Riogordo - Malaga

Que el día de hoy es un día histórico, nadie va a dudarlo a estas alturas. Para la Historia va a quedar, pese a quienes les pese, la abdicación de Juan Carlos I.
Este hecho se veía venir, aunque cierto que sólo por los que "estaban en el ajo"; el resto, también hay que decirlo, no lo esperábamos de un momento a otro (al menos tan cercano como en el día de hoy)... Pero bueno, ahí está el hecho. Que, por cierto, sólo se ha notado en la duración de los informativos. Pero, en contra de lo que ciertos agoreros de mal fario esperaban, nada de "revoluciones internas en el pais", nada de "revolverse los cimientos del Estado", ni nada fuera de tono: La noticia del día y nada más. La sucesión está prevista con total normalidad (como a no dudar se hará) y es de esperar que ninguna "catástrofe" -natural o provocada- ocurra.

Hoy ha sido día de enumeración, por los realmente entendidos, los incontables méritos que el monarca cuenta en su haber... que han sido muchos y muy meritorios. Hasta ahí, todo normal (dentro de lo que cabe, claro).


No obstante, también hay que reseñar las salidas de tono y meteduras de pata de dos de las minorías "que tienen una jauría de gatos en las tripas" y siempre están a la espera de la caida de la Casa Real.
El primero, por orden de aparición en los noticiarios que he visto personalmente, ha sido el "iluminado" Pablo Iglesias; el próximo futuro eurodiputado, que ha exigido -o poco menos- "un referéndum sobre la supresión de la Monarquía Constitucional" (parodiando el refrán, "si quieres conocer a Pablito, dale un carguito"). Con apenas 8 escaños en sus filas (y sólo a nivel europeo), ya muestra ínfulas de "futuro Padre de la Patria". ¿A alguien le puede extrañar?...

En cuanto a la salida de pata de banco del segundo, Cayo Lara, Coordinador General del conglomerado de siglas y grupúsculos recogidos y agrupados en Izquierda Unida, aunque no han extrañado a nadie sus manifestaciones, al hacerlas públicas se ha mostrado como lo que es en realidad -y no como quisiera que se le viera: un gran estadista-: "al fin veo cumplido mi gran sueño, que he tenido desde siempre: la caida de la Monarquía, lo que llevará a España a la República"... Lo que sumado a sus manifestaciones en 2009, cuando al ser preguntado sobre su parecer sobre la muerte de Sabino Fernández Campo, no se cortó un pelo al contestar que "No sabía de su importancia histórica, porque en aquellos años su única ocupación y preocupación consistía en recoger aceitunas en su pueblo. Pero de todas formas, aquello le cogía muy de lejos".

Menos mal que, aunque bastante vocingleros e incordiantes, estos grupos y otros más son aún bastante minoritarios. Esperemos que el tema no vaya en aumento ni prospere, porque esta gente lo que pretenden en realidad es implantar una República Bananera (llámesele castrista o bolivariana), donde lo guay es ser pobres todos, y los ricos sólo están ahí para quitarlos de enmedio.

Pero en fín, el tema no ha hecho más que empezar. Ojalá no haya que oir muchas más impertinencias y "boutades" por el estilo en las próximas jornadas.

Harto ya de sandeces, simplezas bobaliconas, eslóganes estereotipados y rancios destilados con toda la mala baba posible, copio el siguiente párrafo. En él describe Pérez Galdos (Don Benito) las sesiones parlamentarias de la I República, tan añorada por algunos que ni la pudieron conocer, ni seguramente han estudiado aquella época. Reza lo siguiente:

"Las sesiones de las constituyentes me atraían, y las más de las tardes las pasaba en la tribuna de la prensa, entretenido con el espectáculo de indescriptible confusión que daban los Padres de la Patria. El individualismo sin freno, el flujo y reflujo de opiniones, desde las más sesudas a las más extravagantes, y la funesta espontaneidad de tantos oradores, enloquecían al espectador e imposibilitaban las funciones históricas. Días y noches transcurrieron sin que las Cortes dilucidaran en qué forma se había de nombrar Ministerio: si los Ministros debían ser elegidos separadamente por el voto de cada diputado, o si era más conveniente autorizar a Figueras o a Pí para presentar la lista del nuevo Gobierno. Acordados y desechados fueron todos los sistemas. Era un juego pueril, que causaría risa si no nos moviese a grandísima pena."

Lo realmente histórico es que presidiendo un Consejo de Ministros, harto de debates estériles, llegó Estanislao Figueras (Presidente en funciones de la República), a gritar en catalán: -"Señores, ya no aguanto más. Voy a serles franco: ¡Estoy hasta los mismísimos coj... de todos nosotros!".

El 10 de junio Figueras, harto de todo y de todos, presa del pánico (tenía motivos fundados para esperar un atentado contra su persona), huyó a Francia. Dejó disimuladamente su dimisión en el despacho de la Presidencia; se dio un paso por el Parque del Retiro y, sin decir una palabra a nadie, tomó el primer tren que salió de la estación de Atocha. No se bajó del mismo hasta llegar a París.

Esto fue durante la I República Española, la "Regionalista Federal", que derivó en el cantonalismo más disgregador y separatista, desembocando en una cascada de sangre... española.

De la II, para qué hablar, si costó aún más vidas que la anterior.. y mucho antes del golpe de estado militar (tres o cuatro años, al menos).

Se me hace interminable la llegada del día 19, a ver si por fin los vocingleros e idealistas se hartan, se bajan de las nubes y se dedican a hablar para resolver los problemas gravísimos que tenemos. A ver si por fin ponen el pie en la tierra, que falta nos está haciendo a nosotros y al pais..

Ya queda menos para el día 19. Mientras tanto, en el Congreso, "los de siempre" (19 Noes y 23 Abstenciones, es decir 42 diputados) se han limitado a hacer lo que saben: "liarla, liarla y volverla a liar". A falta de razones, ruido. Como oí decir ayer mismo, nada más terminar la sesión, "mucho ruido y pocos argumentos". Pero salidas de tono, faltas de respeto, payasadas sin gracia y con muy mala baba, victimismo falso y todo un circo de sinrazones, hubo como para que más de dos millones de votantes se plantearan en serio sus futuros votos.

Al final, triunfó la Razón de Estado frente a la intransigencia más cerril y trasnochada. Hasta tal punto que algún republicano convencido llegó a decir -con todo su pesar- que "es difícil ser republicano en España sin sentirse tonto"...
Pero 42 votos son demasiado pocos, cierto es, frente a los 299 del SI.
No obstante, y como diría cualquier paisano de antaño, estos son especialistas en "sostenella y no enmendalla". Pero al día de hoy, esto es lo que hay:

Tiene guasa el mocito este: "Concentración importante". "El aparato represor". "Nos han encapsulado, identificado y levantado de la sentada". Pero "Aún así, se ha escuchado la voz del pueblo, que quiere..." ¿Qué, qué "pueblo"? ¿Doscientos concentrados son "el pueblo"? ¿Entonces los 38 millones restantes, qué somos: los "chusmones" y la "morralla"?...
En fín, ya irá madurando el mozo y acabará por bajar de su paraiso virtual (que quiere decir "de mentira")...

Hoy, Y a estas horas que ya tenemos nuevo Rey Constitucional (Felipe VI), bien podemos decir que hemos culminado un -largo- ciclo histórico en España. La Transición hacia la Democracia se ha cerrado (se cerró hace ya bastantes años, aunque algunos no se hayan enterado, tal vez porque no se quieran enterar) y entramos en un nuevo capítulo de la Historia de España, pese a quien pese.

Para los recién llegados al terreno político, idealistas pero con malísima uva, que se limitan a negar sin conocer la Historia recién ocurrida; que se creen que han inventado el mundo y son el centro del mismo, sirva este video para hacerlos caer en la cuenta de la incuestionabilidad de la Historia; y que tanco la vida como el mundo llevan un montón de siglos funcionando... aunque ellos no estuvieran:


En fín, como siempre digo, "al final será para nada", porque ellos seguirán en sus delirios de grandeza (falsos, manipulados y dirigidos hacia todos los demás, que no seamos de su misma cuerda política).
Pero al menos, que no aleguen a su favor la ignorancia de los hechos...

Me encanta Ónega, lo sigo desde la época de Adolfo Suarez (q.p.d.)

Entramos en una nueva situación nacional, a la cual deseo los mejores resultados. Es bueno que empiece a actuar una nueva generación, porque con la mía, sin duda mucho hemos debido equivocarnos para llegar donde hemos llegado y hay cosas que no podemos achacarlas a la crisis mundial, por poner algún ejemplo: el deterioro de ciertos comportamientos actuales, como son la mala educación a veces manifiesta, la pérdida de la escala de valores, el respeto por el ajeno....etc. En fin, a mi nieta le tocará recoger los resultados de lo que ocurra de ahora en adelante, si es que de verdad van a cambiar algunas cosas, aunque también tendrían que cambiar algunos personajes ya un tanto trasnochados.

Saludos. Nívea

Una vez más, tengo que darte la razón. Y quiero hacer constar que no me cuesta en absoluto; no me creas una "crisis de conciencia".
Si algo tengo medio claro, volviendo a la figura de Suárez, es que esos valores, esos principios, aquel respeto hacia los demás, aquel (éste sí) talante pero con talento, aquella educación, ética y urbanidad perdidos, él precisamente no fue culpable en modo alguno. Entre otras razones, porque nunca renunció a sus principios y valores a cambio de un puñado de votos. Tan es así, que incluso no tuvo inconveniente en dimitir de su importante cargo. ¿Cuántos de los de hoy son capaces de tanta grandeza de espíritu? Es más, ¿habrá, existirá hoy alguno así?...

Este mini-reportaje es de hoy mismo. Suerte a Felipe VI, a España y a los españoles:

¿Qué decir ya de este otro "político de talla", que -por hacer un símil- fue al entierro, sin hablarse con los familiares y allegados, a cumplir con el muerto... De un estancado mental en hace más de 100 años, que "siendo el capataz de una parte del cortijo, pretendió segregarlo de la finca para apropiarse de su parcela". Y para colmo, largándole la culpa al amo (a todo el pueblo español), mientras emperrado en sus locuras, "menos él y sus socios, todo el mundo lleva el paso cambiado"...
De ayer mismo:

Lo dicho: "Menos él y sus socios, todo el mundo lleva el paso cambiado"...

"Las verdades del barquero". Por fin un político con el pie en la tierra; lástima que sólo sea concejal...

Está más que demostrado que lo que mal empieza, peor acaba. Esta puede ser la noticia del día: "La Plaza de Toros Monumental, de Barcelona, se podría convertir en la mayor mezquita de Europa".
Los sueños deliroides separatistas podrían llevar a Cataluña, no como pretenden vender Arturo Más y sus secuaces, a un pais autónomo, sino a formar parte de los Emiratos Árabes... Esto ya sería el colmo de la chufla y la rechifla para todo el muindo civilizado. Vean:

Como siempre que todos están al tanto, nadie sabe nada, ningún organismo público, ni la Generalidad, ni el Ayuntamiento de Barcelona... ¡nadie!. Se ve que es más primordial ir en contra de la Constitución.
¿O no será que por estar ya contando con los 220.000 millones y pensar que eso les va a ayudar en su "proyecto macroeconómico de Estado" -catalán, por supuesto- "París bien vale una misa"?...

Estaría bueno que en un futuro no demasiado lejano en la Monumental no se lidiaran toros, sino que fuera escenario de lapidaciones, mutilaciones, latigazos y ahorcamientos, sólo por haber antepuesto la sharia a la Constitución... !Eso sí que sería "salir de Málaga para meterse en Malagón"...

Estas reflexiones escritas no son mías, aunque las asumo plenamente; son de José Antonio Zarzalejos. Y las asumo en toda su plenitud porque aunque no sea licenciado en Sociología, sí tengo ojos para ver, oidos para oir y entendimiento para discernir. Como no tengo compromisos adquiridos con fuerza política, partido, "plataforma" o grupo alguno, soy de pensamiento libre e independiente. Así que mis pensamientos -y también "paridas", por qué no- no vienen marcados por directrices foráneas (ni tampoco locales). Soy de la opinión de que lo que está bien hecho lo está, independientemente de quien lo haga, y lo que no está bien igualmente, lo haga quien lo haga y lo lleve a cabo quien lo lleve.
Así pues, si con alguien me he podido enemistar (son contadísimos los casos), no ha sido por motivos políticos; en todo caso, por no poder ser tenidos ni considerados "personas fiables ni dignas de crédito alguno"... como personas. Esto sí que es mío y lo suscribo hasta las últimas consecuencias.

Para entrar por fin en materia, el señor Zarzalejos, en un artículo suyo titulado "CHARNEGOS Y MAQUETOS. ¿ESPAÑOLES QUE NO QUIEREN SERLO?" (que se puede leer y consultar en Google), tras analizar los principios de estos fenómenos (emigraciones a Cataluña y Vascongadas de otros españoles), acaba con este comentario:

"Resulta difícil creer, y mucho más asumir, que sean los hijos y nietos de charnegos y maquetos los que hagan de serpas a los nacionalismos secesionistas para alcanzar la cumbre de sus programas máximos.
...Hay, claro, vascos -como habrá catalanes- con ocho apellidos autóctonos; pero no son esos ciudadanos los que hacen masa crítica independentista".

Y para comprobar la "fiabilidad moral" de quienes llevan años lanzándoles el señuelo para luchar por esa pretendida utopía de la independencia, valga este video, muy corto pero harto significativo, de lo que "todos piensan":


Así que cuidado, pues.

¡Menuda ganadería...! ¿De verdad que a esto sólo podemos aspirar en este pais?
Como broma ya ha estado bien; pero por mucho cabreo nacional que haya, no justifica cualquier salida de pata de banco:

¿Es que hoy ya se ha implantado el "todo vale" y la falacia indigna de que "el fin justifica los medios"?... ¿Es que ya conceptos como honor, bonhomía, dignidad, integridad, conocimiento y honradez se han desterrado de este pais? Porque si cualquiera que tenga un mínimo de decencia y coherencia moral será llamado "facha"... ¡a mucha honra, carallo!. Siempre será preferible a ser un pelele sin dos dedos de frente... (Pero "sus muertos", por si acaso).

No creo que sea yo el único que tenga comprobada fehacientemente la falta de tangencia de la realidad en la clase política actual. Ni mucho menos. Somos muchos. Incluso diría que somos bastantes más que todos los afiliados y "simpatizantes" de todos los partidos y grupúsculos existentes; aunque no nos dediquemos a llamar la atención, a chillar, ni a provocar en las calles "a todo lo que se menea"...
Así pues, no creo ser el único -ni mucho menos- que haya caido en la cuenta del número de políticos (o al menos que viven de la política), en claro aumento, que se llenan la boca al decir que "pretenden cambiar España" (si no se refieren del tirón al "Estado Español").

Como decía, no creo ser el único que piense que en España ya ha estado bien de tantos cambios en las últimas décadas: Con Adolfo Suárez pasamos de la dictadura a la transición democrática (con el pasmo de todo el mundo, que no se podían creer que en España se hubiera producido tal cambio político, y de tamaña magnitud, sin derramar una gota de sangre -nos conocen mucho mejor que nosotros mismos-). Con Felipe González fue el fin de la transición política y entramos de lleno en la democracia. Dieciséis años después (que ya es tiempo sobrado) volvió a recobrar protagonismo y a gobernar "la derecha": esto fue "el cambio del cambio". Este periplo duró 8 años. Con posterioridad, y durante 7 años (dignos de echar al olvido), volvió "la izquierda" más populista y nefasta, con Rodríguez Zapatero: ¿Esta etapa qué fue, "el recambio"?... Luego, otra vez "la derecha", de la mano de Mariano Rajoy, con toda su secuela de recortes presupuestarios. No había más remedio, claro. La auténtica lástima es que no hubieran comenzado la clase política a recortarse "de motu proprio", para dar ejemplo de sacrificio y apretada de cinturón. Todos y de todas las tendencias, colores e idearios...

Lo dicho: ¿No está bien ya de tanto "cambio, cambio del cambio, recambio y recambio del recambio", para que todo siga igual, en el mismo estado lastimoso y donde todo el que ha tenido ocasión ha metido la zarpa para rebañar con lo que no era SUYO, SINO DE TODOS?
Esto, pues, demuestra que la solución no pasa por tener un gobierno "de izquierdas" ni "de derechas". La cuestión no es geográfica (de puntos cardinales), sino de vergüenza, dignidad, coherencia humana, conocimiento y valía; de sentido común, en definitiva.
España (a ver si se enteran de una vez todos estos) no necesita un ingeniero que haga y diseñe planos en su mesa de estudio para cambiarla; sino más bien un "arreglo definitivo y en condiciones": y para eso bastaría una simple cuadrilla de albañiles y un maestro de obras reconocido y competente. ¿O no? Vamos, digo yo...