Mollina - Malaga

El PP insiste en situar al presidente como responsable del fraude de las ayudas públicas
M. U. / I. M. Siguiendo el guión previsible, el escándalo de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) irregulares pagados con dinero público acaparó buena parte del último debate parlamentario de la legislatura. Esta trama, cuya investigación judicial aún no ha terminado, está dando días de gloria al PP y está «perjudicando» la imagen del Gobierno, admitió ayer el presidente andaluz.
Pero en el intenso careo entre los líderes, José Antonio Griñán no sólo defendió la actuación de la Junta, sino que repasó los dirigentes corruptos que el PP cobija en sus filas y reprochó a Arenas que con ellos se muestre «complaciente».

Arenas volvió a situar a Griñán en el epicentro de la responsabilidad de la trama y le echó en cara que «tirara a la basura» los informes de la Intervención General en los que se advertía del «descontrol» en el reparto de ayudas. «¿Por qué no ha sido activo en la recuperación del dinero? El dinero se repartía a oscuras, sin procedimiento legal y usted tenía la responsabilidad del procedimiento», le reprochó. El dirigente popular acusó al presidente de «obstruir» el trabajo judicial, de «acusar» a la jueza de trabajar según el dictado del PP y de «mirar para otro lado» en este asunto.

El líder de los populares andaluces preguntó a Griñán si va a emprender acciones legales contra los comisionistas a los que, según su partido, la Junta pagó hasta 200 millones de euros, y se indignó al recordar que el PSOE ha vetado más de una decena de comisiones de investigación en el Parlamento sobre este caso.

El presidente de la Junta optó por la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque y golpeó al PP en su punto flaco:
los sonados casos de corrupción del partido PP que no han tenido una respuesta contundente.
«Mientras mi Gobierno denuncia, ustedes sientan en el banquillo al juez que investiga la corrupción del PP»,
dijo en referencia al juicio a Baltasar Garzón por ordenar escuchas del Gürtel. «Mienten cuando dicen que la Intervención advirtió una ilegalidad. Son buenos extendiendo sospechas y manipulando a la justicia y practicando la ley del embudo», añadió.

El líder de los socialistas andaluces se detuvo en los nombres que han puesto en un serio aprieto al PP –«Enciso, Bárcenas, Sepúlveda y Camps»– para censurar su doble vara de medir. A este último el jurado lo declaró ayer no culpable. «Usted es extremadamente duro con la corrupción de los demás, pero complaciente con los casos que afectan al PP. Para nosotros un corrupto es un corrupto», aclaró Griñán. El presidente afirmó que su adversario «tiene toda la legitimidad para pedir responsabilidades políticas, pero ninguna para hacer juicios paralelos».