¡La que ha liado Zapatero! Mirad lo que me encontrado en la red: Me escribe un lector para decirme que no dedique tanto tiempo al PSOE porque eso ya está muy visto y que podría ocuparme de tocar otros temas de actualidad mucho más interesantes como por ejemplo lo ocurrido en el Madrid Arena, la gente que se está suicidando por perder su vivienda o la avaricia desmesurada de los Bancos. No sé cómo podré desligar todo ello, pues en realidad está todo interconectado. Pero en fin, allá voy. Dejaré a un lado lo del Madrid Arena, no porque no sea importante, que lo es, sino porque es un tema que ya ha sido muy tratado, que ya no da más de sí y que seguramente no lo habría sido tanto si no fuera porque para el PSOE en la oposición representa un tema muy mollar para hacer demagogia desgastando a su adversario el PP que gobierna la Comunidad de Madrid donde ocurrieron los hechos. Mi opinión sobre el tema es que ahí han muerto tres personas más los heridos etc., debido a una falta de control, en principio, por parte de los servicios de seguridad que atendían el evento. Ahora lo que procede es una investigación a fondo por parte de la policía, los técnicos, la fiscalía y a quienes más corresponda y de acuerdo al resultado se depuren responsabilidades y pague quien tenga que pagar, ya sea la organización, los servicios de seguridad, el Ayuntamiento de Madrid, el concejal que sea o su alcaldesa. Cada palo que aguante su vela y no hay más que decir. Respecto a las personas que están perdiendo su vivienda por no poder hacer frente a los pagos de la hipoteca, los que deciden poner fin a su vida por ello mediante suicidio o la avaricia intransigente de los Bancos, en realidad son todo consecuencias de la nefasta política económica y social del anterior Gobierno. Vayamos por partes. En cuanto a la gente que no puede pagar las cuotas de su préstamo bancario (habría que decir más bien "cajario"), con garantía hipotecaria, sin pretender generalizar, la mayoría que ahora se encuentra en esta situación es culpable directo de su inconsciencia, de su euforia, de su ignorancia, de su inocencia y de algunas cosas más. Todos los que en su momento antes de meterse en la aventura con riesgo que supone endeudarse en 50, 100, 200.000€ o más, con unos ingresos bastante ajustados y que ahora no pueden pagar, debieron de haberlo pensado bien y haber seguido como estaban hasta entonces, que siempre hubiera sido mejor que el lío en el que ahora se encuentran, porque de lo que no cabe duda es que en cualquier caso calcularon mal, de hecho por eso ahora no pueden pagar, bien sea porque solicitaron mayor préstamo del que merecían o porque más tarde han perdido su trabajo, en cualquier caso el cálculo inicial fue erróneo. En todo caso, haya sido por equivocación o por el efecto llamada de amigos, familiares o vecinos, cada cual acudió voluntariamente a su Banco o -más bien- Caja a solicitar su préstamo que una vez concedido fue formalmente aceptado y firmado poniendo como garantía hipotecaria el valor del piso, el coche, o lo que sea al que iba destinado. Hasta aquí la responsabilidad de los deudores. Pero también las Cajas como acreedoras tienen su parte de responsabilidad por prestar dinero, digamos de forma abundante y descontrolada, a gente poco merecedora de él que carecía de garantía suficiente para su devolución. Esto tiene una explicación bastante sencilla que podría llamarse corrupción política, porque en su día el Gobierno del PSOE de Felipe González aprovechó la mayoría necesaria suficiente para establecer por ley que en los Consejos de Administración de las Cajas tuvieran participación con todos los derechos ejecutivos, políticos y sindicalistas de las administraciones locales, lo que nos ha traído hasta el estado actual de quiebra en que se encuentran muchas de ellas, razón por la cual el Gobierno actual tiene ahora que dedicar miles de millones de Euros de dinero público para reflotarlas y evitar que su quiebra colapse el sistema financiero, al tiempo que asegurar los ahorros de sus depositantes. Esto no ocurre con los Bancos, en los cuales sus consejeros, sin depender de partidos políticos, dedican su gestión a criterios técnicos en beneficio de sus accionistas. Todo esto empezó en los años anteriores a 2008, del 2000 al 2004 la economía marchaba viento en popa, el PP perdió las elecciones y llegó el PSOE de ZP. Como se encontraron las arcas llenas y el crecimiento por inercia seguía en alza, creyeron que esto funcionaría solo y nadie se preocupó de establecer controles. Se forzó además a tope la burbuja inmobiliaria, durante los primeros años de ZP se construyeron más viviendas incluso que en los anteriores de Aznar, el precio del suelo urbano se revalorizó exageradamente, se recalificaron terrenos de baldío que llegaron a alcanzar precios de escándalo de los que se beneficiaron todo tipo de Ayuntamientos y políticos. Era el tiempo en que ZP se chuleaba por el extranjero cuando empezaron a aparecer los primeros síntomas de la crisis que se avecinaba y que expertos como Manuel Pizarro vaticinaron. Mientras tanto ZP coreado por una claque de pulgones del presupuesto presumía en Nueva York de que nuestra economía competía en la Champions League y que teníamos el sistema financiero más sólido del mundo. Por eso, no dio instrucciones al Gobernador del Banco de España y militante del PSOE, Miguel Ángel Fernández Ordóñez puesto en el cargo por él, para que tomase las medidas oportunas y frenase a las Cajas (regulase) en su loca carrera por -casi- regalar el dinero a toda esa gente que debido al efecto llamada acabó metiéndose donde no debía. En 2008 ZP ya con la crisis encima, la negó, la ocultó y volvió a engañar a la gente prometiendo el pleno empleo para ganar las elecciones, siendo de sobra consciente no sólo de su imposibilidad, sino de la que se nos venía encima. Pero por si fuera poco, todavía siguió no sólo sin hacer las correcciones necesarias de ajuste laboral y económico, sino que gastó durante casi cuatro años más a manos llenas, lo que teníamos y lo que no teníamos en cosas tan contraproducentes como el Plan E, consistente en la creación de obras innecesarias que se acabarán cayendo de viejas por falta de dinero para mantenerlas, con el fin de crear un trabajo efímero, aunque haya quien apunte destinos más oscuros para esa partida de unos 19.000 millones€. Ahora estamos donde estamos y la gente se suicida en cantidad mucho mayor de la que se declara para tapar el otro efecto llamada, el del pánico. Las víctimas por suicidio ya hace tiempo que superan a las de tráfico automóvil. Así que aquí cada cual tiene su parte de culpa. Los deudores, por haber pedido créditos que ahora no pueden pagar. Los acreedores que los concedieron porque la Administración se lo permitía y se lo exigía, por no ser más estrictos en su profesionalidad comercial. Pero sobre todo el Banco de España en la persona de su director MAFO, como responsable de autorizarlo y permitirlo. Ahora al PP en el Gobierno le está tocando hacer juegos malabares para cuadrar las cuentas y recuperar el déficit dejado por los anteriores. Le está tocando hacer los recortes en todo para conseguir dinero, además de subir los impuestos y quedar mal con los pocos que aún pueden trabajar y pagar religiosamente. Hacer el socialismo que no hacen los socialistas causantes del desastre logrando más dinero para paliar en lo posible los casos más urgentes de todos los que están perdiendo su vivienda, en fin, que le ha tocado hacer de fuscia y encima pagar la cama. Sin olvidar tampoco la excelente labor que la Iglesia Católica por medio de su organización humanitaria Cáritas desarrolla prestando ayuda y alimentos a tantos abandonados a su suerte sin discriminaciones de ningún tipo y tan sólo con sus propios recursos y los de su voluntariado. ¡Menuda la que lió Zapatero! Esto son lentejas, si quieren las comen y si no las dejan. Euclides. |