La corrupción erosiona el ‘emirato’ socialista El fondo de reptiles, el dinero público para cocaína y la suntuosa sede del Gobierno andaluz concurren a la agonía de un régimen de 34 años. Arenas: “Es un insulto”. Treinta y cuatro años de poder omnímodo penden de dos escaños. El reinado de Abderramán I como emir de Córdoba se conformó con 32. José Antonio Griñán, presidente de la Junta de Andalucía, es acaso el último exponente de una estirpe de gobernantes socialistas que hace poco dominaba desde ayuntamientos a diputaciones de provincia. Y, en honor a su linaje, dispone como hogar de un palacio, el de San Telmo, alhaja del Barroco, “más lujoso, amplio y ostentoso que el de los Reyes de España”, ha denunciado la portavoz del PP en el Parlamento regional, Esperanza Oña. El alcázar heredado por Griñán fue habilitado para la vida del gobernante socialista moderno por Manuel Chaves (19 años de mandato en Andalucía), reforma que Oña tildó en su día de “auténtico derroche de dinero público” para “republicanos cutres de gustos caros” que ansían “un palacio con más boato y alcurnia de los que jamás disfrutaron sus primeros inquilinos” y que es el epítome del descaro persistente allá donde el poder cobra trienios. Con la sede del Gobierno regional por muestra, el escándalo superlativo es el motejado como los ERE falsos. Por cuantía, 647 millones de euros; trance, a dos meses de las elecciones autonómicas; y coyuntura, véase la crisis que ha desalojado al PSOE de la Moncloa y de casi toda jurisdicción. Por ello, seis de cada diez andaluces, pueblo que no conoce la alternancia política desde la muerte de Franco, cree que el fondo de reptiles alimentado por el puño de la rosa otorgará la mayoría absoluta a Javier Arenas el 25 de marzo. El candidato del PP-A definió ayer la trama de los ERE como un “gran insulto a las personas que están en paro” y un “ataque a la imagen y el prestigio” de la región. Para el aspirante a inquilino de San Telmo “no se puede permitir que se identifique a Andalucía con lo que han hecho unos cuantos: dilapidar y beneficiar a los amigos con 1.000 millones de euros de los parados”. Arenas, asimismo, instó a que “se respete la acción de la justicia” y a que la juez Mercedes Alaya, a quien no se refirió de forma explícita, “investigue todo”. La instructora del caso ha imputado por de pronto a una veintena de personas, de entre las que destacan el director general de Empleo de la Junta, Daniel Rivera, y sus antecesores en el cargo Juan Márquez y Francisco Javier Guerrero. Precisamente fue la declaración del chófer de este último la que despertó la atención definitiva para el caso, al revelar que invirtió 900.000 euros de subvención en “copas y cocaína” para consumo propio y de su jefe. Guerrero, identificado como el cerebro de la trama, aseguró el pasado jueves que no actuaba solo. La confesión, opina el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, “demuestra” que tanto Chaves como Griñán “están implicados hasta las cejas en el fraude”. |