicho federalismo los que tanto ardor lo pregonan ¿Más libertades? ¿Mayor grado de autonomía... o que se les permita hacer lo que les venga en gana, desgajando al pais en parcelitas modestas, con más ínfulas y sueños de grandeza de las que ahora "gozan" (ellos sí)?

En fín preguntas, preguntas, elucubraciones y suposiciones para una incongruencia tras otra, a cada cual más estúpida y sin sentido práctico alguno... amén de nocivo para la convivencia.

¿No pedían algunos aquí un foro de debate? Es de sospechar que lo que pretendían en realidad era un foro de su propia opinión... Pues bien, aquí hay un debate en serio, analizando la situación de desastre en que han convertido la Junta de Andalucía.
Es de hace dos años ya, pero en vista de que la cosa ha ido a peor, tiene la misma validez que cuando se hizo este debate:

Otra incongruencia, en este caso urbanística. La maraña del caso del tristemente famoso -por lo penoso, ya que el daño, pase lo que pase, ya está hecho- hotel "El Algarrobico". Un repaso a toda esta maraña de despropósitos:

¿Esquizofrenia, bipolarismo, o "algo -mucho- más"? (en este caso, del Psoe andaluz):

Ya se sabe que "hecha la ley, hecha la trampa". ¿Por qué los ciudadanos normales y corrientes (la gran mayoría), los que no tenemos preferencias por ningún partido (ni sindicato "mayoritario") tenemos que costear los "gastos suntuosos" de partidos y sindicatos?

Ahora se habla algo de la "Ley de Transparencia"... Siempre me he preguntado si habrá en el mundo un pais con más leyes (escritas, además) que España... Y eso también que sirvan para menos.
Hace un tiempo, alguien me preguntó en el ayuntamiento (de aquí, de Riogordo) "qué -o quién- haría falta para arreglar este pais"... Mi respuesta, como no podía ser de otra forma, fue que "sólo bastaría con recuperar la vergüenza". Aquella vergüenza que siempre tuvimos, que se perdió, por desgracia, cuando se hizo la transición política; cuando se cambió un régimen por otro. Como se perdió la dignidad (como pais y como pueblo).

Analicemos el descontrol, con el que tantos están de acuerdo, mientras a otros se nos caen los palos del sombraho.
¿Pero tan difícil es hacer que todo el mundo -empezando por las diferentes administraciones públicas- vaya como tiene que ir?... Lo dicho: hay que recuperar la vergüenza. Es urgente.

El siguiente video, aunque referido al caso de Andalucía, es aplicable a España entera; y a los que "quieren dejar de ser españoles" (¡tócate los cataplines!: como si por desearlo simplemente, se pudiera borrar la idiosincrasia de "ser español", cuando se tienen todos los defectos inherentes, pero careciendo totalmente de cualquier tipo de virtud característica), a ésos más que a ningún otro.
Aquí explican que la Política -con mayúscula- y el partidismo ciego y cerril (ya se trate de jueces o de meros ciudadanos) está reñida con la Justicia y el sentido común:

Este video es hace un año y medio, más o menos...

Copio textualmente de la wikipedia:
"Oriol Junqueras (Barcelona, 11 de Abril de 1969) es un historiador, profesor y político español, actual presidente de Esquerra Republicana de Catalunya. Está licenciado en Historia Moderna y Contemporánea y doctorado en Historia del Pensamiento Económico por la UAB."
Ese detallito de la UAB me ha llamado la atención; así que buscando más datos, he sabido que es la Universidad Autónoma de Barcelona... que también imparte grados on-line (por internet, para enterarnos).

Bien, con estos antecedentes, un tipo tan estudiado... no sé; cómo puede caer en un ridículo tras otro, hasta llegar al patetismo llorica del otro día:


Pues macho, si "sabes lo importante que es la pérdida de tiempo", por qué llevas perdiéndolo desde el 2011... en vez de trabajar en serio para solucionar los problemas reales de Cataluña en general y de tu pueblo en particular, "Señor Alcalde". Menos llantinas y más efectividad.

Pienso que los "lloros verdaderos", aún no han comenzado. Por si acaso, yo tengo preparada mi sábana

Esto ya no hay quien lo entienda... Bueno, digamos que esto "no lo entiende nadie que tenga el mínimo sentido común, que tenga dos dedos de frente y, sobre todo, que no esté mediatizado y condicionado por ningún grupo, partido o asociación rara, que persiga unos fines claramente inconstitucionales e ilegales".
Cuando se oye a un juez como este, tendencioso (al menos en el sentido de "separatista") y discriminatorio, miedo da pensar que algún día pudiera depender nuestra libertad -no digamos ya nuestra propia vida- de tipos así, de esta calaña y pelaje:

Vamos a intentar ser un poquito coherentes; las cifras no engañan:
-750 jueces actuando en Cataluña. De entre estos, sólo
-35 han firmado un "Manifiesto por el Derecho a Decidir". Bien, sigamos: ¿Esto significa que todos y cada uno de los restantes
-715 jueces son -no como esta exigua minoría de sectarios los llama "anticatalanistas", sino -"antiseparatistas"? ¿Todos han llegado desde otros puntos de España?
Más aún (o entonces): ¿Tan pocos catalanes han habido capaces de aprobar unas oposiciones a la Judicatura?...

No sé, pero esto a huele a trampa ventajista que apesta, a la legua.
Al final, como siempre: una minoría vocinglera y atorrante, por mucho que se echen a ocupar las calles, pretenden sojuzgar a una gran mayoría silenciosa. Una vez más.
Por cierto: ¿Este "juez" será "de carrera", por oposiciones, o de aquellos llamdos "de libre designación"? Porque de los primeros, me extrañaría...

Aclarando ciertas tonterías:
Primero, la estupidez -eso sí, muy "políticamente correcta"-; a cargo, como no podía ser de otra forma, por una diputada muy "políticamente correcta":

Ahora, la mesura, el talento y la verdad histórica. La verdad "de verdad"; no la falsa y mal parendida: