Ojén - Malaga

"¡Acabaron con Zapata, acabaron con Zapata!” ¡Viva Cuba Libre!

Importaba mucho, para preservar el terror de la tiranía, que no escapase de la bota el humilde fontanero negro. Orlando Zapata primero fue condenado a tres años de prisión por desacato, para que humillara y cogiera miedo, para que claudicara: "¡Te mataron porque no claudicaste…!", –repite su madre Reina Tamayo-. Y sigue su deshecha y desconsolada madre: “¡Fue un asesinato premeditado!” “Lo dejaron 18 días sin tomar agua en Camagüey”. “El Gobierno totalitario de Fidel Castro es el responsable de la muerte de mi hijo. ¡Son unos asesinos, acabaron con mi hijo!" "¡Acabaron con Zapata, acabaron con Zapata!”.

A la tiranía le importaba mucho que hasta en el entierro fuera un acto de terror, para que nadie se demandara. Dice Elizardo Sánchez que "Banes estaba ocupada desde el martes. Era como un pueblo tomado por el ejército japonés en Filipinas", con todas las entradas y lugares públicos copados por la policía. Detuvieron o encerraron en sus hogares a 50 disidentes de Holguín, con un único objetivo: acallar cualquier tipo de protesta. "Hemos sido reprimidos hasta el último instante por el recorrido", denunció también la madre.

Orlando Zapata fue acusado de desacato y condenado a tres años de prisión por apoyar el Proyecto Varela propuesto por Oswaldo Payá, que trata de dar una salida incruenta a la dictadura, consiste en pasar del socialismo totalitario a “un socialismo cristiano de rostro humano”, ni siquiera plantea la reforma constitucional, apuesta tanto por la supresión del latifundismo improductivo del estado como del capitalismo grosero del estado comunista. La concentración de la propiedad agraria en el Estado totalitario, como supremo capitalista y terrateniente, hace imposible el estimulo productivo por ser contrario a la propia naturaleza del ser humano, es un modelo irracionalidad, y por tanto condenado a la miseria productiva y moral – delación masiva-, como ya se ha comprobado, de forma dramática, empíricamente. Solo el miedo, el terror sostienen al poder. De la condena de tres años por adherirse a un manifiesto Varela, como no cedía con las palizas, le condenaron a 36 años aplicando la “Ley Mordaza” (Ley 8. Las golpizas le causaron un coágulo en el cerebro, le operaron, ya no convenía que viviera, la tiranía podría resistir con la represión generalizada y acusando a USA de todos los males de la Isla. En vano el disidente exigía que se le entregasen los alimentos que su familia le proporcionaba, su muerte era necesaria como escarmiento.

A la dictadura castrista le importan poco los mártires ensalzados en Miami, pues ya se encargarían ellos de reprimir la noticia dentro de la isla, lo que le importa es la unión de los mecanismos represores: ejército y policía. Le importa muy poco el estado de miseria generalizado del pueblo llano, lo que de verdad le importa es detectar cualquier señal, cualquier conato, -hasta el delirio-, de contestación dentro del ejército. La propaganda de miles de occidentales, -derrochando bienes capitalistas hasta la nausea- cambiaran la inmensa mentira por verdad. Verdad y mentira, es lo de menos, lo importante es el fin de la Revolución, el hombre nuevo, etc., etc., por eso en Cuba no han existido ni existirán jamás: “ni un solo asesinato político ni un solo torturado” (F. Castro). En la Dictadura de Fulgencio Batista fueron asesinados 2.771 personas por razones políticas. Los miles de asesinatos y desaparecidos, en satrapías como la cubana, jamás se sabrán, pero el doctor Armando Lago ha documentado con cara y ojos, nombres y apellidos, los ríos de sangre que han dejado los revolucionarios, hasta el 15 de diciembre del 2008, se han documentado 5.732 fusilamientos, asesinatos y desapariciones; además se han registrado 515 muertes en prisión. Orlando Zapata no ha sido un hecho aislado que se les ha escapado de las manos.

De las tiranías, repito, jamás se sabrán los miles de asesinatos, ni la desesperación de sus gentes, la tragedia es consustancial, baste recordar los más de 77.000 balseros muertos, estimados por el doctor Lago, que trataron de huir del paraíso cubano a Miami. Entre estos no se incluyen los asesinatos de miles de cubanos, que descubiertos tratando de huir, Raúl Castro encargado de Tropas Guardafronteras, asesinaba impunemente. Tampoco se cuentan los miles de cubanos muertos exportando la revolución. Las tropas revolucionarias cubanas (ejército mercenario, para pagar la ayuda que recibía de la Unión Soviética) regaron de sangre al Congo, Etiopía y Angola, Yemen…; también la revolución colaboró y apoyó a todas las guerrillas de Latinoamérica: tupamaros, montoneros, M-19, Farabundo Martí. El reguero de muerte, miseria y desolación ha sido espantoso, todavía hoy esa ideología de muerte y opresión se exporta a otros países como Venezuela.

Hace 51 años cuando los barbudos revolucionarios, repletos de cruces colgando del pecho, entraron en la Habana, Cuba era un emporio -para el año 1959- , solo superado en América latina por Argentina; la renta per cápita era similar a la de Japón e Italia y más del doble que la de España. Era lugar de inmigración, pero era un régimen dictatorial execrable y corrupto de Fulgencio Batista. Tanto el Che, como Castro prometieron que Cuba en 10 años tendría una renta superior a la de Estados Unidos. ¿La mentira, la verdad? ¡Qué más da! Lo importante es la propaganda, la revolución. Hoy, 51 años después, los niveles de miseria e indigencia no son superado por ningún país de América, cundo termine la tiranía y se pueda comparar el PIB como ha pasado con Rusia, o con los países del este de Europa comprobaremos que la el cómputo del PIB es tres o cuatro veces menos, todavía del que dicen.

“Ni un solo asesinato político ni un solo torturado” y “superaremos el bienestar a Estados Unidos en diez años”, para ello, lógicamente, lo primero que hicieron fue introducir en 1961, un gran invento: el racionamiento, eso sí 40 años después, la cartilla seguía: una ración de cinco libras de arroz y una libra de frijoles por mes; cuatro onzas de carne dos veces al año; cuatro onzas de pasta de soja por semana; y cuatro huevos por mes; 51 años después, el racionamiento es más intenso, si cabe. También hicieron mucha propaganda entre los universitarios occidentales de que acabarían con el “burdel americano”, hoy Cuba se ha convertido en el mayor prostíbulo internacional, también infantil, alentado por el régimen para atraer divisas.

El asesinato de Orlando Zapata por las torturas inflingidas a las que ha sido sometido, sin duda, es especialmente doloroso para los españoles, por al actitud del gobierno socialista de ZP. Solo cuando Sarkozy ha advertido a Zapatero de que o denunciaba en nombre de la Unión el asesinato o lo hacía él, entonces ha rectificado de forma suave y denigrante. Y es que en España muchos socialistas, aún después de renunciar en el 77 al marxismo a regañadientes, por presiones de Alemania y Francia, todavía no acaban de romper el cordón umbilical que les une con este tipo de regímenes, por eso son tan comprensivos con Castro, con Chávez, con Evo,…

Ni una sola alusión de ZP a los presos Eduardo Díaz Fleitas, Diosdado González, Nelson Molinet y Fidel Suárez Cruz, cuatro presos en huelga de hambre, condenados a penas de prisión, de hasta 28 años, condenados en juicios sumarísimos con la delirante acusación de ser "mercenarios" al servicio de Estados Unidos. ¿Qué pasaría si esto ocurriera en Honduras? Sin comentarios.

La indecencia de no defender la libertad pasará una enorme factura: política, social y económica. Sufriremos sus consecuencias individualmente, personas individuales, como Orlando Zapata, con libertad individual atropellada y moral individual responsable, capaz de morir antes que

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